Oposición regañada
Freddy Sánchez jueves 10, Feb 2022Precios y desprecios
Freddy Sánchez
“Qué hora es: La que usted diga señor Presidente”…
Lilly Téllez, Xóchitl Gálvez y Kenia López Rabadán, difícilmente ofrecerían una respuesta en ese sentido a Andrés Manuel.
Lo mismo podría pensarse de otros opositores de Morena.
Así que cuál es la intención del jefe del Ejecutivo federal para hacer diversos recorridos por el país, en espera de conseguir la aprobación a la reforma eléctrica que propone.
Porque una de las opiniones que se han dado al respecto hace notar que lo más conveniente sería que el Presidente se reuniera con los representantes y militantes de los partidos de la oposición para conseguir su voto a favor de la reforma sustituta en materia eléctrica que tiene el propósito de eliminar la de Peña Nieto.
Y es que según ciertos comentarios sobre los diálogos para la reforma que promueve el gobierno entre los partidarios del cambio y quienes se oponen a éste en materia de disposiciones legales sobre el manejo de los recursos eléctricos en México, más que acuerdos se han cosechado distanciamientos en un fallido intento de conciliar lo que se tiene y lo que se quiere aprobar.
Así las cosas, la negociación directa de Andrés Manuel con la oposición pensando en que lo podría hacer en un plan conciliador supone la posibilidad de anticiparse y evitar lo que sería un “choque de trenes” en el Congreso cuando llegue el momento de buscar la eliminación de una reforma y la adopción de una nueva con criterios diametralmente opuestos en distintos rubros.
Y es que algunos adversarios políticos del gobierno en turno se ha cansado de decir que la reforma de Andrés Manuel no pasará porque no es congruente con los requerimientos de los tiempos que corren en el mundo y por lo mismo es de elemental sentido común seguir en la ruta trazada con anterioridad para conseguir un mejor futuro para país.
O sea, lo contrario de lo que afirman los apoyadores de suprimir lo que se aprobó en tiempos de Peña Nieto, argumentando que las disposiciones legales vigentes son perjudiciales para en interés supremo de la Nación, habida cuenta de que fueron hechas con la voluntad de favorecer el saqueo de los recursos nacionales para enriquecer a los ricos con contratos leoninos descaradamente a su favor.
En estas condiciones, se antoja saludable que opositores y gobierno manifiesten mayor disposición a discutir la opción de modificar las normas legales en el campo de la explotación eléctrica, considerando con objetividad y menos radicalismos ideológicos lo que en verdad sería más apropiado en favor de la colectividad.
Porque es evidente que de uno y otro lado existen posturas intransigentes que es preciso moderar con un afán de concitar la voluntad aprobatoria de un cambio constitucional en materia eléctrica que adopte lo que convenga más al país, sin que esto se traduzca en confrontarse con grupos de poder a los que convendría convencer de adecuar sus proyectos de inversión procurando el beneficio de todas las partes. Que unos y otros ganen y ninguno pierda sería lo ideal o lo más cercano a esta posibilidad, en vez de empecinarse en que las cosas se hagan al “son que toque” el grupo político que tengan mayoría legislativa para aprobar o rechazar las reformas constitucionales.
Bajo esta panorámica podrían tener razón los que sugieren que el Presidente equivoca su estrategia al querer con recorridos en el país conseguir lo que le pueden aprobar sus opositores tratando con ellos directamente en lugar de visitar a sus electores con propósitos de proselitismo electoral en su contra si mantienen la postura de no aceptar la reforma eléctrica que el Ejecutivo federal impulsa en el Congreso.
De tal suerte que habrá que esperar lo que resulte de los recorridos presidenciales y lo que algunos catalogan como la táctica presidencial de desacreditar a sus adversarios, mediante el trato de una oposición regañada.