Las remesas, tabla de salvación de México
¬ Luis Ángel García miércoles 2, Feb 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Contrario a la narrativa de la 4T, la economía mexicana no ha colapsado gracias al envío de remesas de nuestros paisanos a sus familias y a la exportación de productos nacionales por la aplicación del satanizado Tratado neoliberal de Libre Comercio, hoy T-MEC. En ninguna de las variables interviene —afortunadamente—, el gobierno mexicano.
Llevamos tres años sin crecimiento económico; el Inegi informó que el PIB se contrajo 0.1 por ciento en el último trimestre del 2021, por lo que acumuló dos trimestres a la baja y entró, como dicen los especialistas, en una recesión técnica de la economía. Panorama que no se veía -ni sentía-, desde hace noventa años. Tenemos la peor inflación en más de veinte años y no se recuperan los empleos perdidos desde 2019. Ello comprueba que no hay una acertada política económica de la 4T.
Mientras tanto, la administración de la Casa Blanca ha logrado una buena conducción de sus macro finanzas, a pesar de la crisis sanitaria por la Covid-19, la ruptura de las cadenas de suministro y la inflación, la cual maneja con acierto. Estados Unidos crecerá al 6 por ciento este año y el mundo lo hará al 7 por ciento, mientras que nosotros estaremos 0.7 por ciento por debajo del 2019.
¿Qué mantiene a flote nuestra economía? Dos medallas que se cuelga el gobierno sin remangarse la camisa y que presume falazmente como logros de su plan económico: las remesas y las exportaciones. Ya mencionamos que estas son producto del neoliberal TLC, renegociado en la parte final del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto y que dio como resultado el actual T-MEC. Gracias al crecimiento económico norteamericano, requieren cada día más de la importación de productos mexicanos, cuya demanda se satisface por la oferta de los emprendedores mexicanos y no por la estructura burocrática que hace hasta la imposible por joder al empresariado exportador y a pesar del boicot del crimen organizado.
Por otro lado, están las remesas, las cuales alcanzaron la cifra récord de 50 mil millones dólares y que el presidente y las autoridades hacendarias anuncian con bombo y platillo como el gran logro de esta administración, cuando en realidad se debe a la bonanza económica de la Unión Americana y al mayor número de braceros que exportamos cada año.
Debiera darle vergüenza a la 4T presumir esos números, ya que representan la negligencia de un gobierno que no puede darle oportunidades de empleo y educación a sus gobernados. Las remesas son la prueba del fracaso de las políticas públicas de una administración que carece de un plan sexenal, de un programa de gobierno y que por atender sus proyectos clientelares descuidó la planta productiva del país.
La satanización de los empresarios, la contracción de la inversión nacional y extranjera por la errática política económica del gobierno, la falta de apoyos a los emprendedores durante la pandemia, el cierre de empresas, el desempleo y la obsesión por aplicar un populismo setentero que provoca un excesivo intervencionismo estatal han logrado que miles de mexicanos busquen oportunidades de mejorar su nivel de vida allende las fronteras del Río Bravo. A ese panorama desolador, agregue los efectos de la violencia que provoca el crimen organizado, la cual repercute en los desplazamientos de miles de compatriotas que huyen de sus localidades para buscar asilo en los Estados Unidos.
De tal suerte que no tiene nada de qué presumir la 4T, solo ha exportado más mano de obra. Afortunadamente para millones de familias mexicanas, sus parientes les envían dinero para sobrellevar la crisis económica que vivimos. Nada que agradecer al gobierno, al que debiera darle vergüenza no poder retener a los trabajadores.