Más de lo mismo
¬ Augusto Corro martes 17, May 2011Punto por Punto
Augusto Corro
- Otra matanza en Oaxaca
- ¿Y Ulises Ruiz, cuándo?
- Autodestape de Espino
En Oaxaca continúan las matanzas de indígenas. El sábado en la mañana, diez personas perecieron en una emboscada en el municipio de Santiago Choapam. La masacre tiene su origen en los conflictos electorales, que a las autoridades estatales no les interesa resolver.
Otra vez ocurren hechos violentos en esa entidad, donde los grupos étnicos son agredidos por propios y extraños. Durante el sexenio del sátrapa Ulises Ruiz Ortiz (URO) la comunidad triqui fue diezmada en San Juan Copala. Nadie movió un dedo para llevar ante la justicia a los paramilitares que actuaron impunemente en el etnocidio. No olvidar que en esa región también fueron asesinados los defensores de derechos humanos Jyri Antero Jaakkola y Alberta Bety Cariño.
Se pensó que con la llegada del nuevo gobernador Gabino Cué, la sociedad oaxaqueña volvería a vivir en un ambiente de seguridad y tranquilidad. No ha sido así. Desde los primeros días de su mandato, movió las fuerzas del orden para reprimir a manifestantes inconformes por la presencia de Felipe Calderón Hinojosa (FCH) en la entidad.
A más de cien días de gobierno, Cué ofrece un discurso oficial vacío, donde las promesas son el eje central. No obstante que los oaxaqueños le exigen llevar a URO ante la justicia, las declaraciones de las autoridades de que “esto ya mero ocurrirá, por ahora continúan las investigaciones”, empiezan a provocar impaciencia e incredulidad.
La Contraloría estatal informó que tras la realización de 17 auditorías a la administración de URO, se detectaron irregularidades financieras por mil 735 millones de pesos y “apenas estamos con el hilo de la madeja”.
Vamos a creer que desde el punto de vista administrativo no habrá miramientos para exigirle cuentas al ex gobernador, pero en lo que se refiere a su actuación en los hechos violentos de la insurrección del 2006, en la que fue reprimida, sin contemplación alguna, la sociedad oaxaqueña. Durante la guerra sucia se registraron muertes y desapariciones aún no aclaradas. Además, los derechos humanos fueron pisoteados. ¿Y…?
Cué llegó al gobierno de Oaxaca apoyado por una alianza de partidos y por lo tanto, su poder se repartió entre decenas de políticos con pensamiento diferente. No es lo mismo un planteamiento de un militante de Convergencia al de un panista, al de un panalista (gordillista) o como se diga. Sin embargo, en el experimento oaxaqueño ocurre que quienes mandan son una mezcla de ideas, que tienen paralizada la iniciativa del gobernador metido en un laberinto.
Las autoridades poco caso hacen de los problemas postelectorales que amenazan con estallar. La falta de sensibilidad en Cué de no atender los conflictos políticos, la amenaza de más violencia se encuentra latente. No basta que el multicitado gobernador prometa que los asesinatos de los diez indígenas no quedarán en la impunidad. Lo importante es que no vuelvan a repetirse.
MOVIDOS
Sin rubor alguno, los aspirantes a la candidatura presidencial panista ya aparecen en cuanto acto público se presenta, ya sea en compañía de su padrino o sin ella. La semana pasada, quien asomó más la cabeza fue el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, en un acto con delegados federales del gobierno panista.
En esa reunión apareció Cordero, el secretario abartolado (mira Bartola hay te dejo esos dos pesos pagas la renta el teléfono y la luz), bajo la sombra protectora de Felipe Calderón Hinojosa (FCH), quien no invitó a otros miembros de su gabinete a lucirse. El mensaje fue directo: Cordero es mi carta y no se hagan bolas.
El domingo, Alonso Lujambio, secretario de Educación, intentó lucirse ante la presencia de la dueña del sindicato de maestros, doña Elba Esther Gordillo y de FCH. El encargado de la SEP destacó la labor de México en materia educativa.
De los demás aspirantes y de sus actividades sólo se supo que el todavía secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón y su cuate Ernesto Cordero fueron a Cuajimalpa a estirar las piernas y a correr para promover la imagen de que gozan de cabal salud.
Por otra parte, los funcionarios electorales se hacen de la vista gorda y permiten que, por ejemplo, los miembros del gabinete se autopromocionen en todas partes. Ni por asomo, esas autoridades exhortan a esos secretarios de Estado a renunciar a sus cargos para que no manejen su propaganda con los dineros de su partido que, dicho sea de paso, son cuantiosos. Las precampañas se efectúan a destiempo y con los recursos del pueblo.
No hay acto público en que los mencionados políticos no aparezcan con la cantaleta de que en México las cosas van bien. A pesar de presentarse en público un día sí y otro también, los precandidatos no dan el estirón. En esa lucha a quien le va mejor es al senador Santiago Creel. Se encuentra punteando. Por cierto, Manuel Espino ya se autodestapó y dice que también quiere ser presidente de México. A ver qué opina FCH. El panista expulsado es uno de los alfiles de Vicente Fox, que seguramente le brindará el apoyo necesario para que el norteño realice sus sueños.
PUNTOS SUSPENSIVOS
Emotiva despedida del ex embajador Carlos Pascual ante los miembros de la embajada de Estados Unidos en México. Como se sabe, el diplomático cometió el error de informar con la verdad de lo que ocurre en México, a sus superiores, cosa que no le agradó al gobierno mexicano. Algo que disgustó a las autoridades panistas fue la crítica del embajador al Ejército y la deplorable condición de los precandidatos panistas a la presidencia, calificados de grises. Pascual se fue extrañando las quesadillas oaxaqueñas, que tanto le gustaron… Bochornoso espectáculo de los futbolistas en el partido Cruz Azul-Monarcas. El dizque portero de los cementeros propinó tal cabezazo al preparador físico del Morelia, que si alguna autoridad vio esa nada ejemplar acción, ya debe andar buscando al futbolista para encerrarlo en alguna prisión.