Abyectos, los gobernadores morenistas
¬ Luis Ángel García viernes 21, Ene 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
De pena no tan ajena la actitud servil de los mandatarios de la 4T durante la apertura del Parlamento Abierto para “discutir” la conveniencia de la reforma eléctrica propuesta por el inquilino de Palacio Nacional. Acostumbrado al ejercicio dictatorial de hacer que se cumplan todos sus caprichos, encontró en el Poder Legislativo una caja de resonancia que le permite gobernar casi por decreto, donde la función parlamentaria se extingue y se convierte en una oficialía de partes del Ejecutivo que aprueba todas sus iniciativas sin quitarle ni una coma. Desapareció el Congreso como contrapeso presidencial en una república que se dice democrática.
Sin embargo, las elecciones intermedias cambiaron el mapa político del país y se descompuso el escenario de la presidencia imperial. El partido en el poder no obtuvo la mayoría calificada y ello dificultó la aprobación de los cambios constitucionales que requiere el proyecto político de la 4T. Tal es el caso de la reforma eléctrica que quiere imponer el mandatario para regresar al populismo setentero. Con un nacionalismo trasnochado pretende aferrarse al uso de energías contaminantes y caras a través de dos “elefantes blancos” que son una sangría financiera para el erario. Busca “rescatar” a Pemex y a la CFE, que son un barril sin fondo, para conseguir una utópica autosuficiencia energética, cuando el mundo se despide de las energías fósiles para utilizar las limpias, más baratas y ecológicas, ahora que se debate tanto sobre el cambio climático.
Pero aferrado a su pragmatismo, quiere que este año se dé marcha atrás a la reforma estructural de Peña Nieto y se imponga su modelo, como sucede con su “central avionera”, la poco funcional y accidentada construcción de la refinería de Dos Bocas y el errante trazo del Tren Maya, destructor de áreas verdes y de la propiedad privada.
Para poder alcanzar la reforma constitucional, que el año pasado fracasó, decidieron organizar un parlamento abierto y “pulsar” todas las voces, aunque ya sabemos que al final se impondrá su mayoriteo sin considerar la consulta hecha.
De entrada, mandaron a unos porros en funciones de gobernadores que insultaron, amedrentaron, exhibieron su pobreza intelectual y administrativa; sin argumentos técnicos defendieron una causa ajena y que saben, en su fuer interno, que no beneficiará a los que dicen defender, a los desposeídos, a los más pobres. Laida Sansores con berridos vociferaba contra los empresarios, la jefa de Gobierno, más preocupada por sus aspiraciones presidenciales y por quedar bien con YSQ, despotricó contra la reforma peñista y exigió que se aprobara la iniciativa de su patrón y guía moral -cual CDMX libre y soberana-, lo mismo otros gobernadores que se desvivían en loas al Presidente. Olvidaron su pasado político, cuando eran aduladores a mandatarios de otros partidos, como es el caso del gobernador de Sonora, que lo mismo sirvió al malogrado Luis Donaldo Colosio que al panista Vicente Fox. Ningún gobernador del bloque morenista presentó argumentos, estudios serios de por qué tiene que aprobarse la dichosa reforma. La instrucción que salió del Zócalo fue clara. Apoyar a troche y moche el proyecto del presidente, Descalificar el pasado, con su mejor argumento, los corruptos vendieron al país a los ambiciosos y rapaces empresarios extranjeros.
Qué importa, difama que algo queda. Hoy esos abyectos gobernadores defienden la propuesta de Manuel Bartlett, al mismo que cuestionaron y, desgarrándose las vestimentas, pedían fuera llevado al cadalso por fraguar el fraude electoral que posibilitó el triunfo de Carlos Salinas de Gortari a la Presidencia. De pena ajena.