Monreal, el hijo desobediente
¬ Luis Ángel García miércoles 12, Ene 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
En su momento, Felipe Calderón se ufanaba de ser, como lo describe el corrido, el hijo desobediente. Su rebeldía partidista le valió ser Presidente de la República. Hoy, el senador Ricardo Monreal está a punto de editar un nuevo capítulo de desobediencia política.
El zacatecano tiene una trayectoria pública que no poseen sus adversarios en la carrera sucesoria rumbo al 2024, incluido el secretario de Gobernación. Pero el legislador siempre ha sido un hijo desobediente. Formado en las filas cenecistas del priismo ocupó en varias ocasiones cargos de elección popular, incluso quiso ser gobernador de su estado bajo las siglas del tricolor; sin embargo, la dirigencia optó por otro candidato y rápidamente Monreal cambió de partido y fue abanderado del PRD para ganar la gubernatura. Militó en el partido formado por ex priistas hasta que, como camaleón, se hizo morenista, con un efímero paso por el PT, partido satélite de los guindas. Disciplinado e institucional aceptó la condición sine qua non de todo partidario de la 4T, obediencia ciega y sumisión absoluta. Pero a diferencia de sus correligionarios, él tiene 90 por ciento de experiencia y 10 por ciento de obediencia.
Desde hace tiempo hizo públicas sus intenciones de buscar la postulación por Morena para competir en las próximas elecciones presidenciales. Su pronunciamiento no fue bien recibido en Palacio Nacional, no sólo porque tiene otros prospectos su inquilino, sino porque en aras de mantener un cierto equilibrio en el Senado, negoció con sus pares algunas iniciativas presidenciales. Si bien es cierto que en la Cámara de Diputados la sumisión es tal que “no le cambian ni una coma a los proyectos del Ejecutivo”, Monreal prefiere perder algunas votaciones, antes que aplicar el mayoriteo. Tal es el caso de la entrampada reforma eléctrica, capricho que no ha podido cumplir el zacatecano.
Por ese motivo hay un distanciamiento entre el tabasqueño y Ricardo Monreal. Recientemente hizo unas declaraciones el legislador que no cayeron nada bien en la Presidencia. En una entrevista concedida a Reforma criticó a los radicales de su partido, “a los que creen que siendo más radicales pueden obtener el cargo o la posición política que anhelan, allá ellos. Se equivocan, porque no va a quedar país para nadie. El aniquilamiento solo deja destrucción”.
Duro pronunciamiento que pone al zacatecano en una disyuntiva: marcar distancia de Morena y buscar la candidatura presidencial por otro partido o aceptar la insinuación del Presidente de que debe disciplinarse y acatar los designios del tlatoani. Por su trayectoria política es difícil creer que acepte ser relegado del proyecto que sería la culminación de su carrera: la primera magistratura. Su don camaleónico va acompañado de que ha sabido crear alianzas con los distintos actores políticos a nivel nacional. Opositores simpatizan con el senador y saben que tiene proyecto, así que puede dar la pelea. Independientemente de ver si gana, hará mucho daño a Morena y difícilmente arrollarían como lo hicieron en 2018. El factor Ebrard también influirá en el resultado de los comicios; si él tampoco es el ungido, qué papel jugará, se sumará a Monreal, ¿buscará a la oposición para ser su abanderado? Los candidatos del Presidente son la jefa de Gobierno y el titular de Gobernación.
Las cartas del legislador parecen estar echadas, está destinado a ser el hijo desobediente.