Monreal y López Obrador: caminos convergentes que siguen ya rutas diferentes
Roberto Vizcaíno martes 11, Ene 2022Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
¡Cierto! Lo que reclama constantemente Ricardo Monreal es cierto.
Andrés Manuel López Obrador y él vienen juntos desde hace al menos unos 24 años, con una sola ruta en la cual, junto a otros, lucharon y construyeron un proyecto común: la Cuarta Transformación. Sus objetivos siempre fueron los mismos.
AMLO en eso siempre fue el líder. Y el zacatecano, muy cercano, era sin embargo -a pesar de lo sobresaliente- uno más del pequeño grupo dominante alrededor del tabasqueño.
Luego del fracaso de 2006 y 2012 y de la decisión de ir por la construcción y el registro de su propio partido, el del Movimiento Regeneración Nacional, Morena, López Obrador decidió cambiar y romper, alejarse de viejos aliados como, por ejemplo, Dante Delgado.
Todo indica que ahí también se comenzó a alejar de Ricardo Monreal, lo que se evidenció a finales de agosto de 2017 cuando intentó deshacerse de él al darle la candidatura de la Jefatura de Gobierno de la CDMX a Claudia Sheinbaum.
El tamaño de la reacción del zacatecano, quien incluso llegó a considerar irse por otro partido, evidenció que quizá había un acuerdo con el tabasqueño que el de Macuspana rompió.
Al final el arreglo fue ir al Senado donde AMLO le puso todos los obstáculos -ponerle por ejemplo a Martí Batres a competirle, hacerle la vida imposible- para evitar que el de Fresnillo, Zacatecas, llegara a dónde hoy está: el liderazgo de la fracción de Morena y la Presidencia de la Junta de Coordinación Política.
Como sea que resultara, Monreal estaba fuera de su círculo interno en Palacio Nacional.
El primero en darse cuenta de todo fue el propio Ricardo. Animal político convergente a la estructura de AMLO, con la experiencia y la agudeza política del primer nivel, el de Fresnillo inició la construcción de su camino a la Presidencia de México desde el primer minuto de llegar al Senado. Sabía desde entonces que ya no caminaba al lado de Andrés Manuel. Que llegaría inevitablemente al tiempo de la confrontación y la ruptura final.
El de Macuspana ya era Presidente, y el calendario no perdona, cada día transcurrido es uno menos en la cúpula del Poder. Y en ese ejercicio a tiempos fijos sólo hay una ruta: el ascenso, la exaltación y la caída.
Monreal conoce muy bien esa ruta. Y ya la administra.
Desde el lunes 5 de julio de 2021 que AMLO abrió la lista de sus posibles sucesores en la que no lo incluyó, el zacatecano ha desplegado una agenda justo a la medida de la confrontación con el de Macuspana.
Desde ese julio le dejó en claro que lo confrontaría en su decisión de dejarlo afuera, anularlo, como contendiente presidencial. A partir de agosto Monreal sigue tres rutas:
1.- La de apoderarse de los medios de comunicación en donde hoy participa como articulista, entrevistado y hombre-noticia que da a conocer reformas y proyectos legislativos al tiempo que presenta posicionamientos y reclamos pre-electorales como precandidato presidencial. Uno persistente es el de que Morena deje de usar encuestas y vaya a la instauración de consultas ciudadanas en la selección de candidatos. Igual exige «piso parejo» y acuerdos para evitar fracturas y una guerra intestina en Morena.
2.- La segunda ruta ha sido la de recorrer el país en una incansable y larga precampaña con giras finsemanales a los estados, y;
3.- La tercera ha sido la de convertirse en la alternativa a AMLO en la solución de problemas nacionales. A tantos como AMLO ataca, Monreal abre puertas y defiende desde el Senado. Dejando en claro que la llamada Cuarta Transformación no es solo la del rompimiento y ataques, o desaparición de proyectos y reformas que sigue AMLO. Hoy empresarios, inversionistas de todo nivel, industriales y sus organizaciones, representaciones de otros países -especialmente de EU-, universitarios, investigadores, científicos, madres solteras, padres de niños con cáncer, campesinos y agricultores, trabajadores, etc, etc, que han sido maltratados por AMLO saben que Monreal es una opción viable, distinta.
Aunque no lo reconozcan e intenten dar una versión distinta, la ruptura entre ambos es ya un hecho.
López Obrador diría ayer, según Carmen Aristegui: Me he quedado anonadado del despliegue de Reforma para entrevistar a Monreal
El mandatario reacciona así por primera vez a una de las ya muchas entrevistas del zacatecano con personajes malqueridos del tabasqueño como son Carlos Loret, o Brozo, o el diario El País…
En esta entrevista Monreal advierte que algunos de los radicales dentro del grupo en el poder al lado de AMLO pretenden dinamitar al país.
López Obrador respondió a Monreal que su gobierno sí es «radical»… pero contra los privilegios. O sea, ahora considera al zacatecano un buscador de privilegios.
Monreal, siempre atento a AMLO, respondió de inmediato:
«… nunca confrontaré al Presidente ni me alejaré de mis ideales por un mejor país. ¡Viva México!».
Vía redes sociales aclaró que desde hace ya casi un cuarto de siglo inició una larga travesía de lucha política con Andrés Manuel López Obrador para transformar las instituciones de la nación. ¡Y esa fue la mejor decisión!
Acomódese, que esto apenas empieza.
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