Los narcos retan al Estado
¬ Luis Ángel García lunes 10, Ene 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
México registra un principio de año muy violento. Un reto del crimen organizado a las autoridades formales se manifestó en la sede misma del poder ejecutivo zacatecano: el Palacio de Gobierno en la capital del estado. Hasta ahí, a las puertas de la oficina del gobernador, llevaron una camioneta con diez cadáveres, incluidas dos mujeres y un hombre torturado. Se dice que hay dos sospechosos detenidos, pero lo más seguro es que quede impune esta afrenta.
Al día siguiente, en una carretera al sur de Veracruz, a la orilla del camino, amontonaron desnudos nueve cuerpos de sujetos claramente torturados. El mensaje en una cartulina iba dirigido al Secretario General de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, a quien asocian con un grupo delictivo e incluso hay versiones de que uno de los cuerpos apilados es de su sobrino.
Un tercer evento, nada sangriento pero sí muy revelador, es la publicación de una fotografía del gobernador de Morelos, el ex futbolista Cuauhtémoc Blanco, donde aparece retratado con tres personajes del crimen organizado en aparente camaradería. El también ex presidente municipal de Cuernavaca minimizó el hecho y declaró que se toma muchas fotos con gente que no conoce y no pregunta si tienen antecedentes penales. Lo trágico fue que una organización criminal le recordó supuestos arreglos entre ellos y, en varias mantas, lo amenazan de revelar el acuerdo que tuvieron también con un delegado federal para asesinar al activista social Samir Flores, quien se oponía a la construcción de una termoeléctrica en la zona. Para cereza del pastel, el vocero de la arquidiócesis de Morelos certificó la autenticidad de la foto, tomada en una iglesia de Yautepec.
Los tres hechos muestran el poderío de las mafias y que la narcopolítica tiene secuestrado al Estado mexicano; su fuerza corruptora se infiltró en todos los niveles de gobierno, convirtiéndose en un poder fáctico que anula a los poderes formales.
En su defensa, los tres gobernadores hablan de campañas en su contra financiadas por sus enemigos políticos, que el fenómeno de la violencia es un problema que heredaron de los neoliberales o que es tan exitosa su lucha contra el crimen organizado que esas masacres son expresiones de grupos desesperados por las acciones de sus gobiernos.
La verdad es otra. Recordemos que el año pasado, un alto funcionario militar del Pentágono advirtió que la tercera parte del país estaba en manos del crimen organizado y que las autoridades gobernaban solo en un poco más del sesenta por ciento del territorio nacional. Se ha perdido la gobernanza y tenemos manifestaciones de un Estado fallido. La violencia desmedida que se vive actualmente es una forma de la guerra entre cárteles que se disputan a sangre y fuego el mercado de las drogas. Su poder corruptor ha alcanzado las más altas esferas de las administraciones estatales y municipales, han cooptado a policías, ministerios públicos y jueces. La narcopolítica maneja no sólo servicios de información e inteligencia, sino también las políticas públicas mismas. Los gobernadores se ven rebasados por la violencia política, lo que ha permitido que sean los grupos criminales quienes impongan candidatos a cargos de elección popular e incluso son más eficientes en la penetración de programas sociales.
Por eso es ridícula la demostración de fuerza” que quieren hacer los mandatarios y sus arengas de que no permitirán que los mafiosos se instalen en su territorio. Nada frena al crimen organizado. Se ha perdido la gobernabilidad y estamos a merced de los narcopolíticos que por su violencia demuestran que todavía son traficantes de primera generación.