Don Terramicino
Alberto Vieyra G. viernes 7, Ene 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Entre los años sesenta y ochenta del siglo pasado, Los Polivoces hacían cera y pabilo de un personaje muy popular que atendía las incipientes farmacias en México conocidas también como boticas, llamado Don Terramicino al cual imitaban como un personaje medio lurias, pero muy conocedor de los medicamentos antiguos, entre los que figuraban las perlas de éter para varios padecimientos, el DDT, un insecticida para los piojos, chinches, pulgas, moscos y otros animalitos que solían hacer la vida infernal. Aunque también don terra era docto en recetar friegas con alcohol, jarabes para la tos, las populares pastillitas con terramicina o el graneodín con benzocaína para infecciones, los mejoralitos o desenfrioles para paliar las calenturas y todo género de ungüentos, pasando por innumerables tés de los que nuestros mayores fueron expertos.
Al escuchar en la mañanera del pasado martes 4 de enero al secretario de salud, don Jorge Alcocer me recordó a Don Terramicino, un Terramicino moderno de esos que tienen en sus cuadros básicos al paracetamol, un medicamento que suele causar estragos en el hígado y riñones después de ingerirlo por algún tiempo.
Pero, también el nuevo Don Terramicino del siglo XXI dejaba ver en plenitud el negrerismo de AMLO, recetando el Vick vaporub y los tés calientes que son usados en epidemias de gripa y todo género de enfermedades respiratorias, para curar el coronavirus en los niños de 1 a 15 años, para los cuales el régimen de AMLO les ha negado la vacuna, a pesar de que las naciones del primer mundo están aplicando las vacunas a chiquillos, que en muchos de los casos suelen ser extraordinarios portadores del virus que tiene en jaque a la humanidad, aunque muchos mueren contagiados por la peste. El nuevo Don Terramicino había dicho que, a él, ni por equivocación se le ocurriría vacunar a sus nietos.
Por ejemplo, en Estados Unidos la variante Delta contagió a un promedio de mil 200 niños por día, según la BBC Mundo y las secuelas que deja el coronavirus en los pequeños son aterradoras, pues afecta a pulmones, riñones, todo el sistema respiratorio y en caso de que las criaturas no reciban terapias para regenerar su sistema inmunológico y sus órganos dañados, los estragos serán de por vida.
En México, por desgracia, los datos sobre la mortalidad e infecciones por coronavirus, no se revelan oficialmente por miedo al escándalo mediático y político, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud ha dicho que las vacunas para los niños de hasta 15 años son opcionales para cada nación, hay gobiernos como el de Estados Unidos que han cerrado sus fronteras a los niños que no hayan sido inmunizados.
El gobierno de AMLO solamente accedió a la vacunación de adolescentes de 15 a 18 años y a pesar de que el artículo 4° constitucional mandata que el derecho a la salud es para todos, el régimen cuentachiles se niega a vacunarlos y a través de don Terramicino en la era de la “cuarta transformación”, se ha dedicado a recomendar tecitos, Paracetamol, Vick vaporub y solamente le faltó recomendar rezarle a Santa Cachucha a San Cuilmas el petatero o al santo de la oreja mocha.
Como usted puede ver, Don Terramicino, Jorge Alcocer, retrata a un gobierno que no vive en la realidad, que no es serio, ni responsable de la salud de los infantes de México de quienes se dice hipócritamente que los niños son el futuro de la patria, pero Don Terra nos dice que el régimen de AMLO vive un siglo atrás y que sólo con tecitos, Vick vaporub, paracetamol se puede vencer a un silencioso agente criminal que se llama coronavirus. ¡Inaudito!