Gobernadores de vacaciones
¬ Augusto Corro miércoles 5, Ene 2022Punto por punto
Augusto Corro
Sin duda, los gobernadores mexicanos son políticos que alcanzan todos los beneficios para vivir como seres privilegiados.
Tienen esos mandatarios las posibilidades de ganar el dinero que quieren, comprar casas en el extranjero y disfrutar de vacaciones.
Llevan, pues, una vida de privilegios. En la política a la mexicana prevalece el gatopardismo, que se resume en que todo cambie para que todo siga igual.
Hoy, el tema concreto es el de los gobernadores vacacionistas que se alejan de su cargo en tiempos difíciles.
¿En que entidad no hay delincuencia organizada que combatir? ¿En que estado ya se superó la pandemia del coronavirus?
Las preguntas planteadas nos llevan a reflexionar sobre la indiferencia de los mandatarios estatales que en medio de las crisis se dan un tiempo para vacacionar.
Tales son los casos de los gobernadores Enrique Alfaro, de Jalisco; Cuauhtémoc Blanco, de Morelos; y Samuel García, de Nuevo León.
El primero anunció sus vacaciones de fin de año; el segundo decidió pasarse unos días de descanso en Brasil; y el tercero se fue a la pesca del pez espada.
Enrique y Cuauhtémoc tienen varios años en el poder y los resultados al frente de sus gobiernos son nulos.
En ambas entidades la espiral de violencia no cede. En Jalisco, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) cada día incrementa su presencia en la mencionada entidad.
Se trata de uno de los cárteles de la droga más poderosos que se ha expandido en el territorio nacional.
Y no hay poder que lo detenga: ni municipal, estatal o federal. Los abrazos en vez de balazos no funcionan.
En Morelos, el tiempo transcurre y la presencia de la delincuencia organizada se fortalece cada día. Mientras el futbolista Cuauhtémoc Blanco se divierte en Brasil, en su entidad se registran hechos violentos, a todas luces reprobables.
Por ejemplo, el juez Gabriel Domínguez Barrios y su hijo, menor de edad, fueron agredidos a balazos y a puñaladas por delincuentes que intentaron robar su vehículo.
Los hechos ocurrieron en Jiutepec, situado a 15 minutos de Cuernavaca. Los lesionados recibieron atención médica en el hospital local.
Morelos es una entidad en la que la delincuencia organizada se mueve como si estuviera en su casa.
A Cuernavaca, la Ciudad de la Eterna Primavera, ahora la citan como la ciudad de la eterna balacera.
El gobernador de Nuevo León, Samuel García, no supera su conducta frívola, indolente y grosera.
Millones de mexicanos viven en la pobreza extrema mientras el mandatario neolonés se siente el hombre más feliz con la captura de un pez espada.
Con desfachatez, el mandatario recién llegado al poder, presumió su presa que compartió con su esposa Mariana Rodríguez.
Mientras en Monterrey, Nuevo León, 35 familias perdieron todo a causa de un incendio que devoró sus humildes casas.
¿Alguien le informaría al “góber” de lo ocurrido a sus gobernados?
La situación que vive México con la amenaza constante del coronavirus no permite que sus gobernantes se tomen su periodo de vacaciones como si nada ocurriera.
Ya está sobre nuestras cabezas la cuarta ola de contagios por Covid-19 y no parece que se tomen las medidas preventivas para reducir sus efectos dañinos.
Tenemos pues, casi se podría generalizar, una clase política irresponsable a la que únicamente le interesa el poder.
Una vez que lo logran, en este caso los gobernadores, se dedican a darse la gran vida. Y una vez que terminan su mandato les espera el disfrute de riquezas mal habidas.
Tales son los casos de innumerables mandatarios, en otros el de Javier Duarte, de Veracruz; César Duarte, de Chihuahua; y Roberto Borge, de Quintana Roo.
¿Usted qué opina amable lector?