El uso político de la justicia
¬ Luis Ángel García lunes 3, Ene 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
No es novedoso que el poder político se sirva del aparato judicial para someter, reprimir o cobrar venganza de los enemigos u opositores. La justicia siempre ha estado al servicio de los poderosos y del régimen en turno. Lo que ha cambiado son las formas, cada vez más grotescas, de ejercer ese uso faccioso de la ley.
Antes se cuidaba que no se viera la mano que mece la cuna, se le daba un barrunto de legalidad al encarcelamiento de los que caían en desgracia y otros se lo ganaban a pulso, como las campañas de moralización en la administración pública; todos robaban, pero era permitido si se respetaban las reglas del sistema. Lo malo era perder la simpatía o aquiescencia del mero mero, porque entonces entraba la sentencia juarista de que, a los amigos ley y gracia, a los enemigos la ley a secas.
Había valores entendidos, incluso durante el porfiriato, es famosa la frase del general Díaz, quien, víctima de un fallido atentado y apresado su agresor, el juez de la causa lo fue a ver y le preguntó qué quería se hiciera con el detenido, a lo que don Porfirio le contestó falsamente: ”Desde cuándo un juez le pregunta al Presidente cómo se aplica la ley”. Nunca fue procesado el responsable, fue linchado por “el pueblo” en un cuarto dentro de Palacio Nacional. Desde entonces se cuidaban las formas del sometimiento de los poderes al Ejecutivo.
Pero ahora, con gran cinismo e ilegalidad, se hace uso faccioso de la justicia. El presidente de la Cámara de Diputados, por consigna, quiso demandar a los consejeros del INE por atreverse a contravenir un capricho presidencial, y el gobernador de Veracruz tiene a su disposición el aparato judicial para cumplir una venganza contra el senador Ricardo Monreal, quien denunció la detención ilegal y arbitraria de seis jóvenes que supuestamente agredieron a policías, luego de un incidente entre particulares. Una consignación exprés y un juez benevolente tiene en la cárcel a los muchachos desde septiembre sin que se haya comprobado su responsabilidad. Sólo un capricho del mandatario estatal.
Así se aplica ahora la ley en México, con la intromisión de los poderes en la procuración y administración de la justicia. Abdican poderes autónomos ante el poder político. Pero, el Ejecutivo veracruzano no sólo intervino en ese caso, a raíz de que el legislador zacatecano inició una campaña para derogar el delito de ultrajes a la autoridad -figura jurídica de que se valen, entre otras prácticas, los gobernantes para satisfacer sus venganzas personales-, Cuitláhuac García escaló el pleito y mandó fabricar un delito grave a un colaborador de Monreal. Con ello, tiene en la cárcel al secretario técnico de la Jucopo del Senado acusado de la autoría intelectual del homicidio de un ex candidato a la presidencia municipal de Cazones, Veracruz. La guerra entre los personajes morenistas va para largo y sólo se resolverán los casos cuando el gobernador afloje el sometimiento que tiene de los jueces.
El caso de la ex secretaria Rosario Robles es otra muestra de venganza política y capricho presidencial. Quien dice no ser un hombre vengativo ni rencoroso parece la personificación misma de la venganza. Acusada de un delito menor, por sugerencia de alguna oficina de Palacio Nacional, los impartidores de la “justicia” le niegan a la ex funcionaria su derecho a llevar el juicio con arraigo domiciliario. Otro tanto sucede con Carlos Ahumada -quien en otros tiempos financió las causas de la hoy 4T-, es víctima de un aferrado y demencial sentimiento de venganza por la exhibida que dio a los “impolutos” colaboradores de AMLO, y amenaza con balconear a actuales servidoras públicas.
Amigo lector: De corazón espero que a pesar de las adversidades que vivimos, el 2022 sea un año que le permita realizar todos sus anhelos. Está en nosotros sobreponernos a los obstáculos que nos imponen. Venturoso año nuevo.