¿Y ahora cómo los desarticulan?
Roberto Vizcaíno jueves 12, May 2011Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Más preocupante que todo lo anterior (que el costo en miles de millones de pesos), sea el engrosamiento de los cuerpos armados. ¿Cuántos eran al inicio de esta guerra y cuántos son ahora? ¿Qué va a ser de ellos cuando termine esta guerra? ¿Cómo los van a desarticular y reencauzar a la vida civil para que no se vayan al otro bando?
La guerra de Felipe Calderón contra los malos, no sólo tiene un enorme costo en vidas, casi 40 mil al día de hoy, sino en pesos y centavos, que quizá asciende ahora a los 550 mil millones de pesos.
Sí es cierto lo que dijo el secretario de Hacienda y precandidato presidencial panista en Washington hace poco, Ernesto Cordero, las erogaciones en esta guerra representan ya los 200 mil millones de pesos por año.
Así, al término de su gestión en diciembre del próximo año, el régimen del panista Felipe Calderón se podría haber gastado 800 mil millones de pesos en combatir sin disminuir a los malos. Muchísimos más millones de los que habría destinado a otros muchos programas vitales para el país.
Pero este costo no sólo queda en vidas y dinero, sino en el crecimiento insospechado de una estructura de combate que significará cientos de miles de hombres preparados y mentalizados para la guerra y debidamente pertrechados que serán una herencia muy peligrosa, amenazante para el siguiente Presidente de la República, y para el país mismo.
¿Cómo desarticularlos sin que se vayan en buena parte a integrar las filas de los malos, como ha ocurrido en el pasado?
¿A que mando, a qué personaje responderán?, ¿es por ello que el cuestionadísimo secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, confina en repetir el próximo año? ¿En cuántos elementos ha crecido las fuerzas de su secretaría?, ¿Es cierto que sus tropas forman ya un Ejército paralelo al integrado en la Defensa Nacional, superior en número al de la Marina y del Estado Mayor Presidencial?
¿Quién nos asegura que quizá no todas, pero sí un buen porcentaje de los hechos de violencia en el país no provienen de estas filas que son las beneficiadas directamente por estos hechos?
Si de algo sirven para darnos una idea de estos riesgos, aquí rescatamos la información básica publicada el sábado por el diario “Reforma”, que a su vez reproduce partes del Informe de la Cuenta Pública de 2010 enviada por Presidencia al Congreso.
Bajo el encabezado de “Dan más a Sedena y Marina”, “Reforma” informa que el año pasado el presupuesto asignado por los diputados a las 4 dependencias federales involucradas directamente en la guerra de Calderón contra los narcos y la delincuencia organizada, sumó los 103 ml 843 millones de pesos, pero que estos montos no fueron respetados porque a dos de ellas se les dieron recursos excedentes para sumar al final 111 mil 850 millones de pesos.
El diario indica que las 4 dependencias federales involucradas directamente por Felipe Calderón a su guerra, son: Defensa Nacional, Marina, PGR y Secretaría de Seguridad Pública. Nosotros agregaríamos al Cisen y en buena parte a la Secretaría de Salud.
Sedena, dice, fue la más privilegiada: de 43 mil 632 millones aprobados ejerció 52 mil 597 millones, 8 mil 965 millones más; un incremento del 20 por ciento. Eso ocurrió, informa, debido a un aumento de mil pesos mensuales a la tropa que significó una erogación adicional de 2 mil 23 millones de peso. Otros mil 400 millones fueron al Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar para la compra de equipos de radiocomunicación y armas y mantenimiento de pistas para bases aéreas militares… otros recursos fueron a equipos electrónicos de inteligencia y vehículos Humvee blindados, al tiempo que se dio un anticipo para comprar 6 helicópteros EC-725-Cougar.
A su vez, la Marina ejerció 2 mil 424 millones de pesos adicionales a los 15 mil 992 millones aprobados por los diputados para sumar así un total de 18 mil 416 millones es decir, un 15 por ciento más. Eso se destinó, informó Marina, entre otras cosas al mantenimiento y conservación de barcos, aviones y helicópteros y otros vehículos; maquinaria y equipo; a la remodelación de la Escuela Naval Militar en Veracruz, así como a la construcción de 5 buques patrulla, la terminación de 2 más de vigilancia marítima la compra de 2 aviones de vigilancia y 3 helicópteros de transporte y carga. Esos recursos extras se fueron además en el Proyecto Inteligencia Naval y Comando y Control y modernización de la red de comunicaciones e informática.
En 2010 la Secretaría de Seguridad Pública, encabezada por Genaro García Luna, ahorró a su vez 2 mil 252 millones de pesos, debido a que el Sistema Nacional de Seguridad Pública es operado ya por Gobernación.
La PGR, dirigida por Arturo Chávez Chávez -renunciado recientemente-, ejerció a su vez 1 mil 130 millones de pesos menos de los 11,781 que le fueron asignados por los diputados.
En su colaboración habitual en “La Jornada”, el ex gobernador de Morelos y ex encargado del área de Inteligencia Nacional, el general retirado Jorge Carrillo Olea, advierte que la guerra de Calderón tiene un costo presupuestal simplemente no explicitado como debiera corresponder a un país democrático.
“La guerra contra el narcotráfico está consumiendo recursos muy importantes… El Ejecutivo está dedicando cada vez más recursos a ella, a la que, según los especialistas nacionales y extranjeros, no se ve el fin.
“De cuatro dependencias concentradas exclusivamente en la lucha contra el narcotráfico -Sedena, Semar, SSP y la PGR-, sus presupuestos en conjunto se ha visto incrementados en casi 60 por ciento en la presente administración. Destaca de manera significativa el presupuesto de la SSP, que se ha incrementado 140 por ciento. El presupuesto de la Sedena pasó de 32 mil 200 millones de pesos en 2007, a 34 mil 861 millones en 2008 y a 43 mil 623 millones en 2009.
“La Semar pasó de 10 mil 951 millones de pesos en 2007, a 13 mil 382 millones en 2008 y a 16 mil 59 millones en 2009. La SSP pasó de 13 mil 664 millones de pesos en 2007, a 19 mil 711 millones en 2008 y a 32 mil 916 millones en 2009. Y el presupuesto de la PGR, pasó de 9 mil 216 millones en 2007, a 9 mil 307 millones en 2008 y a 12 mil 309 millones en 2009. Es muy válido hacer notar que esos números son sólo hasta hace prácticamente dos años”, precisa.
Por todo ello, exige Carillo Olea, es necesario “transparentar el gasto, pues subsiste la duda, fundada en antecedentes, sobre la constante falta de escrúpulo en el manejo de esos caudales”.
Y agrega: “Desde la antigüedad, tras los ejércitos marchaban los mercaderes, aprovisionadores, contrabandistas, intermediarios de casi todo. Hoy es igual. Es el caso del Pentágono, donde sus grandes proveedores son terriblemente manipuladores de las decisiones oficiales hacia sus propios intereses. Es la poderosa industria militar estadunidense y son los senadores y congresistas quienes allá operan con toda naturalidad coyoteando (lobbying) en favor de las firmas de su conveniencia.
“Aquí somos más elementales. Seguimos pasando la charola. Quienes conocen la realidad son los proveedores y contratistas mexicanos y extranjeros, principalmente estadunidenses, franceses y españoles. El Presidente convive socialmente con ellos de manera casi cotidiana, sabe qué representan, también sabe que ellos nunca hablarán y sabe también que él nada insinuará.
“Ya la plaga de la guerra presidencial es suficiente para agobiar en lo moral y material al pueblo. No encima de la guerra habremos de afrontar con mucha vergüenza y ya mínima capacidad de admitir nada, el saber que la tal guerra pudo costar la mitad.
“¿Habrá que esperar a que surja el escándalo al develarse la corrupción para ver cómo se afronta esa tempestad? ¿No sería mínimamente sensato corregir y sancionar lo necesario antes de que todo caiga encima de Calderón? Hay tal hartazgo que surgen las imputaciones por doquier. La forma más tonta de querer verle la cara al pueblo sería tratar de explicar que dicha información es de seguridad nacional. ¿Se atreverían?”, concluye Carrillo Olea.
Quizá más preocupante que todo lo anterior, sea el engrosamiento de los cuerpos armados. ¿Cuántos eran al inicio de esta guerra y cuántos son ahora? ¿Qué va a ser de ellos cuando termine esta guerra? ¿Cómo los van a desarticular y reencauzar a la vida civil para que no se vayan en su mayoría al otro bando?