El Inegi, a prueba
¬ Luis Ángel García viernes 17, Dic 2021Por la Derecha..!
Luis Ángel García
El Presidente anunció la designación, luego de que la ratifique el Senado, de la ex secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, como nueva directora del Inegi. Así, otro organismo autónomo e independiente cerrará filas con el proyecto político de la 4T. Si algo incomoda al inquilino de Palacio Nacional es que cuestionen sus decisiones en materia económica y desarrollo.
México atraviesa por la peor crisis desde l932, por tercer año consecutivo no habrá crecimiento y continuarán los números rojos, como el año pasado que, por la pandemia, el desempleo y el cierre de empresas, llegamos a un decrecimiento del -8 por ciento. Este 2021, al estancamiento económico se suma una inflación no vista desde hace más de 20 años. Pero, en la Presidencia tienen otros datos. En ese mundo feliz, no hay desempleo, sobran las medicinas, el sistema de salud es como en Dinamarca, no mueren los niños con cáncer, el incremento al salario mínimo alcanza para más kilos de tortillas, otros países copian nuestro modelo económico y se exportan los programas clientelares, nos damos el lujo de enviar al secretario de Hacienda a asesorar al mandatario peruano, cuya estabilidad política no es muy buena. Los empresarios ofrecen perdón por la traición a la patria que cometieron cuando eran neoliberales. No hay inseguridad ni violencia desbordada. Se acabaron los feminicidios y la violencia intrafamiliar.
Pero la realidad es completamente distinta. Por ello en la 4T se aferran a un proyecto populista que los mantenga en el poder. Necesitan de un Instituto dócil que justifique y avale las decisiones de política económica, aunque sean erróneas. Los técnicos y especialistas del Inegi ya no necesitarán de las bases científicas para sus estadísticas, tampoco les importarán los censos económicos ni estarán al pendiente de las cifras de los organismos internacionales, será obsoleta la economía comparada. Adiós crecimiento y desarrollo. Con una directora a modo, el Inegi cambiará su metodología para medir el bienestar. Que se olvide el Coneval, la OCDE, la OMC, el Banco Mundial, el FMI de querernos comparar con las 20 economías más grandes del mundo; nuestros socios comerciales tampoco podrán imponernos compromisos de política laboral ni suponer que se equilibraran los salarios con los de sus trabajadores.
El organismo encargado de las estadísticas y mapeo de la realidad nacional tendrá que ajustar sus marcos teóricos, cambiarán las mediciones, los indicadores y variables del desarrollo y el crecimiento. En el nuevo mundo feliz se medirá el estado de bienestar. Así, el gobierno no tendrá que preocuparse por la inflación, el desempleo, el cierre de empresas, el incremento en la inalcanzable canasta básica, ni le preocupará la calidad de la educación o de los servicios de salud. Bastará con contabilizar el número de beneficiarios de las pensiones para adultos mayores, madres solteras y las becas para jóvenes construyendo el futuro. Si, el parámetro para medir el bienestar será la población clientelar de la 4T: Los viejitos que reciben un subsidio para paliar la miseria y los ninis que bimestralmente reciben una dádiva por no hacer nada. También se contarán como empleos formales los ciudadanos que se incorporan temporalmente al programa “Sembrando Vida”.
Se ocultarán los más de diez millones de nuevos pobres o los que viven en la pobreza extrema. Lejos estaremos de reducir el índice de la miseria cuando más de 55 millones de mexicanos no tienen para comer.
Las nuevas autoridades del Inegi tendrán mucho trabajo para justificar, a través de la ciencia, la existencia de un mundo feliz.