“La manta es el mensaje”
Francisco Rodríguez miércoles 24, Feb 2010Índice político
Francisco Rodríguez
DICE EL EXPERTO en comunicación social, José Carreño Carlón -quien fuera encargado de esa área en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari- que con las llamadas narcomantas los grupos delincuenciales “completan la violencia física y los otros mensajes explícitos en las cabezas de los decapitados, en las víctimas de todos los días y en la suma misma de los muertos”.
También, parodiando al Marshall McLuhan, dice Carreño: “la manta es el mensaje”.
Poderosos. Estrategas con alto grado de eficacia. Carecen de contraparte en la fallida administración del señor Felipe Calderón, cuyos “especialistas” en medios sólo alcanzan a dictar “cabezas” periodísticas, como la principal hace dos días en diario Milenio, donde es noticia el estado de ánimo del ocupante de Los Pinos: “Calderón, feliz con el frente anti-EU”. So what?, preguntaría la Gómez Zalce. A menos, claro, que lo novedoso sea que el michoacano no estuvo enojado, a la defensiva, cual siempre está.
Muestra de ese su poderío, de esa su eficacia como estrategas, fue la colocación de narcomantas “en plenas narices” -como se dice- de los elementos del Estado Mayor Presidencial, del Ejército, la Marina-Armada y los “pefepos” de la disminuida SS de Genaro García Luna, en el área donde estaban reunidos 24 presidentes y jefes de Estado con el señor Calderón.
Dos de las mantas aparecieron en la colonia Ejidal, de Playa del Carmen, y otras tres más en Cancún, en avenida Bonampak con López Portillo y otra más en la avenida Kabah, aunque fueron retiradas de forma rápida por policías municipales.
Al mismo tiempo, mantas similares fueron colocadas en otras varias poblaciones del Golfo de México y de Nuevo León.
Un mismo texto, un claro mensaje de los “comunicadores sociales” del grupo delincuencial autodenominado cual el de “Los Zetas”, donde aparentemente incursiona en el terreno electoral, ahora para criticar las alianzas del autoderrotado PAN con el menguado PRD de Los Chuchos.
“Es tanto su miedo que ahora se estan (sic) juntando para pelear. De uno(,) de ninguna forma pueden hacernos daño(,) bola de incautos. Es tanta su desesperacion (sic) que no encuentran que (sic) hacer. Es una vergüenza que ahora estan (sic) anunciando alianza para decirle al país que saben que estan (sic) derrotados.
“Ahora se juntan los más mensos, es para dar risa, no se dan cuenta que estamos en sus terrenos, en cada parte que haya señal de telcel o mcdonal hay un ‘Z’. Ahi (sic) se mira su desesperacion (sic), su incapacidad para hacernos frente, es tanto su miedo que se quieren dar calor unos con otros. Se me figuran niños temblando de miedo y tapandose (sic) con una cobija hasta la cabeza diciendo uy ahi (sic) viene el mostruo (sic)”.
Poderosos. Sin contraparte al frente, pues la respuesta se reduce a recoger rápidamente las mantas, para después enviarlas a alguna dependencia de la PGR, para que “se inicien las averiguaciones correspondientes”, se abran “varias líneas de investigación”, y finalmente todo quede en un archivo muerto.
Y ahí está precisamente el mensaje. El del poderío. El de su alta capacidad organizacional y estratégica. El de la impunidad.
¿Dónde está la “inteligencia” de la administración federal embarcada en una “guerra” que indudablemente está perdiendo?
¿Y “el pentagonito” que tanto presumió García Luna?
Si los grupos delincuenciales son capaces de irrumpir en zonas altamente resguardadas por las fuerzas del orden (jejeje), ¿qué sucede en otras áreas donde la administración ha abandonado el territorio -confesión de Jorge Tello Peón- y ha dejado a la población a su suerte?
La pregunta a los editores del diario Milenio, sería ahora, si las narcomantas le quitaron lo feliz al ocupante de Los Pinos, ¿no cree usted?
Índice Flamígero: Retenes y más retenes. Por todas partes. Estorbando la circulación del sur al norte del país. Raras, pocas veces, en los trayectos del norte al sur. Uno de ellos, en Sonora, fue el marco para que el fin de semana anterior, un piquete de soldados jugara al futbol con el teléfono celular del diputado Gerardo Fernández Noroña, quien estuvo retenido por más de una hora, no obstante que blandió el texto constitucional que reza aquello de que nadie puede ser molestado en su persona o domicilio sin previa orden judicial. Los mayores retenes, empero, son las casetas de cobro de la paraestatal Caminos y Puentes, donde la presencia del Ejército es permanente… y disuasoria.