Migrantes sin protección
¬ Augusto Corro martes 14, Dic 2021Punto por punto
Augusto Corro
El jueves 9 de diciembre se registró una de las más grandes tragedias de migrantes en México.
Perdieron la vida 55 migrantes y decenas resultaron lesionados.
Viajaban en la caja de un tráiler acondicionado para transportar a los indocumentados.
El chofer perdió el control del camión que conducía a exceso de velocidad. El hecho se registró a la altura del kilómetro 9 de la carretera Tuxtla-Chiapas de Corzo. La mortandad de migrantes volvió a evidenciar la falta de vigilancia para evitar que ocurran tragedias tan cruentas.
¿Nadie vigila?
El problema de la migración no es sólo de México: es mundial.
Sin embargo, no hay un interés real de los gobiernos que busquen la solución de la migración ilegal.
En ese sentido, nadie se responsabiliza de lo que ocurre en sus países.
Por ejemplo, en México, quien o quienes son los culpables de las decenas de indocumentados muertos.
¿No hay una sola caseta de vigilancia que revise el contenido de los camiones de carga?
¿De que sirve que los pueblos fronterizos del norte y sur de México tengan la presencia de militares y guardias nacionales, si continúan los viajes de la muerte de indocumentados?
Expuestos a todos los peligros
En sus países, los migrantes son víctimas de los “polleros” o “coyotes” que por determinadas cantidades de dólares se comprometen a llevarlos a Estados Unidos.
Esos traficantes de personas no cumplen siempre con su palabra. Siempre es un riesgo viajar por las carreteras mexicanas.
Lo saben muy bien los migrantes; pero prefieren probar suerte a pesar de los resultados. No son únicamente los accidentes en los que pierden la vida los indocumentados.
También son secuestrados, extorsionados y asesinados por la delincuencia organizada. Ahí están los casos de las masacres en Tamaulipas.
En su ruta, cuando las caravanas van a pie, los indocumentados son objeto de discriminación y racismo.
Concretamente, en los meses recientes, en algunos pueblos eran rechazados por la población, debido al temor a los contagios por Covid-19.
Migrantes, sin opciones
Los migrantes huyen de sus pueblos de origen debido a múltiples problemas, como son la pobreza y la violencia.
Haití, Honduras, Guatemala, El Salvador, Venezuela, México son los principales países de donde salen los principales grupos migratorios.
En Centroamérica, la población vive en la miseria. No cuenta con fuentes de empleo.
Y como si lo anterior no fuera suficiente, la gente vive agobiada por la espiral de violencia provocada por las bandas de narcotraficantes. Se suman los estragos producidos por los fenómenos naturales que azotan cada año a la región. Los pobladores de los países centroamericanos pierden sus cosechas. A los indocumentados no les queda otra vía que emigrar.
Gobiernos incapaces
Los gobiernos de los países mencionados ya mostraron su incapacidad para resolver el problema.
No es algo fácil; pero si no se pone ni el mínimo empeño para solucionarlo la situación se complica.
Y México padece la migración por ser vecino de Estados Unidos, la meta para alcanzar el llamado “sueño americano”. Así pues, veremos circular a miles de indocumentados que tienen que pasar por el territorio mexicano rumbo a la frontera norte.
Sin duda, son innumerables las organizaciones defensoras de derechos humanos que intervienen en la protección de migrantes.
Sólo que el papel que desempeñan es muy pobre e inútil, pues las tragedias cada vez cobran más víctimas.
El papel de México
México juega un papel muy importante en el problema migratorio: supuestamente sirve para detener la corriente migratoria. Pero ya nos dimos cuenta que no es suficiente lo que se hace para controlar el paso de indocumentados por sus fronteras.
Las caravanas de indocumentados llegan hasta el centro del país, luego de viajes de cientos de kilómetros a pie, porque las autoridades no les permiten usar autobuses para trasladarse.
El gobierno mexicano promueve un programa para estimular a la gente a no abandonar sus lugares de origen.
Se trata de una idea a la que no todos los países quieren participar.
Por ahora, México cumple con las órdenes de Estados Unidos de que los migrantes se queden en México mientras les conceden la visa para vivir en Estados Unidos.
Por cierto, la reactivación de “Quédate en México” convierte en ollas de presión a ciudades fronterizas del país, que ya están saturadas de migrantes.
¿Usted qué opina amable lector?