El INE y el perro
Alberto Vieyra G. lunes 13, Dic 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Usted y yo sabemos que “con dinero baila el perro, pero si no hay dinero, pues no baila el perro”. ¡Así de sencillo, así de simple!
Y es que mire usted, por las purititas pistolas de AMLO la mayoría de los diputados de Morena y sus rémoras aliadas, le tumbaron de un machetazo en el Presupuesto Federal para el 2022, 4 mil 900 millones de pesos que serían para la organización de la tan cacareada “Revocación de Mandato”, que tanto le interesa a AMLO y por la cual anda en campaña electoral por todo el país, sin importarle la pandemia del coronavirus.
La Revocación del Mandato es un plan con maña. Si no hay dinero, la lógica es que no habrá Revocación de Mandato, a menos que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelva a la brevedad posible, la controversia constitucional interpuesta esta semana por el árbitro electoral de México para que le restituyan esa lanota de su presupuesto.
Si la Corte falla en contra del INE, López Obrador y su partido dirán que “México tiene un INE antidemocrático”, “un INE al servicio de los conservadores fifís y de la mafia del poder”. A partir de esa tesis de desprestigio, AMLO y Morena se darán a la tarea de empujar en el Congreso de la Unión una reforma político-electoral para que AMLO se apoderé del aparato electoral de México al más puro estilo del viejo PRI, para perpetuarse en el poder.
Ahora, hagamos supositorios, sí, supongamos o suponga que la Corte falla en favor del INE, esa institución que hasta hoy ha dado sobradas muestras de ser garante de la alternancia democrática y política, tendrá muy poco tiempo para organizar una Revocación de Mandato que resulte al gusto de los caprichos del presidente de la república.
Pero, además antes de que termine este diciembre y sus posadas, AMLO y Morena deberán aportar al INE 3 millones de firmas impresas y por medios electrónicos para que se proceda a realizar la revocación de mandato para la cual se requiere que voten 37 millones de mexicanos voten, es decir, el 42% del electorado nacional, para que se vaya o se quede AMLO en Palacio Nacional, lo cual se antoja imposible, puesto que en 2018, cuando estaba en los cuernos de la luna en materia de popularidad votaron por él poco más de 30 millones de electores, pero en la última elección federal la caída que sufrió Morena fue estrepitosa, a grado tal de que en la capital de la República se convirtió en un partido de la chiquillada.
En ese tobogán, difícilmente AMLO ganaría el sí, para su permanencia en el poder. Él sabe que para que la Revocación de Mandato sea legal, requiere de esos números y no de sus “otros datos”. Así que la lógica nos dice que, si él sabe que va derechito a sufrir una vergonzosa derrota política el 10 de abril próximo, lo mejor es que naufrague la Revocación de Mandato para que no haga el peor ridículo de su vida y de bajada.
Así que el único recurso que a AMLO le queda es cargarle las pulgas al INE y argumentar que Lorenzo Córdova y compañía deben ir a juicio político porque son los principales enemigos de la democracia que AMLO no le gusta, porque no le beneficia a él.
Ese podría ser un extraordinario momento para que Lorenzo Córdova le diga adiós al INE para convertirse en posible candidato presidencial de la alianza opositora PRI, PAN, PRD para 2024.
Para que Lorenzo Córdova y demás consejeros electores puedan aspirar a un cargo de elección popular, necesariamente tienen que renunciar a sus cargos con 2 años de anticipación, como lo marca el artículo número 41 constitucional en su último párrafo.
Por ahora, en Morena andan pariendo chayotes buscando utilizar las firmas de los viejitos de la tercera edad y discapacitados para que puedan acumular los 3 millones de firmas bajo el argumento de que “hay que apoyar al señor Presidente, que hasta hoy les ha cumplido con sus apoyos de pensiones”. Sí, AMLO y Morena van sobre el botín electoral utilizando los programas sociales como dádivas de clientelismo electoral.