Senadores agachones
Alberto Vieyra G. viernes 10, Dic 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El Senado mexicano que preside la ex ministra de la Corte, Olga Sánchez Cordero, cuyo trabajo al frente de Gobernación dejó mucho que desear, declinó promover una controversia constitucional contra el “decretazo” de AMLO, disfrazado de “acuerdo” para las obras públicas sean consideradas de interés público y seguridad nacional, lo cual impedirá que los ciudadanos podamos conocer en dónde estuvieron los trinquetes con nuestros dineros públicos aprobados por el Congreso de la Unión.
La negativa de la señora Sánchez Cordero para evitar que AMLO monte en cólera en contra de sus incondicionales senadores agachones, será el INAI la institución quien impugnará ante la Suprema Corte el “decretazo” de AMLO para que impere la transparencia en el gobierno y no la opacidad, que haga pensar a la gente que hay gato encerrado en toda la obra pública del gobierno federal. Lo que AMLO quiere es que ni usted, ni yo sepamos en qué se gastan nuestros dineros públicos, lo cual evitará que la Auditoría Superior de la Federación no pueda llevar a cabo auditorías correspondientes para saber dónde hubo trinquetes sexenales.
El acuerdo publicado el pasado 22 de noviembre incluye proyectos y obras ligadas a los sectores de telecomunicaciones, aduanero, fronterizo, hidráulico, hídrico, medio ambiente, turístico, salud, vías férreas, ferrocarriles en todas sus modalidades, puertos y aeropuertos; además de aquellos que “por su objeto, características, naturaleza, complejidad y magnitud, se consideren prioritarios o estratégicos para el desarrollo nacional”. AMLO quiere que todo sea oscuro en el régimen de la “Cuarta Transformación” y eso es violatorio del artículo 108 constitucional. Una constante en el dizque régimen de la “Cuarta Transformación” es la violación a la Constitución y las leyes que de ella emanan. AMLO se pinta solo en eso de lo extralegal.
El INAI, a través de su presidenta, Blanca Lilia Ibarra Cadena, fundamenta su querella ante la Corte aduciendo vicios de institucionalidad y añade: “Uno de los principales ejes en los que se fundamentó la controversia constitucional radica en el artículo 108 de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, donde se especifica que “no se pueden emitir acuerdos de carácter general ni particular que clasifiquen documentos o información como reservada”, principal punto a cuestionar del “decretazo” impulsado por AMLO.
Este “decretazo” disfrazado de “acuerdo” esperará en la Corte a que le toque turno para determinar su inconstitucionalidad, como ocurrirá con otro decretazo de mayo pasado, en el que AMLO militariza al país así nomás por sus pistolas.
Pero, en lo que son peras o son manzanas ha vuelto a llamar poderosamente la atención la perorata de AMLO en la que culpa de todos los males que vive el país a la “mafia del poder”. ¿Cuál “mafia del poder”, la que se fue, la que está, las mafias criminales o la mafia del poder empresarial? ¿A qué mafias se refiere AMLO con ese tan gastado discurso con el que ha engañado a los mexicanos? ¿No le parece a usted que ya es hora de que se ponga a chambear y se deje de culpar a los sexenios que le antecedieron, o sea, de ver la paja del ojo ajeno y no la viga en el ojo propio?
AMLO ha utilizado como recurso retórico, de simulación política y de engaño a los mexicanos el hacerse pasar como víctima, de que todo mundo lo critica y lo vapulea en los medios de comunicación, a los que reiteradamente llama “el hampa del periodismo”. Los rancheros allá en mi tierra dicen que el que se ríe se lleva y el que se lleva, pos se aguanta.