Baraja citadina
Ramón Zurita Sahagún jueves 9, Dic 2021De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Inmersos en el juego de la sucesión, la CDMX no podía quedarse al margen de las especulaciones, rumores y vaticinios, sobre quién podría ser el próximo gobernante de la capital del país.
Por ser la ciudad más grande del país en relación a la población que la habita, es una reserva natural de votos a la que aspiran todos aquellos que planean competir por la Presidencia de la República.
Los partidos afilan sus machetes para entrar dentro de la competencia, en la que hoy por hoy, Morena es el partido con mayores posibilidades de victoria de acuerdo con encuestas y sondeos.
Como sucede en la mayor parte del país, los principales contendientes surgen de las filas del Movimiento Regeneración Nacional que alimenta a la Cuarta Transformación, con el pesar de muchos.
Por más que se busquen prospectos en los partidos de oposición ninguno rivaliza con la presencia mediática y conocimiento que se tiene de los aspirantes de Morena.
Dentro de la 4T hay candidatos para dar y prestar, unos con mayores posibilidades que otros, pero todos ellos movilización a sus huestes y miden sus posibilidades de llegar a concretar la aspiración.
Hay un personaje, cuya aspiración rebasa su medición sobre la posibilidad de ser el próximo jefe de Gobierno e la capital del país. Ricardo Monreal se mantiene dentro de los personajes que desean participar en la principal competencia electoral dentro del país.
Él manifiesta su deseo de ser Presidente de la República, aunque algunos consideran que no encaja dentro de la categoría o nivel de otros prospectos como Claudia Sheinbaum o Marcelo Ebrard, aunque en las mediciones se le ubica como el posible tercero en discordia.
Por eso Ricardo Monreal es medido como el candidato idóneo que podría tener Morena para la capital del país, donde entraría como cuchillo en mantequilla, aunque se desconoce si ese premio de consolación satisfaría sus aspiraciones.
El zacatecano está empecinado en la candidatura presidencial, aunque no le gustan los ordenamientos que prevé su partido para regular la competencia por la candidatura presidencial. Desea cambiar el método de encuestas, por uno de consulta abierta, algo que no pasa por la mente de los dirigentes y de su guía moral
En 2018, Monrel Ávila mostró su deseo de ser candidato al gobierno de la CDMX y participó, contra su voluntad en una encuesta que realizó su partido, en la que fue relegado al tercer lugar, detrás de Claudia Sheinbaum y Martí Batres. Después de un largo coqueteo con varios partidos ajenos a Morena que le ofrecieron la candidatura, Monreal cedió su espacio y aceptó ser senador de lista y con ello la coordinación de su grupo político en el Poder Legislativo.
Dicho arreglo no dejó muy satisfecho al zacatecano, aunque lo aceptó para no dañar la competencia que se veía favorable para su partido, aunque en esta ocasión él mismo repite que no quietará el dedo del renglón de su aspiración presidencial.
Y es que nuevamente, las figuras de Claudia y Martí se atraviesan en su ruta. La primera como la principal aspirante a la candidatura presidencial de Morena y el segundo como eterno aspirante al gobierno capitalino.
Monreal es un político abierto que no pretende quedarse cruzado de brazos, por lo que de no entrar en el paquete de los protagonistas de la candidatura presidencial de Morena y de ser relegado o maltratado dentro de su partido, se convertirá en un bocado sumamente apetecible para los llamados partidos minoritarios que tratarán de convencerlo para sumarse a sus filas, ya que podría ser un candidato apreciado para la Presidencia de la República o la jefatura de Gobierno de la CDMX.
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Dentro de los aspirantes al gobierno capitalino encuestados por el diario Reforma faltaron algunos nombres que seguramente pronto podrían ser enlistados con amplias posibilidades de ser postulados. Margarita Zavala se advierte como una candidata natural, Enrique de la Madrid podría ser otro y Salomón Chertorivski, que ya lo intentó una vez.