La lealtad del Ejército mexicano
¬ Vladimir Galeana Solórzano miércoles 1, Dic 2021A tiempo..!
Vladimir Galeana Solórzano*
La confrontación de la gran guerra, después denominada la Primera Guerra Mundial, surgió a raíz del asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo, iniciando el 28 de junio de 1914, misma que finalizó hasta noviembre de 1918, cuando Alemania aceptó las condiciones del armisticio. Después vendría otra etapa sangrienta cuando el 1 de septiembre de 1939, el ejército alemán invadió Polonia, con lo que se desencadenó el comienzo de las hostilidades en las que la mayor parte de las naciones del mundo participaron divididas en dos bloques. El eje integrado por Alemania, Japón e Italia, y los aliados donde estaba Francia, Polonia, Gran Bretaña e Irlanda del Norte y otros países que después se sumarían al conflicto bélico.
Tras el ataque a las instalaciones de la base estadounidense de Pearl Harbor, Estados Unidos se unió al bloque de los aliados. Hasta entonces, México mantenía una posición de neutralidad frente al conflicto bélico, pero en mayo de 1942 embarcaciones mexicanas que abastecían de petróleo a Estados Unidos fueron atacadas por submarinos alemanes. La embarcación “Potrero del Llano” fue hundida el 13 de mayo de 1942 frente a las costas de Florida. Ese mismo año el “Faja de Oro” fue atacado el 20 de Mayo, el “Tuxpan” el 26 de junio, “Oaxaca” el 27 de Julio, y “El Amatlán” el 4 de septiembre. Eso motivó que el presidente Manuel Avila Camacho, General por cierto, declarara el “Estado de guerra”.
México colaboró con el ejército norteamericano formando un escuadrón que fue entrenado por los estadounidenses y que a partir del primero de enero de 1945 recibió la denominación de “Fuerza Aérea Expedicionaria”, conocida popularmente como el “Escuadrón 201”, que participó en más de noventa y cinco misiones y acumuló más de 1,900 horas de vuelo en la liberación de Las Filipinas, en Luzón y Formosa, perdiendo la vida siete pilotos. Habrá que decir que dicho escuadrón realizó 53 misiones a tierra y regresó a México el 18 de noviembre de 1945 para desfilar a la Plaza de la Constitución y entregar la bandera al “Presidente Caballero”, Don Manuel Ávila Camacho.
El Ejército mexicano es una institución a la que los mexicanos seguimos admirando, apreciando y queriendo, porque hasta ahora ha dado muestras de su lealtad no tan sólo a la Patria, sino a los millones de mexicanos de todos los confines del país. Si alguien se ha ganado nuestro respeto es el Ejército Mexicano y la Marina Armada de México, porque han estado en los momentos más difíciles. Cuando este periodista participó en las labores de rescate durante el temblor de 1985, encontramos muchas cosas de valor en los túneles que hacíamos para rescatar a los atrapados en los escombros, y los valores encontrados se los entregábamos a los soldados, quienes después hicieron una entrega de todo a los sobrevivientes.
Cuarenta años después sigo siendo un orgulloso admirador de nuestras fuerzas armadas. No así de sus mandos. Los hombres y mujeres que las integran tienen el firme propósito de engrandecer a su patria y combatir las posibles eventualidades que pudieran presentarse en nuestro devenir histórico, y eso es lo que hace grande a nuestros soldados y marinos. Pero creo que independientemente de su carácter apolítico, hoy podemos asegurar que los principales mandos están faltando a su juramento, porque no están entregándole su lealtad a los mexicanos, sino a un proyecto político de un sujeto que se siente predestinado para entronizar una dictadura populista.
Se que me ganaré la animadversión de muchos mandos operativos del Ejército mexicano y de la Marina Armada de México, pero no puedo concebir que sus principales mandos tengan una obediencia ciega a un proyecto político lesivo para la mayor parte de los hombres y mujeres de este país solamente por seguir detentando el poder como lo pretende hacer de manera totalitaria el señor Andrés Manuel López Obrador. Su principal obligación es proteger a los mexicanos de todas las latitudes, de todas las condiciones sociales, de todas las militancias, y no realizar complicidades con el corrupto poder presidencial que por desgracia pretende establecer una dictadura. ¿De qué lado se colocarán? Los mexicanos sabremos en el corto plazo que tan patriotas son. Al tiempo.
* Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.