Otro frente cívico
Ramón Zurita Sahagún lunes 29, Nov 2021De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La democracia es una parte fundamental de las naciones para otorgar bienestar a la población y permitir el desarrollo del país.
Se trata de una palabra recurrente para aquellos que viven para y por la política y en nombre de ella se cometen atrocidades de todo tipo, aunque el real uso de la democracia arroja resultados benéficos para la población.
Todos aquellos que participan en la política, sin importar de qué lado se encuentren usan el término democracia para justificar, o intentan hacerlo, su accionar.
Ofrecen democracia, principalmente, aquellos que buscan el poder que ostentan otros y lanzan su proclama basados en lo que se dice se requiere para el cambio.
No son pocos los que cada proceso electoral se presenta como la opción democrática y cuando obtienen el poder entran en una catarsis que los hace olvidar la mención de dicha palabra.
En México, la democracia siempre ha sido un pretexto en la búsqueda del poder y una y otra vez se usa como excusa y pretexto de campaña de aquellos personajes que buscan consolidarse en el poder y que tiene como coartada el uso de las urnas.
Cada ocasión que un grupo desea destacar dentro de la actividad política recurre al uso de palabras como democracia y se autollaman contrapeso ante las arbitrariedades y centralismo del gobierno y comienzan su lucha para intentar arrebatarle el poder al que lo detenta.
El nombre es lo de menos, su pueden llamar de la forma que quieran y elaborar su catálogo, decálogo, proyecto, estatuto o lo que sea, con tal de conformar un bloque que se enfrente con los partidos constituidos.
A tres años de los comicios presidenciales, llama la atención la conformación de un grupo que bajo el nombre de Frente Cívico Nacional buscará la postulación de un candidato de oposición que reciba el respaldo de todas las corrientes políticas ajenas a Morena.
Para tal efecto inició con la cosecha de nombres que avalen dicha posibilidad y que ayuden en la búsqueda de ese personaje capaz de enfrentar a las urnas a quien resulte candidato o candidata del Movimiento Regeneración Nacional.
El frente llama la atención por la cantidad de nombres conocidos que lo integran, aunque la mayoría de ellos son saltimbanquis políticos, que pasan por uno y otro partido en busca de posiciones políticos y que se ahora se encuentran lejanos de los primeros planos.
Son hombres y mujeres que antes de este frente cívico conformaron otros grupos y ahora buscan reverdecer laureles, cuando han sido marginados y que confían en que su oferta sea aceptada por los partidos y coincidan en la identificación de ese personaje que mueva consciencias y motive a los ciudadanos a que acudan a las urnas y voten por él.
La promesa de los miembros del Frente Cívico Nacional es que su oferta contraste con la del partido mayoritario que, según ellos, presentará un candidato de “dedazo”, por lo que ellos buscarán seleccionarlo en una elección primaria.
Lo curioso de esto es que los del frente cívico son políticos que en su mayor parte se han mostrado incapaces de ganar una elección y siempre fueron protegidos por los partidos en que militaron para ocupar puestos de representación proporcional.
De los principales nombres se ubica a Guadalupe Acosta Naranjo, miembro del Grupo de “los Chuchos” perredistas durante varios lustros y que ahora cuenta con su propio grupo, “los Galileos”. Cecilia Soto, que ya pasó por el PARM, PT y hasta fue Embajadora de México en Brasil en los tiempos del PAN. Xavier Nava que ha sido panista, Verde y hasta candidato de Morena. Gustavo E. Madero que pierde elecciones con gran frecuencia, pero que por las bondades del sistema político mexicano es diputado y senador en forma recurrente. Demetrio Sodi que ha militado en el PRI, PRD, PAN y ha ganado elecciones con cada uno de ellos. Emilio Álvarez Icaza, llevado al Senado por el PRD y declarado independiente después.
No se advierte en este grupo la consistencia necesaria para promover su propuesta, con todo y que cuenta con el tiempo suficiente para desarrollarla y plantearla como una verdadera alternativa para los ciudadanos.
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Julio César Serna uno de los personajes más cercanos al círculo de Miguel Ángel Mancera en sus tiempos de gobernante de la Ciudad de México fue detenido acusado de enriquecimiento ilícito. Julio César fue inhabilitado por diez años para ejercer cargo público alguno dentro del gobierno de la CDMX.