Desquite opositor
Freddy Sánchez martes 23, Nov 2021Precios y desprecios
Freddy Sánchez
- Primero la reforma eléctrica y después: ¿la “joya de la corona”’
Algo en ese aspecto es lo más probable: lo que Morena y sus aliados logren hacer en la Cámara de Diputados, en esta ocasión obligados a tomar en cuenta la postura y los intereses de la oposición en el tema energético dará sustento a la realización de dos grandes objetivos de la 4T.
El de conseguir una reforma eléctrica que ciertamente implique un cambio sustancial con respecto a la que se aprobó en tiempos de Peña Nieto y, alcanzado ese propósito, llevar al congreso la discusión que dé lugar a una nueva legislación en materia electoral con los profundos cambios que promueve el morenismo.
Así las cosas, lo expuesto en primer orden no será “una perita en dulce” para Morena, salvo que cuente con una estrategia infalible para seducir o intimidar al grupo mínimo de más de setenta diputados que requiere para aprobar cualquier reforma constitucional a su satisfacción, porque en caso contrario, lo segundo, con el INE, va estar más complicado.
Aunque, obviamente, superado el escollo inicial los legisladores que sirven lealmente al Presidente, estarían menos lejos de “meterle la mano” a su gusto al Instituto Nacional Electoral (como algunos suponen y otros aseguran), eliminando influencias de consejeros electorales que se muestren reacios a “aplanar el piso ” a conveniencia de Morena en torno a cualquier acción electoral futura en el país.
Cabe señalar en ese sentido que lo referente a una reforma eléctrica (o cualquier otra en materia energética o de distinta clase), obliga a visualizar un “terreno áspero” no fácil de cruzar para los morenistas, al igual o peor que sería lo concerniente a “transformar” al INE y el Trife. Y es que dentro y fuera del gobierno, entre partidarios y opositores a la 4T (moderados y recalcitrantes) es evidente las intención de allanarle el camino al Presidente para hacer cuanto le parezca indispensable para consolidar su proyecto de gobierno y extenderlo varios sexenios (sin importar lo que sea que se tenga que hacer) y quienes más bien se muestran recelosos y no tan dispuestos a dejar el camino libre a lo que algunos quieren ver como las soterradas intenciones presidenciales a cargo de Morena y sus planes legislativos.
De ahí que lo que haya de suceder con la discusión de la reforma eléctrica, podría marcar el futuro de lo que se resuelva en materia legislativa constitucional para las reformas que propone el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Cuestiones, las anteriores, que hay quienes apoyan sin el más mínimo resquemor y los que lo reprueban convencidos de que se trata de una obsesiva pretensión de concentrar el poder en el hombre que hoy gobierna democráticamente al país, abrigando la opción de seguirlo haciendo más de seis años, mediante manipulaciones electorales a modo, según lo creen y reiteradamente afirman no pocos de sus críticos.
Y justamente, por tal motivo, es de esperar que el bloque opositor no sólo en revancha por haber sido ignorado con motivo de las aprobaciones legislativas ajenas a la mayoría constitucional, asuma una actitud inamovible en rechazo a las reformas constitucionales de la 4T, sino porque algunos lo consideran indispensable para evitar lo que podría ser una inevitable “muerte” de la democracia en México.
Sobre el particular, es evidente que lo acontecido a lo largo del presente sexenio en materia legislativa (durante el periodo anterior y el que está en curso) acredita sin lugar a dudas que el partido Movimiento Regeneración Nacional, al igual que lo hicieran los priistas de viejo cuño, (cuando no había más poder que el de un solo partido), sin contemplación alguna imponen “a rajatabla” lo que legislativamente les parece apropiado a sus planes de gobierno. Qué tanto lo podrán seguir haciendo con las reformas constitucionales a discutirse probablemente para el siguiente año (dado que el que corre ya casi termino) es de suponerse que eso dependerá de la solidez de la unión del PRI, PAN y PRD y su voluntad o no de devolverle a Morena sus intransigencias y agravios legislativos con un desquite opositor.