Votos, más importantes que salud
Armando Ríos Ruiz lunes 15, Nov 2021Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
Sin necesidad de preguntar o de tener la información de primera mano, sin duda, alguien debe haber convencido al Presidente de que la falta de medicinas puede ser un factor que le aleje votos, ya que el número de muertes que ocasiona es más alto que el que producen los criminales. Ambos agentes compiten. Pero el último, definitivamente va a la cabeza sin disparar un tiro y la resta de sufragios sí que es un tema que le interesa por sobre todas las cosas.
Los votos son más importantes que el combate a la corrupción. Este es un cuento que yace en la cabeza del mandatario, sólo para mantener expectativas de éxito entre sus simpatizantes. Hay que hacer un examen entre sus colaboradores, desde el más alto hasta el más modesto, para darnos cuenta de que el fenómeno se ha desbordado y como bandera principal, no ha logrado establecer una diferencia con los gobiernos anteriores.
Desde principios de esta administración, el Ejecutivo comenzó a limitar innumerables dependencias con la novela de combate a la inmoralidad heredada desde tiempo inmemorial. Cuando tocó a las medicinas hizo caso omiso a los justos reclamos de millares de compatriotas, que comenzaron a experimentar la escasez criminal y a ver en sus familiares empeoramiento de sus enfermedades y muertes por todos lados.
Lo peor, por su indefensión, ha sido el fallecimiento de miles y miles de niños con cáncer, cuyos medicamentos desaparecieron de plano de los almacenes del Seguro Social y de otras instancias de salud pública. No obstante, el Presidente permaneció siempre inmutable ante las expresiones de dolor, con la justificación de que “antes se robaban todo”. Como si con esta excusa, las víctimas fueran a superar sus males.
Cualquiera de sus chairos puede acudir a preguntar por medicinas en las instancias en donde antes se repartían. Inclusive por mejorales. Podrá darse cuenta de que, como en el programa de televisión que protagonizaba el desaparecido comediante Héctor Suárez, escuchará siempre: “¡No hay!”
Pero alguien debe haberle dicho al Presidente que el problema representa, no un desastre para la salud de los mexicanos, sino para la fuga probable de votos. Esto si es realmente preocupante. ¡Qué casualidad que a tres años de haber dejado de adquirir medicinas, hasta hoy se le ocurre hacer un reclamo airado a las autoridades de Salud, que, a pesar de estar siempre a cuadro, o en la televisión, lo único que han hecho es exhibir su incapacidad”.
Las manifestaciones, los mítines de familiares de muchísimas víctimas no lograron “conmover’’ el corazón de un mandatario que parece no tenerlo en su lugar. Por eso, ahora resulta sorpresivo que haya lanzado un regaño proferido con supuesta molestia, a Jorge Alcocer, de Salud; a Zoé Robledo, del IMSS; a Juan Antonio Ferrer, del Insabi y a Luis Antonio Ramírez, del ISSSTE.
Dijo: “Yo no quiero escuchar que faltan medicamentos y no quiero excusas de ningún tipo. No podemos dormir tranquilos si no hay fármacos para atender a los enfermos”. ¡Pues se tardó mucho en reaccionar! Que sepamos, durante tres años, el problema no le quitó el sueño. Además, su torpeza debe ser más grande que la que denota. ¡Apenas se dio cuenta de que la escasez es lamentable!
¿Y por qué faltan medicamentos? Nada más y nada menos, porque cuando anunció su combate a la corrupción, también ordenó hacer compras sin licitación a través de la Secretaría de Hacienda y a echar de sus puestos a los que realmente sabían cómo y a quién comprar. Los nuevos alejaron a los proveedores seguros, porque la moderna corrupción sería con otros.
Lo único que mostraron gracias a su infinita incompetencia, fue que no era tan fácil como creían. Con palabras de un servidor y a grandes rasgos, es lo que dice la investigación denominada “Operación Desabasto”, hecha por las organizaciones Impunidad Cero y Justicia Justa.
Luego entonces, el regaño es publicidad pura para los seguidores. ¿No?