El codo del Presidente
Alberto Vieyra G. viernes 12, Nov 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿AMLO es el enemigo público número uno de los niños en México? ¿A qué se debe la falta de sensibilidad humana y política del Presidente de la República al impugnar la resolución de la jueza Claudia Gámez Galindo, secretaria en funciones de Juez Séptimo de Distrito en el Estado de México, que ordenó al gobierno federal vacunar contra el coronavirus a todos los niños de México? ¿Estamos ante un Presidente de la República negrero y cuentachiles al que le duele el codo cuando la sociedad le exige medicamentos para los niños con cáncer o vacunas contra el coronavirus? ¿México tiene un Presidente que rinde culto a lo extralegal, es decir, que es enemigo de la Constitución y las leyes que de ella emanan y que juró cumplir y hacer cumplir? ¿Qué clase de Presidente de la República tenemos los mexicanos?
El artículo 4° constitucional es muy claro, dice: “Toda persona tiene derecho a la protección de la salud”. Así de categórica es la Constitución que AMLO se niega a cumplir.
El pasado 27 de octubre la juez, Claudia Gámez Galindo ordenó, mediante una resolución judicial, al Presidente de la República y a los responsables del sector salud, Jorge Alcocer y su gaton, el odiado Hugo López-Gatell vacunar a la niñez, cuyo universo es de 38 y medio millones de chiquillos de 0 a 17 años, que significan 30.8% de la población mexicana. Pero, y por órdenes de AMLO, el autoproclamado régimen de la “Cuarta Transformación” impugnó dicha resolución de la juzgadora, un hecho que le mereció la reprobación popular y de momento, la justicia no podrá llevar a cabo el acato de dicha resolución que podría costarles la chamba, vía juicio político o incluso de manera fulminante, como si se tratara de cualquier ciudadano.
La cuestión es que AMLO se ha revelado como enemigo de las mujeres, de los empresarios, de los periodistas, de los medios de comunicación, de los abogados de México, de los intelectuales, de los jueces, magistrados y ministros y ahora enemigo de los niños, a los que comenzaría por quitarles las guarderías y los medicamentos para el cáncer y en fin, que el Presidente se ha peleado con todo el mundo y los simples mortales nos preguntamos: ¿Pues de dónde le viene tanta popularidad que sus biógrafos de cabecera y publicistas a sueldo, dicen que tiene el Presidente? ¿O serán los “otros datos” del Presidente que arrojan las encuestas mandadas ordenadas y pagadas por la Presidencia de México?
Todo indica que AMLO y sus muchachitos de la salud perderán ese episodio ante la justicia mexicana y los más seguro es que terminará por vacunar a 38 y medio millones de chiquillos o como mínimo a 18 y medio millones de muchachos que tiene entre 9 y 17 años y tendrá que hacerlo porque Estados Unidos lo obligará a ello, pues la orden que hay en los yunaites es que después de que en la nación vecina del norte se vacune a 28 millones de niños, todo infante que ingrese a EU deberá estar vacunado o simplemente no podrá entrar al territorio del “tío Sam”.
Así que AMLO tendrá que aflojar el codo y dejar a un lado su tan cacareada austeridad republicana, que no hay tal, pues el zar contra la corrupción, Santiago Nieto que se fue a casar en secreto a la antigua, Guatemala se fue fulminantemente al desempleo por exhibir a la “cuarta transformación” como la misma podredumbre política de opulentos sexenios anteriores que exhibían a México como gobiernos ricos y pueblo pobre.