Los otros datos
¬ Luis Ángel García viernes 12, Nov 2021Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Sí existen los otros datos. El Inegi —todavía autónomo e independiente— anunció que el Índice Nacional de Precios al Consumidor, parámetro de la inflación, está en 6.24 por ciento a tasa anual y en octubre en su nivel más alto desde 2017. México es un país predominantemente de estrato bajo, la población de clase media se redujo en 6.3 millones de mexicanos. Nos sitúan de las naciones más violentas del mundo y estamos en el top ten de los más corruptos. La terca realidad contradice el discurso oficial.
Y mientras en Nueva York se utilizaba el foro de las Naciones Unidas, en contrasentido de la agenda marcada en el Consejo de Seguridad, para recolectar fondos de ayuda a los pobres del mundo y se reprochaba el actuar del organismo internacional por no surtir vacunas para los países menos desarrollados, los mexicanos enfrentan una de las peores crisis económica y social más grande de su historia, al menos desde 1932. Tampoco se combate la corrupción aunque se pregone lo contrario en el exterior y se vea la paja en el ojo ajeno. Se le exige a la Casa Blanca que legalice a once millones de indocumentados mexicanos y que sus agencias migratorias no maltraten a los paisanos, cuando – como lo dijo Human Rights Watch-, el Presidente debiera seguir su propio consejo, luego de cómo se ha tratado a la caravana de migrantes centroamericanos, haitianos y cubanos que anhelan pasar a Estados Unidos, donde se han excedido los oficiales del INM y la Guardia Nacional, amén de los muertos a manos de la policía o las fuerzas armadas.
No se puede ser candil de la calle y oscuridad de la casa. Sólo el gobierno cree que fue bien recibido el mensaje de la coperacha forzosa por los países del orbe, cuando naciones como Rusia y China -dos de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y de las economías más grandes del mundo- descalificaron la intervención por considerarla fuera de lugar e impropia para ser tratada en una reunión donde se ven asuntos beligerantes para que no escalen el ámbito local o regional y se conviertan en tema global.
Difícilmente las grandes potencias o economías mundiales tomarán en serio la propuesta de México, sobre todo cuando conocen la realidad de nuestro país.
Más allá del pañuelito blanco que se agita cada vez que se quiere decir falazmente que se acabó con la corrupción o que no son como los de antes, la situación nacional no es como para presumir. Las mediciones internacionales colocan a nuestra nación entre las cinco más corruptas de La Tierra.
Asimismo, el propio Inegi informó que la población de la clase media pasó de 53.5 millones en 2018 a 47.2 millones en 2020, es decir, 6.3 millones de mexicanos menos. El organismo que realiza las estadísticas serias dice que la clase baja se incrementó de 69.9 millones a 78.5 millones. Entre factores externos e internos, los pronósticos inflacionarios se han quedado cortos ante una inflación galopante que reduce las expectativas de crecimiento.
Además, otra investigación internacional nos coloca como el país más violento del mundo, donde las agresiones han producido más de cien mil homicidios dolosos.
En cuanto al manejo de la pandemia, nos acercamos al medio millón de muertes, lo que nos pone entre los cinco países que peor la han manejado; somos la segunda mación -después de Estados Unidos-, con una sobretasa de fallecimientos, provocados por la falta de una política pública de salud para atacar el problema.
Con ese panorama, con qué cara nos paramos en la ONU.