Rafael Marín Mollinedo ya hace amarres políticos en Quintana Roo para alcanzar la gubernatura
José Luis Montañez Aguilar, Nacional* viernes 12, Nov 2021Derecho de réplica
José Luis Montañez
- Lleva la mano y la voz cantante en contienda por la sucesión
Si se inscribió como primero en la lista de aspirantes a la candidatura de Morena para ocupar el cargo de gobernador de Quintana Roo, como relevo en el cargo de Carlos Joaquín González, no lo hizo porque sea un despistado o bisoño en la política, no; Rafael Marín Mollinedo es un político tabasqueño, hombre maduro y, sobre todo, amigo y colaborador de todas las confianzas del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien por cierto hace unas semanas le dio tremendo espaldarazo diciendo que los une una amistad de cincuenta años y que sabe y responde de su honestidad.
Así es, Marín Mollinedo lleva ahora la mano y la voz cantante en la contienda política por la gubernatura de Quintana Roo, que se juega en elecciones, el año entrante.
Se deberá de medir a la alcaldesa de Cancún, Mara Hermelinda Lezama, pupila y pieza del ajedrez político, nada menos que del polémico líder del Verde Ecologista, Jorge Emilio González, mejor conocido en los bajos mundos de la política nacional, como el “Niño Verde”, dueño de yates de lujo y de una gran soberbia que no le permite tratar a sus semejantes como seres humanos.
Jorge Emilio tiene su centro de operaciones de política y de negocios, desde hace muchos años, en Quintana Roo.
Su habilidad para utilizar el membrete de su partido político ( PVEM) y sacar provecho económico y de todo tipo, es de sobra conocido por todo mundo.
Hombre sin escrúpulos, que lo mismo se vende al PRI, PAN o a Morena para obtener privilegios y negocios de todo tipo, sobre todo utilizando a las bancadas del Verde Ecologista en el Senado y la Cámara de Diputados a nivel federal.
De este sujeto depende Mara Hermelinda Lezama para ser candidata y después gobernadora con los colores del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y para equilibrar la balanza a su favor e ir enseñando el músculo político, el tabasqueño Rafael Marín Mollinedo ya comenzó a hacer amarres para obtener la candidatura guinda y, sin problemas, ser el próximo gobernador de Quintana Roo.
“Al Presidente de México no se le puede decir que no cuando da una orden y si él me pide que sirva a Quintana Roo desde el Ejecutivo estatal, lo haré con mucho gusto”, afirma a su círculo cercano.
Frente opositor en contra de Morena, sin “gallos” para competir
La coalición opositora que pretende conformar el Partido Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y el Revolucionario Institucional (PRI) en Quintana Roo, sigue dando patadas de ahogado por no contar personajes políticos de altura que tengan rating entre los electores que los catapulte a un plano donde puedan competir con la figura de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sólo albergar a resentidos o políticos reciclados.
Competir contra Rafael Marín Mollinedo, incondicional del presidente Andrés Manuel López Obrador, no será nada fácil para Morena elegirlo como candidato a gobernador, hecho que sabe muy bien el frente opositor, que una vez más le abre la puerta a los reciclados.
Dicho frente opositor no termina de levantar, sobre todo porque los “gallos” que hasta el momento han alzado la mano para competir en la próxima elección para la gubernatura del estado son reciclados, cobijados por partidos que al momento al igual que Morena, no tienen un proyecto alternativo real, ni liderazgos, y apuestan a los votos de los resentidos.
Políticos, que en el pasado ya habían participado en procesos electorales e incluso se habían alejado de la política, ahora pretenden atraer a las masas de resentidos que ya no confían en Morena, luego de probar sus resultados.
Pierden de vista que ni rezándole a la “Rosa de Guadalupe” les podrá hacer el milagro, de que los resentidos voten otra vez por el PRD, PRI o PAN, ya que están en la búsqueda de otras alternativas.
Alternativas diferentes, y no como los “gallos” que alzaron la mano, que son personajes que han llegado por la vía plurinominal a puestos de elección popular o que han mordido el polvo ante la aplanadora morenista.
Inclusive, hay quienes en su momento representaron una opción real, ya que traían arrastrando cierta popularidad, pero con el paso del tiempo, la han ido perdiendo por no renovarse y utilizar estrategias equivocadas que en el pasado les funcionaron, pero ahora con el fenómeno López obrador han sido rebasadas.
“Caballada flaca” en el PRD
Un ejemplo claro de lo que sucede cuando no se aplica el lema renovarse o morir, es lo que padece el partido del sol azteca, que representaba un verdadero peligro para el PRI, más aún para el PAN, que cayó en el segundo lugar de la preferencia del electorado, al contar con cuadros aguerridos que daban la lucha al tener las “tablas” y la formación necesaria para poder contender y arrebatar si se lo proponían, como es el caso del ahora desgastado Julián Ricalde Magaña.
Ganar el municipio más poderoso y rico del estado representó para la caída de grandes imperios, sobre todo partidistas que, de una manera u otra favorecieron al PRD, que lejos de aprovechar la buena racha, colgó su hamaca y vivió la gloria que en ese entonces tenía y que más tarde le arrebataron al no saberlo potencializar e incluso fracturarse en los municipios que ya había ganado.
La debacle para el PRD cayó hasta el fondo, en donde figuras de antaño y operadores políticos, simplemente lo abandonaron y se llevaron su militancia a partidos nacientes como Morena, en donde les dieron espacios y hasta candidaturas.
Otros, como Julián Ricalde Magaña, ex presidente municipal de Benito Juárez, optaron por mejor apartarse, y ahora integrarse de lleno en su partido, pero para la búsqueda de la candidatura por la gubernatura de Quintana Roo.
El ex dirigente estatal del PRD, Ricalde Magaña, es la propuesta de la expresión crítica Alternativa Democrática Nacional (ADN) que, en Quintana Roo, pretende unificar primero a su militancia rumbo a la candidatura a gobernador y luego convencer a los partidos que integran el frente de oposición que es la mejor opción para que los represente y lo lleve al triunfo.
Aunque el propio Julián Ricalde no está muy convencido de dicho frente, sino de ir solos en la próxima elección, al momento, es la propuesta más firme que hay sobre la mesa del partido amarillo.
Cabe destacar que, la experiencia con la anterior unión de partidos de oposición en un frente no fue benéfica para el PRD que, a diferencia del PAN, fue el gran perdedor en aquella ocasión, al quedarse sin nada luego de gobernar cuatro municipios (Lázaro Cárdenas, Tulum, José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto).
Gerardo Mora, otra alternativa débil del PRD
El paso de Gerardo Mora al interior del Partido del sol azteca, hasta ahora lo ha llevado a ocupar importantes posiciones no sólo al interior del instituto político, sino del estado, colgado inicialmente de la popularidad de su hermana la ex futbolista y legisladora, Iris Mora.
El ahora gerente de CAPA en el estado, coquetea de vez en vez, al interior del PRD por un cargo de elección popular, en donde las “tribus” o expresiones críticas simplemente lo dejaban de lado, por carecer de la experiencia y empuje que se requiere para ocupar dichas posiciones que en aquel entonces, solían disputarse figuras como la extinta Latife Muza y Julián Ricalde, entre otros, como la ex dirigente Luz María Beristain Navarrete (La güera Beristain, que ahora milita en Morena).
Alzar la mano para nadie es difícil, sobre todo en el partido amarillo, en donde ahora están ávidos de figuras políticas como Gerardo Mora, al quedar prácticamente “desnudos” al llevarse Morena la mayoría de sus militantes.
La experiencia para Mora en una candidatura no es nueva, ya que en el pasado, en el 2010, pasó de coordinador de campaña a candidato a gobernador, cuando hicieron renunciar a Gregorio Sánchez Martínez, luego de ser encarcelado por el delito de narcotráfico y lavado de dinero.
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