Disneylandia
Alberto Vieyra G. jueves 11, Nov 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿Un gobierno universal para combatir el hambre de 750 millones de pobres a nivel global? ¿Es posible crear una dama de la caridad o un “Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar” como lo propone AMLO? ¡Qué buen chiste!
La propuesta del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ante la ONU mereció todo género de críticas, aunque no pocos llegaron a decir que “es una propuesta muy bonita, llena de buenas intenciones, que les recordó al régimen de Luis Echeverría Álvarez, quien pretendía convertirse en líder del tercer mundo”.
Por ejemplo, el representante de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, sin ambages diría que AMLO se equivocó de escenario, porque la ONU no es el lugar adecuado para ese tipo de propuestas porque “Ni el Consejo de Seguridad de la ONU, ni la Comisión para la Construcción de Paz tienen las herramientas necesarias para facilitar la formación de modelos económicos sustentables e independientes, asegurar el intercambio de tecnologías, el reforzamiento de infraestructura, el desarrollo de la industria manufacturera, la agricultura, el cuidado de la salud o la creación de empleos…” China, por su parte, criticó que la propuesta de México sería una injerencia en los asuntos internos de los países en conflicto.
“Para promover y garantizar la igualdad social se necesitan arreglos institucionales firmes en el proceso de la reconstrucción. Los países posconflicto deben reconocer sus propias realidades nacionales y deben establecer aparatos inclusivos, basándose en el estado de Derecho, con la participación de todos los grupos, y dejar que el pueblo sea el amo de su propio destino”, dijo Zhang Jun, representante de China ante Naciones Unidas.
Como usted sabe el Consejo de Seguridad de la ONU está integrado por 5 naciones poderosas: China, Francia, Federación de Rusia, Inglaterra y Estados Unidos y ya dos de ellas “dijeron que niguas con López Obrador”.
No pocos observadores y analistas políticos en México y Estados Unidos llegarían a declarar que la fantástica propuesta de AMLO debió haberla formulado en Disneylandia y claro que la ONU no es un escenario para esas cuestiones fantásticas e imposibles. De acuerdo con el artículo 24 de sus estatutos, la ONU fue concebida para mantener la paz mundial. Así de simple.
No faltaron, sin embargo, naciones de la chiquillada como Finlandia, la nación más culta de la tierra que dijeron estar dispuestas a entrarle con su cuerno para crear un fondo mundial de 1 billón de dólares anuales, para garantizarles una vida digna a 750 millones de personas que viven con menos de dos dólares al día y mitigar con ello, el descontento social que existe en el mundo por un escandaloso abismo entre ricos y pobres.
Ya en el 2010, lo advertía el economista francés, Thomas Piketty en su libro El Capitalismo en el Siglo XXI, que esa enorme brecha entre ricos y pobres se estaba convirtiendo en un caldo de cultivo que podría desencadenar en graves conflictos sociales en el mundo. Usted se preguntará: ¿De qué es capaz un pueblo hambriento? ¡De todo!… ¿Verdad?
Pero, por desgracia, la propuesta de AMLO es en rigor una fantasía porque el combate a la pobreza en México y el mundo no es a través de las dádivas de poder, que muchos gobiernos convierten en dádivas de clientelismo electoral para perpetuarse en el poder. No. La única fórmula para el reparto equitativo de la riqueza mundial es mediante la creación de empleos dignos y bien pagados. No le busquemos glándulas mamarias a las culebras guindas que se equivocan de escenarios y que en lugar de hacer sus propuestas fantásticas en Disneylandia, las hacen en la ONU.