La democracia a la mexicana
¬ Augusto Corro lunes 8, Nov 2021Punto por punto
Augusto Corro
El próximo año se votará por seis nuevos gobernadores; pero ya desde ahora se iniciaron los preparativos en los diferentes partidos políticos. Las elecciones serán en Durango, Hidalgo, Aguascalientes, Quintana Roo, Tamaulipas y Oaxaca.
De acuerdo con los pronósticos de su propio líder, Marko Cortés, el Partido Acción Nacional (PAN) solo ganará en Aguascalientes. Se da por derrotado en las restantes entidades. Inmediatamente surgieron las voces de protesta contra el futurismo negro del panista.
Se supone que las declaraciones del dirigente blanquiazul están basadas en la realidad que vive la oposición partidista que sigue arrinconada desde 2018, cuando fue derrotada por el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Lo que no se sabe realmente cual será la actitud de los demás institutos políticos que participan en la llamada alianza Va por México, encabezada por elementos de la iniciativa privada, y en la que participaron el PAN, PRI y PRD en las elecciones intermedias recientes.
No obtuvieron las victorias que deseaban, sin embargo, en la Ciudad de México (CDMX) lograron obtener la mitad de las alcaldías, hecho que motivó a la oposición a continuar con la coalición de partidos políticos en los próximos eventos políticos a efectuarse.
Uno de ellos es la aprobación de la reforma eléctrica. En este tema, la oposición se unirá para votar en contra de la mencionada ley. Además, continuará con su inconformidad con la Ley Federal de Revocación de Mandato, por lo que se prevé que el 27 de marzo los ciudadanos decidan retirar o no a Andrés Manuel López Obrador como presidente.
También el próximo 2022 podría recibir el Congreso de la Unión la reforma electoral que podría cambiar la estructura y el funcionamiento del Instituto Federal Electoral (INE), que en el presente resulta muy costoso y que hace de la democracia a la mexicana una de las más caras del mundo.
Así, pues, la oposición tendrá que empeñarse en obtener resultados positivos, en una temporada de crisis interna que se vive en todas las organizaciones políticas, incluido el partido Morena, del poco o nada se sabe de lo que hacen sus dirigentes, con Mario Delgado al frente.
Si para el dirigente de Acción Nacional, Marko Cortés, el futuro de su partido está marcado por la derrota, ¿qué pensarán los líderes del PRI y del PRD y los empresarios de los pronósticos negativos?
Mientras se organizan los opositores, en Durango ya decidió Manuel Espino lanzar su candidatura para gobernador como representante de Morena. Sin rubor alguno, se enfundó en su chaleco guinda y ya esta decidido a luchar por los colores de la Cuarta Transformación (4T).
Manuel Espino es el ejemplo más claro de la democracia a la mexicana que marcha sin rumbo, sometida a las veleidades de la política mediocre y convenenciera en la que sus protagonistas solo buscan satisfacer sus intereses personales.
¿O cómo explicar que el citado Manuel Espino fue líder de Acción Nacional, un partido de derecha recalcitrante? En su tiempo también se dijo que el futuro candidato morenista era miembro del Yunque, esa organización fantasma de ultraderecha, con su campo de acción en la zona del Bajío.
En el presente, el controvertido ex panista y ex yunquista se dice defensor de Morena que se dice de izquierda en teoría, pero que en la práctica tiene más acciones que bien puede ubicarse en la derecha, por el uso excesivo de la demagogia.
En Oaxaca, Morena tiene asegurada la victoria. El gobernador Alejandro Murat logró traicionar a su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), al convertirse en un fiel servidor de López Obrador.
En el tricolor tampoco se encuentran en jauja. Su líder, Alejandro Moreno, el líder nacional priista, espera el tiempo para definir su petición a cambio del voto a favor de la reforma eléctrica.
Sólo en el partido de la reforma democrática se guarda silencio en un escenario político marcado por la democracia a la mexicana.
¿Usted qué opina amable lector?