Marko Cortés debe renunciar
Armando Ríos Ruiz viernes 5, Nov 2021Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
Con esa mentalidad de perdedor, Marko Cortés, dirigente nacional del PAN por segunda ocasión, debe renunciar. Muchos panistas están convencidos de que debe irse. No es posible tolerar que su líder anticipe derrotas para los candidatos del organismo político que preside. Parece haber consultado una bola de cristal que le dijo lo que ocurrirá el año entrante, que se disputarán seis gubernaturas.
El siglo pasado, desde el gobierno y a través de la radio y la televisión, se alentaba a nuestros atletas que viajaban allende las fronteras a participar en competencias, a cultivar una mentalidad de perdedores. Se repetía: “lo importante no es ganar, sino competir”. Así llegaban a acumular sólo derrotas.
Obviamente, no era necesario ganar. Si alguien regresaba triunfador porque sus dones se imponían, entonces el país entero festejaba con júbilo. Se celebraba a reventar el triunfo y era obvio. Lo más raro, lo más escaso era precisamente traer una medalla. El ganador de cualquiera de los tres primeros lugares era convertido en una especie de héroe nacional y hasta en artista, dedicado a filmar “churros”.
Recuerdo que en una ocasión encontré a Rafael Bazooka Limón, campeón Súper Pluma de box. Acababa de coronarse monarca mundial por segunda ocasión. Lo saludé y le pregunté inmediatamente cuándo pelearía en defensa de su título. Sus respuestas me parecieron cómicas, porque no tuvo ningún empacho en declararse derrotado con mucha anticipación.
Me dijo, según lo que recuerdo: “quieren que pelee con fulano. Pero mis manejadores sí que ya ni la chingan. Ese güey me va a medio matar. Es rebueno. Es mejor que yo. Deberían dejarme gozar tantito mi campeonato y ponerme con otros menos buenos. Deberían darme chance primero, de hacer lana. ¡Pero no! ¡Luego luego me mandan al matadero!
Raro entre nuestros políticos, que por regla general sienten que no los merece el suelo que pisan. Que son los más inteligentes. Los más queridos. Los que jamás cometen errores. Los mejores en todo. Pero la realidad es que nada de lo anterior es cierto ni una micra. Son tan falibles como el que más y sus fallas repercuten muchas veces en contra no sólo de ellos, sino del país entero.
En esa clase también hay mentalidades como las de nuestros deportistas del siglo pasado. Marko Cortés acaba de demostrarlo, en un momento en que se necesitan dirigentes convencidos consigo mismos de su liderazgo. De que su trabajo redituará a favor del partido que dirigen y del país.
Declaraciones como las suyas abonan en la decisión de la ciudadanía que vota y que juzga que si un dirigente anticipa derrotas para él mismo, hay que voltear inmediatamente la vista hacia otro lado. Y eso que el PAN se ha convertido en uno de los partidos líderes con vistas a oponerse, con la confianza de muchos ciudadanos, al partido que hoy opera desde la misma Presidencia de la República.
Cuando asumió la dirigencia del PAN la primera vez, en 2018, muchos panistas y no panistas manifestaron que habían elegido a un político demasiado verde. Sin experiencia. Su trabajo como presidente, si no brillante, si aceptable, lo hizo verse respetable. Pero con las declaraciones recientes, acaba de caer de la punta de un precipicio tan alto, cuya cima se esconde entre nubes.
Por eso, gobernadores y otros militantes respetables del blanquiazul, demandan su destitución y la sustitución con un militante con experiencia y con la inteligencia suficiente, capaz de llevarlos a linderos de éxito. Hoy no es posible hacerle al perdedor ni siquiera como broma. Hoy es cuando los esfuerzos deben redoblarse con denuedo y con ánimos de triunfo.
Anticipó que el PAN perderá Tamaulipas, Durango, Oaxaca, Hidalgo y Quintana Roo, y que sólo ganará Aguascalientes. Dio elementos para que el líder de Morena le contestara que su dicho es cierto, pero que le ganarán también Aguascalientes.
Desde que se descubrió esa declaración no ha dado la cara. Pero por mera vergüenza, por la demostración de esa mentalidad derrotista, debe renunciar.