Monreal-AMLO: la ruptura que ya fue
Roberto Vizcaíno jueves 14, Oct 2021Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Si habría que ponerle fecha a esa disolución, yo lo ubicaría en el lunes 5 de julio de 2021. Ello ocurrió luego de que Andrés Manuel López Obrador reveló a sus posibles 5 sucesores luego de lo cual Ricardo Monreal —que no estaba entre los mencionados—, afirmó que con o sin el apoyo del mandatario él estaría en la boleta presidencial de 2024.
El desafío fue el fin de la relación entre ambos.
Otros indican que en realidad esa fractura ocurrió el lunes 28 de agosto de 2017 cuando Morena dio como ganadora de una encuesta a Claudia Sheinbaum como candidata a la Jefatura de Gobierno de la CDMX y el zacatecano vio en eso una clara imposición y amenazó con irse por otro partido.
AMLO cedió y lo promovió como senador, y luego -muy a regañadientes-, como coordinador de Morena en esa cámara.
Absolutamente consciente de que había doblado a AMLO, algo que nunca podría perdonarle el tabasqueño, Monreal inició desde el primer minuto en que llegó al Senado una estrategia de grandes éxitos legislativos para el Presidente a la vez que tejió una de las más sólidas y poderosas redes de poder que ya es su plataforma hacia la Presidencia 2024-2030.
A su lado están hoy todos los repudiados y afectados por López Obrador a lo largo de sus 3 caóticos años de mandato: empresarios, financieros, políticos, oposición, mujeres, intelectuales, académicos, investigadores y científicos, embajadores extranjeros (centralmente Ken Salazar, embajador de Joe Biden-EU en México) y sus gobiernos, medios, periodistas, agricultores, ejidatarios, etc, etc.
Hoy ya, AMLO y Monreal no se ven ni se hablan. Desde hace al menos un mes y días su puente de comunicación y acuerdos es el secretario de Gobernación, Adán Augusto López. En este corto tiempo Adán Augusto ha estado 5 veces en el Senado.
Lo que sigue es la confrontación, la guerra. Ambos lo saben. ¿Cuándo ocurrirá? Ni idea, el camino es todavía muy largo, 2 años al menos, y en medio de eso solucionar pendientes esenciales.
López Obrador no puede prescindir de Monreal. Si intentara algo en contra del zacatecano, se rompería la bancada de Morena y el PAN quedaría como fuerza predominante en esa Cámara. Algo impensable para AMLO.
Hoy hay 3 grandes reformas constitucionales y decenas de nombramientos de personajes en organismos autónomos por resolver. Ya está en curso la por demás controvertida reforma eléctrica, y en espera están la reforma electoral y la posibilidad de que la Guardia Nacional vaya a formar parte de la Defensa Nacional.
Nada de eso sería posible sin Monreal, quien ayer desde Puebla insistió en que Morena debe dejar atrás viejos modelos de selección interna -es decir, echar a la basura lo de las encuestas-, y privilegia la democracia para así consolidar el futuro de la 4T.
Y ya más directo, indicó que el presidente López Obrador, más allá de consentidos o no, tendría que honrar su palabra de no inmiscuirse en Morena.
Acompañado por más de una veintena de senadores y diputados de Morena y otros partidos y por el gobernador Miguel Barbosa, estuvo en Puebla para presentar un par de libros sobre las reformas alcanzadas.
En este foro dijo a los periodistas que la convocatoria de Morena para elegir su candidato a la presidencial de 2024 será lanzada muy posiblemente “hacia octubre del 2023”… “yo he señalado que Morena debe de realizar una revisión a sus procesos de selección de candidatos para que no nos divida y para que no nos fracture” y propuso que ese método debería ser el aplicado en todo el mundo, el de la consulta popular, a la consulta a la base, o la consulta de delegados.
“Yo nunca voy a contradecir al Presidente de la República. Él cree que es a través de la encuesta. Siempre lo voy a respetar. Nunca voy a confrontarme con él… pero creo que hay que profundizar la vida democrática de Morena”.
O sea…
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