¿Encuesta, método adecuado?
Ramón Zurita Sahagún jueves 14, Oct 2021De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La reiteración de que el candidato presidencial de Morena surgirá por el método de encuesta es una advertencia sobre una inminente fractura del partido en el poder.
De inicio, uno de los principales interesados en obtener la nominación, Ricardo Monreal Ávila, saltó de inmediato y dijo que lo mejor sería buscar un procedimiento distinto al de las encuestas, que no es nada transparente.
Esa otra fórmula pudiese ser la participación abierta a los militantes del partido o, en su caso, recurrir al de apertura a toda la población, algo que no recomiendan mucho los analistas políticos.
Y es que el de participación abierta a la ciudadanía o tan sólo a la militancia deja saldos nada positivos, como son las divisiones y fracturas al interior de los organismos políticos.
El PRI se convirtió en demócrata a inicios de la década de los noventa del siglo pasado, cuando abrió sus consultas a la base que daban como triunfador al que ya era señalado como favorito por el índice presidencial.
La primera experiencia de ese tipo se dio en Nuevo León, donde Sócrates Rizzo García, surgió como ganador en una elección interna en la que participaron, entre otros Napoleón Gómez Urrutia y Napoleón Cantú Cerna, además de Romeo Flores Caballero y se bajó de la contienda Ricardo Canavati Taffich.
Luego sucedió la elección en Colima, con el mismo procedimiento y Socorro Díaz Palacios, la gran favorita fue batida en la interna que ganó Carlos de la Madrid Virgen, primo del ex presidente Miguel de la Madrid en lo que saltaron las primeras denuncias de fraude y “dados cargados”.
Así transcurrió la vida “democrática” del PRI, la que muchos señalaban como autoengaño, ya que los candidatos eran los mismos que podrían haberse nominado por “dedazo”.
El gran conflicto vino en 1999, cuando los priistas creían haber tocado la otra orilla y recurrieron a la consulta abierta para designar a su candidato presidencial y concurrieron Francisco Labastida Ochoa, el ganador; Roberto Madrazo Pintado, segundo lugar; Manuel Bartlett Díaz (el mismo que ahora es director de la CFE), tercer lugar y situado al final, Humberto Roque Villanueva.
La victoria en las urnas de Labastida Ochoa fue avasalladora y los tres perdedores consideraron una elección fraudulenta y de estado convalidada a señalar al sinaloense como ganador.
El resultado fue un PRI fracturado que provocó la derrota de un priista por vez primera en la historia. Seis años después, la historia fue peor, Roberto Madrazo y Evaristo Moreno Cruz, fueron a la elección interna en lo que fue catalogada como una mascarada y el resultado se vio en las urnas, donde el PRI nuevamente perdió la Presidencia de la República y fue enviado hasta el tercer lugar.
Los panistas también intentaron su elección interna abierta a los militantes y Felipe Calderón borró la posibilidad de que el favorito, Santiago Creel Miranda, se convirtiera en candidato presidencial. Seis años más tarde Josefina Vázquez Mota hizo lo propio con Ernesto Cordero Arroyo.
Sin embargo, dentro de la izquierda siempre se ha preferido el método de las encuestas, aunque cause desconfianza hacia fuera, incluso dentro del partido y ya en 2012, Andrés Manuel López Obrador superó por una pequeña diferencia a Marcelo Ebrard Casaubon, aunque nadie conoció los números finales.
Ahora, esa misma izquierda representada por Morena busca que la fórmula sea la misma de encuestas, aunque éstas no satisfará a quienes participaron en las mismas en las internas para encontrar los candidatos a gobernador.
Habrá que esperar las fechas y los dictados de la dirigencia del partido o del máximo personaje de ese partido para conocer si cambian de método o usan el mismo de las encuestas y si, al final, aceptan todos y no provocan las fracturas que muchos advierten.
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Grave, el conflicto suscitado en la todavía no terminada Refinería de Dos Bocas, donde un zafarrancho provocó heridas de varios trabajadores y se habla de una posible muerte. Los obreros solicitan mejores condiciones de trabajo y el retiro de sus dirigentes sindicales muy entregados a la empresa. Las versiones son contradictorias y la secretaria de Energía, Rocío Nahle, dijo que los heridos no son trabajadores, mientras que ICA, la empresa de los trabajadores, establece que fue una provocación.