Al rescate de Michoacán
Ramón Zurita Sahagún lunes 11, Oct 2021De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Solamente una semana después de que Silvano Aureoles Conejo dejó la administración de Michoacán, el gobierno federal decidió emprender el rescate del estado, copado por los grupos delincuenciales y la desidia de sus autoridades.
Silvano fue uno más de los malos gobernantes que ha tenido dicha entidad, salpicada de políticos corruptos que se enredan con los cárteles que operan allí y que actúan con total impunidad.
No es el peor gobernante que ha tenido Michoacán en los últimos años, aunque sí dejó una estela de problemas que será difícil que el gobierno federal pueda resolverlos a la brevedad.
Silvano fue un gobernante acostumbrado a la lisonja, a la fiesta y a hacer lo que le placiera, sin freno de ninguna clase.
Sus arrebatos son ampliamente conocidos y lo mismo le gustaba invitar a las actrices de moda que a todo tipo de personajes que le dieran lucidez a sus eventos.
Bueno para la fiesta y para no cumplir con sus atribuciones, el estado se volvió cada vez más complejo, al irse rezagando los asuntos que le competían.
Diversas zonas del estado se convirtieron en tierra de disputa, sea por los cárteles delincuenciales o por los sindicatos o grupos sociales que demandaban solución a sus problemas.
Es cierto que en Michoacán se dividieron los grupos delincuenciales el territorio y los grupos de autodefensa hicieron lo propio, en la supuesta defensa de los intereses de los habitantes, lográndose una comunión entre ambos grupos en perjuicio de la ciudadanía.
Toda la región de tierra caliente se volvió tierra de enfrentamientos entre los malos y los más malos, sin que autoridad alguna les pusiera freno, mientras Silvano disfrutaba de la vida a placer.
La deuda pública creció desmesuradamente, Silvano disfrutaba de la buena vida, con cargo al erario, mientras en el estado los problemas se multiplicaban.
Ante su incapacidad y desidia para gobernar, Silvano entró en confrontación con el presidente López Obrador, quien se negó a recibirlo, por lo que histriónico, el entonces gobernante de Michoacán, se instaló en una silla afuera de Palacio Nacional, sin importar que, en su estado, los cárteles de la droga avanzaban en la conquista de sus territorios.
Pidió la anulación de los comicios, donde su partido y aliados perdieron ante el candidato de Morena y luego se inventó una gira internacional para emitir su queja sobre unas elecciones supuestamente amañadas. Los tribunales rechazaron esas afirmaciones y le entregaron la constancia de mayoría al hoy gobernador.
Ido Silvano comienzan a aparecer evidencias de ese derroche del ex gobernador y desde antes que terminara su mandato se advirtió que la ruta que seguiría el ahora ex gobernador sería la de ser un próximo huésped de algún reclusorio.
Se fue Silvano y llegó Alfredo Ramírez Bedolla, un gobernador que no estaba considerado dentro de los candidatos de ningún partido, pero ante la descalificación que hizo el INE de la nominación de Raúl Morón, Morena debió buscar una alternativa, la que recayó en Ramírez Bedolla, a la sazón coordinador de la diputación del Movimiento Regeneración Nacional.
Ahora el gobierno federal decidió entrar al rescate de Michoacán, mediante el apoyo de recursos, ante la insolvencia de la administración estatal y el hueco financiero dejado por Silvano.
El presidente López Obrador hizo presencia en el estado, y llevó con él a una docena de miembros de su gabinete, para entrar al rescate, mediante el reforzamiento de la seguridad, los programas sociales y la infraestructura hospitalaria.
Mientras tanto, Michoacán se encuentra sometido al crimen organizado en algunos municipios, donde la presencia de las fuerzas de seguridad nacional es simplemente un adorno.
Ahora se verá si en verdad, el gobierno federal puede frenar la violencia, restituyendo la legalidad en estos municipios donde la ley que impera es la de los grupos del crimen organizado.
Y es que desde hace mucho tiempo se conoció de las relaciones políticas de algunos personajes con los principales cárteles que operan en el estado y, hasta la fecha, el ex diputado federal, Julio César Godoy, hermano del ex gobernador y hoy diputado federal Leonel Godoy, sigue prófugo. Otro ex gobernador, Jesús Reyna, estuvo detenido acusado de vínculos con los grupos delincuenciales y al hijo del ex gobernador Fausto Vallejo se le relacionó con unos de los principales grupos del crimen organizado.
Así es Michoacán, la tierra en que la disputa principal es por los territorios que controlan cada uno de los grupos delincuenciales.
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El senador Ricardo Monreal estuvo en Cancún el fin de semana, donde dejó ver su apoyo para Marybel Villegas, su compañera de escaño que busca la nominación al gobierno del estado. La senadora ha hecho infinidad de intentos por ser postulada a la alcaldía de Benito Juárez, sin éxito alguno.