La Belisario Domínguez, como acto político
Armando Ríos Ruiz viernes 8, Oct 2021Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
La entrega de la medalla Belisario Domínguez se ha transformado en un acto político que cobra relevancia hoy, durante la entrega de la presea a la relevante mexicana Ifigenia Martínez, por su notable actividad política al lado de las mejores causas del país.
La anunciada ausencia del presidente Andrés Manuel López Obrador es consecuencia de lo mismo: La maestra Ifigenia ha estado siempre de lado del activista Porfirio Muñoz Ledo, que encabeza ahora una oposición sistemática a la 4T y que, naturalmente, lo ubica dentro de los opositores al régimen.
El Presidente ha reconocido, y reconoce, la trayectoria de la maestra Ifigenia Martínez y sus relevantes aportes a la academia y a las luchas democráticas, pero ahora hay diferencia. pues no está a su lado, sino se ubica con los adversarios.
Lo de la senadora, considerada oportunista, Lilly Téllez es irrelevante. Con más aguerridos se ha topado el Presidente a lo largo de su trayectoria política, y con más poder y recursos, y los ha vencido o los ha dejado de lado. Atribuir a la sonorense Lilly Téllez la no asistencia del Presidente al Senado es ubicarla por encima de la senadora Ifigenia Martínez.
La galardonada tiene historia y méritos suficientes, los cuales no disminuyen ni crecen por la presencia o ausencia presidencial. Tiene el récord de la sociedad por su trayectoria a lo largo de su fructífera vida.
De todos modos, la entrega de la Medalla Belisario Domínguez, además del reconocimiento a los méritos de mexicanos relevantes, tiene y tendrá siempre fondo político. Esto, desde luego, en beneficio de la sociedad y de la pluralidad de ideas, no de la confrontación ni del uso de la fuerza. La política y las buenas maneras deben prevalecer.
Turbulencias
Causan daños los bloqueos
Por fin, mediante la intervención del gobernador Alejandro Murat, prácticamente se obligó al alcalde Oswaldo García Jarquin a sentarse en la mesa de negociación para atender las demandas de los trabajadores de limpia que estrangularon la ciudad de Oaxaca durante tres días. El mandatario mostró al sindicato “3 de Marzo” comprobante de la transferencia bancaria de 20 mdp al edil para adquirir combustible y equipo para las labores de los trabajadores, en tanto que García Jarquin hizo firmar un documento a los regidores solicitando adelanto de participaciones federales para atender la contingencia de la basura argumentando falta de recursos. El edil fue obligado a atender desde temprana hora a los inconformes que aceptaron una tregua por la mediación del gobernador y para no afectar más a la sociedad, pero condicionaron su movimiento a lograr resultados favorables. Esto es lamentable porque el mensaje que se envía al pueblo es que el poder y las instituciones se utilizan para caprichos personales o facciosos por encima del interés mayoritario. Quedan los hechos y la actuación de cada quien y los votantes seguramente razonaran su voto en la próxima contienda por la gubernatura del estado.