Conoce a la mexicana de “El Juego del Calamar”
Espectáculos viernes 8, Oct 2021
De ser mesera en Corea del Sur a Netflix
- La serie surcoreana sigue siendo la más vista en México y el extranjero; tanto que está próxima a convertirse en la más exitosa en la historia de la plataforma de streaming
Luego de tres semanas de su estreno en Netflix, la serie surcoreana El Juego del Calamar (Squid Game) sigue siendo la más vista en México y el extranjero; tanto que está próxima a convertirse en la más exitosa en la historia de la plataforma de streaming.
Las perturbadoras e hiperviolentas escenas, así como sus efectos visuales, han atrapado al público de América Latina. Sin embargo, muchos no saben que una mexicana participó en este fenómeno del entretenimiento, que se espera tenga una segunda temporada.
Se trata de Carla Fernanda Ávila, actriz y modelo de 28 años de edad, quien es originaria de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y desde el 2017 radica en Seúl, la capital de Corea del Sur.
La tapatía aparece durante los últimos capítulos, específicamente cuando los invitados VIP se reúnen para disfrutar de los juegos infantiles mortales con máscaras de animales y en una atmósfera selvática. Ahí, Carla representa una escultura viviente con ‘body painting’ de felino.
“Era la primera vez que hacía un trabajo de ‘body painting’ Tomó algunas horas hacer la pintura de cuerpo completo. Especialmente el primer día, que implicó casi toda la mañana hacerlo ¡e ir al baño fue realmente difícil! También necesitaba quedarme quieta y moverme lo mínimo porque la pintura se caía”
En diversas entrevistas en YouTube, Carla reveló que llegó en 2017 a Seúl con el sueño de estudiar una segunda carrera, Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, luego de haber cursado Ingeniería en Finanzas. Pero a pesar de haber sido aceptada en la universidad, no consiguió la beca.
No obstante, debido su amor por la cultura asiática, decidió quedarse un tiempo para estudiar el idioma coreano mientras trabajaba primero como mesera en un restaurante mexicano y luego como bartender en un casino, gracias a su conocimiento en el idioma inglés. Su vida dio un giro de 180 grados cuando un amigo le marcó para ofrecerle una oportunidad como extra en Memorias del D’ambra, un K-drama con escenas con escenas “en España”
“Dije: claro, venga, me gusta la experiencia y no me caería nada mal un dinerito extra […] Ahí conocí a la casting mañager que se encargaba de otros dramas surcoreanos y me empezó a marcar más seguido”.
Al ser muy solicitada, decidió dejar la atención a clientes y entrar de lleno al mundo del entretenimiento del otro lado del mundo.
Luego de tres semanas de su estreno en Netflix, la serie surcoreana El Juego del Calamar (Squid Game) sigue siendo la más vista en México y el extranjero; tanto que está próxima a convertirse en la más exitosa en la historia de la plataforma de streaming.
Las perturbadoras e hiperviolentas escenas, así como sus efectos visuales, han atrapado al público de América Latina. Sin embargo, muchos no saben que una mexicana participó en este fenómeno del entretenimiento, que se espera tenga una segunda temporada.
Se trata de Carla Fernanda Ávila, actriz y modelo de 28 años de edad, quien es originaria de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y desde el 2017 radica en Seúl, la capital de Corea del Sur.
La tapatía aparece durante los últimos capítulos, específicamente cuando los invitados VIP se reúnen para disfrutar de los juegos infantiles mortales con máscaras de animales y en una atmósfera selvática. Ahí, Carla representa una escultura viviente con ‘body painting’ de felino.
“Era la primera vez que hacía un trabajo de ‘body painting’ Tomó algunas horas hacer la pintura de cuerpo completo. Especialmente el primer día, que implicó casi toda la mañana hacerlo ¡e ir al baño fue realmente difícil! También necesitaba quedarme quieta y moverme lo mínimo porque la pintura se caía”
En diversas entrevistas en YouTube, Carla reveló que llegó en 2017 a Seúl con el sueño de estudiar una segunda carrera, Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, luego de haber cursado Ingeniería en Finanzas. Pero a pesar de haber sido aceptada en la universidad, no consiguió la beca.
No obstante, debido su amor por la cultura asiática, decidió quedarse un tiempo para estudiar el idioma coreano mientras trabajaba primero como mesera en un restaurante mexicano y luego como bartender en un casino, gracias a su conocimiento en el idioma inglés. Su vida dio un giro de 180 grados cuando un amigo le marcó para ofrecerle una oportunidad como extra en Memorias del D’ambra, un K-drama con escenas con escenas “en España”
“Dije: claro, venga, me gusta la experiencia y no me caería nada mal un dinerito extra […] Ahí conocí a la casting mañager que se encargaba de otros dramas surcoreanos y me empezó a marcar más seguido”.
Al ser muy solicitada, decidió dejar la atención a clientes y entrar de lleno al mundo del entretenimiento del otro lado del mundo.