López Obrador, el Presidente“ más despilfarrador”
Luis Muñoz jueves 7, Oct 2021Segunda vuelta
Luis Muñoz
La diputada del PAN, América Rangel, no se anduvo por las ramas y afirmó que Andrés Manuel López Obrador es “el Presidente más despilfarrador en la historia de México”, en respuesta a las críticas que hizo la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, por los gastos que se hicieron en algunas alcaldías para la ceremonia de arranque de gobierno. Resultan increíbles las críticas, dijo.
Y agregó: Los de Morena, antes de criticar, debería predicar con el ejemplo (en eso de gastar responsablemente), pues en tan sólo en tres años, el señor (Andrés Manuel) López Obrador ha gastado el dinero de todos los mexicanos en caprichos sin sentido, como el aeropuerto de Santa Lucía, pérdidas descomunales en Pemex, subsidios a Centroamérica, estadios de béisbol y, por supuesto, el financiamiento a la dictadura cubana a través de supuestas brigadas médicas.
De igual forma, Rangel cuestionó el gasto que hace el gobierno de México en política social, pues “los programas sociales no llegan a nadie (sic) y prueba de ello es que hoy tenemos 4 millones de pobres más que al inicio de este sexenio”.
Expuso, además, que “debemos ser el único país del mundo que paga para no hacer cosas: se pagaron más de 100 mil millones de pesos para no hacer el aeropuerto de Texcoco; 20 mil millones de pesos para no construir una cervecería en Mexicali, y cerca de 5 mil millones de pesos al año para no usar el avión presidencial; es algo verdaderamente de locos”, señaló la legisladora panista. Rangel recordó los casos de corrupción de la presente administración, como las acusaciones sobre el director de la CFE, Manuel Bartlett, y de los hermanos del presidente López Obrador.
“Y por si no bastara, ahora vemos a flamantes funcionarios de Morena en los Pandora Papers, todos dignos representantes de la ‘izquierda caviar’, gozando de los lujos que en público condenan, pero en privado disfrutan”, remató.
Recuperación económica desigual
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las perspectivas de inflación varían significativamente y si bien han aumentado de manera considerable en Estados Unidos y en algunas economías de mercado emergentes, siguen siendo relativamente bajas en muchas otras economías avanzadas, especialmente en Europa.
Sin embargo, prevé que estas presiones inflacionistas desaparezcan con el tiempo.
Estima que una vez que se resuelvan los “cuellos de botella”, es probable que el aumento de los precios de los bienes duraderos, como los automóviles, se reduzcan rápidamente, en la medida que la oferta del sector manufacturero se recupere con rapidez.
En México, en el primer semestre de este año la producción y exportación de autos se encontraba poco más de 20% debajo de los niveles que alcanzó en 2019, previo al impacto del coronavirus, a pesar de registrar su mayor aumento porcentual en 11 años (El Financiero).
La OCDE advierte que se proyecta que la inflación de los precios al consumidor en los países del G20 alcance su punto máximo hacia finales de 2021 y se ralentice a lo largo de 2022.
Destaca que la recuperación económica mundial sigue siendo fuerte, favorecida por el apoyo de los gobiernos y los bancos centrales y los avances en la vacunación.
Sin embargo, aunque el Producto Interno Bruto (PIB) mundial ya haya superado su nivel anterior a la pandemia, la recuperación sigue siendo desigual y los países que están saliendo de la crisis se enfrentan a retos diferentes.
Considera el organismo que las grandes diferencias en las tasas de vacunación entre los países también contribuyen a la heterogeneidad de la recuperación; los nuevos brotes del virus están obligando a algunas naciones a restringir sus actividades, provocando “cuellos de botella” y presiones en las cadenas de suministro.
Pero, el rápido aumento de la demanda conforme se reabren las economías ha hecho subir los precios de las materias primas esenciales como el petróleo y los metales. Los precios de los alimentos también están subiendo, haciendo que aumente la inflación, especialmente en mercados emergentes.
Por consiguiente, las tensiones a lo largo de las cadenas de suministro, causadas por la pandemia, han agravado la presión de los costes. A su vez, los precios del transporte se han disparado. De acuerdo con La Jornada, en México la inflación de 5.6% es la segunda más alta entre los países reportados, sólo detrás del 19.3% de Turquía.