Un cortocircuito político
Alberto Vieyra G. martes 5, Oct 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
La contrarreforma eléctrica de AMLO, que busca dar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) el monopolio de la electricidad en México y echar del país a las empresas extranjeras dedicadas a la generación de energías limpias, busca provocar un cortocircuito que carbonizará al flamante bloque opositor integrado por el PRI, PAN y PRD, e incluso también chamuscará a México en el plano internacional con demandas millonarias que reclamarán la indemnización de cuantiosas inversiones en el sector eléctrico.
Estamos ante una reforma que debe reformar lo reformado por Enrique Peña Nieto, incluso reformas anteriores, que según AMLO devolverán a los mexicanos la electricidad que nos habían arrebatado anteriores gobiernos “tecnofondomonetaristas” que la entregaron a empresas nacionales y extranjeras, generadoras de energías limpias y para ello requerirá invariablemente de los votos del PRI o del PAN; por lo tanto el PAN y el PRD ya dijeron que con AMLO ni a misa, por lo cual la única opción visible y lógica son los votos del PRI.
La aprobación de la ley eléctrica de AMLO en la Cámara baja requiere de 331 votos. Morena y sus aliados tienen 278. Les hacen falta 53 para la mayoría calificada. El PRI tiene 71 diputados. La tirada de AMLO es que de allí salgan los votos que faltan.
En el Senado se necesitan 86 votos. Morena y sus aliados cuentan con 76 votos (o 73 si se descuentan los que salieron de Morena y PT para buscar la formación de su propio grupo parlamentario). Les harían falta al menos 10 votos (o 13). El PRI tiene 12 escaños en el Senado. Y también AMLO apuesta a que será el PRIMor quien sacará a flote esa reforma.
Hay incluso, la amenaza de AMLO de que aquellos que no apoyen su contrarreforma –que para AMLO significa una privatización eléctrica- serán exhibidos públicamente para que los electores mexicanos se las cobren en las urnas en próximas contiendas electorales.
Analistas políticos coinciden en que AMLO, jamás podrá reformar la Constitución si no es con el aval del PRI, lo cual electrocutaría a la alianza opositora rumbo a las presidenciales del 2024.
El alto mando nacional del PRI, encabezado por Alejandro Moreno, Alito o Amlito ya dejó abierta la puerta para discutir una posible aprobación con sus respectivos cambios a la iniciativa presidencial. Hay un ingrediente que pesará muchas toneladas pues, tanto Alejandro Moreno, como Miguel Ángel Osorio Chong y Rubén Moreira Valdés tienen en la Fiscalía General de la República 3 tamaños expedientes judiciales con los cuales AMLO los electrocutaría, en caso de hacerse los muy interesantes, aunque tampoco se descarta que los priistas venderán a AMLO muy caro su amor, aunque después tenga que enfrentar a una cascada de demandas internacionales, a cargo de las empresas que han invertido en la generación de energías limpias en México y tampoco se descarta que además de las controversias en los paneles internacionales, la reforma eléctrica de AMLO sucumba en las Suprema Corte de Justicia de la Nación por inconstitucional y ante las evidentes violaciones a los tratados Internacionales suscritos por México, pues no hay que olvidar que cuando se trata de tratados internacionales, la Constitución resulta punto menos.
En caso de que el PRI apoye la reforma eléctrica de AMLO, ello provocaría un reposicionamiento político rumbo a 2024 y ni lo dude usted que entonces, los priistas, a falta de candidato propio, podrían apoyar la candidatura presidencial del ex priista Ricardo Monreal con una experiencia política de casi medio siglo, amén de la fama de ser uno de los morenistas amantes del diálogo, la concertación y el único que podría convocar al país a una urgente reconciliación nacional.