Regresa el cabildeo legislativo a San Lázaro
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 4, Oct 2021Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Fantasma de Lozoya ronda contrarreforma energética
56 votos son los que necesita el grupo afín a la propuesta de contrarreforma que en materia energética envió el Ejecutivo federal para su análisis y aprobación en el palacio legislativo de San Lázaro y para quienes no conocen el proceso para hacer modificaciones al texto constitucional es importante señalar que una propuesta en ese sentido requiere de las dos terceras partes de una votación en el pleno de la Cámara de Diputados, es decir de 500 posibles votantes se requerirán 333 sufragios y por si solo Morena y sus aliados reúnen 277 y el resto necesariamente saldrán de las bancadas opositoras.
¿Qué significa lo anterior? simple y sencillamente que los promotores de dicha iniciativa vayan más allá de la voluntad política para apoyar la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador y no actuar como se acostumbraron en la legislatura anterior, donde para todas las propuestas provenientes del Ejecutivo se decía sí o con levantar la mano era suficiente en signo de aprobación, eso quiere decir que para sacar adelante la contrarreforma referida será necesario que, tanto en las esferas gurbernamentales como entre los parlamentarios, se debe echar mano de los mejores hombres a la hora de cabildear el tema.
Pronunciamos cabildear, porque según el diccionario de la lengua española el término denota hacer gestiones con actividad y maña para ganar voluntades en un cuerpo colegiado o corporación o en otras palabras significa negociar; sistematizar información para la mejor toma de decisiones; comunicar y establecer alianzas para llegar a acuerdos con beneficios comunes y esa actividad poco se vio en Morena y sus aliados de la LXIV Legislatura, porque sus diputados ni necesidad tenían de leer lo que votaban, eran mayoría absoluta y entonces nada o casi nada paso por el tamiz de la palabra negociación.
Hoy, las cosas han cambiado, ninguno de los dos grupos visibles en la Cámara de Diputados, ni los afines al Ejecutivo ni la llamada oposición, reúnen la condiciones que requiere una modificación a la Carta Magna y por eso la palabra cabildeo está de regreso en la construcción de leyes y políticas públicas, y de entrada eso es sano porque al menos las vías de entendimiento en el Legislativo deben ser el diálogo, análisis, contraste de ideas, explicaciones y acuerdos.
Entonces, cuando hablamos de cabildear los asuntos legislativos, por supuesto que no necesariamente haya que referirnos a despachos de particulares especializados en el seguimiento y asesoramiento para la productividad legislativa, donde su trabajo se vende al mejor postor. No, hay que pensar en las áreas que ya existen en el aparato del gobierno federal y que en el terreno de la práctica deben realizar su trabajo en coordinación estrecha con el área de enlace legislativo de la Secretaría de Gobernación.
Sin duda, esas oficinas gubernamentales volverán a retomar las funciones para las que fueron creadas y que durante los últimos años se constituyeron en algo así como los “floreros” de las dependencias, porque si sobrevivieron eran solo de adorno. Con la iniciativa de contrarreforma en materia energética, esas oficinas tienen la tarea de facilitar el diálogo con los legisladores, proporcionar información para la generación de consensos y la toma de decisiones oportunas.
La tarea no es fácil, pero los enlaces legislativos o cabilderos gubernamentales, sin duda, volverán a tener la relevancia con la que fueron creadas a fines de 1998 en la administración pública federal, y decimos volverán porque para nadie es desconocido que muchas de éstas oficinas fueron disminuidas y casi desaparecidas en los últimos años, por un lado por el poco interés de impulsar leyes o el poco interés de mantener una relación con el poder legislativo y por otro porque con la conformación de bancadas y su aliados con mayoría absoluta no fue necesario el cabildeo de leyes o acuerdos legislativos. En fin, es hora de cabildear por México.
LAS CARTAS HABLAN.- En la iniciativa de reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto se introdujo el concepto de “sustentabilidad” al texto constitucional para que en el desarrollo económico se tomará en cuenta el entorno ecológico.
En la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador, presentada a la Cámara de Diputados para su posible aprobación, se habla de cancelar certificados de energías limpias.
Con la primera, al país llegaron inversiones para fomentar el uso de las energías solares, eólicas y otras, en la segunda habrá que estar pendientes en el contenido y significado de la palabra “cancelar”.
VA MI RESTO.- De la reforma energética promulgada en la era Peña Nieto hoy se habla de votos comprados en el Legislativo para su aprobación aunque sin aún llegar a pruebas concluyentes, pero se dice que muchos millones de pesos fueron repartidos al amparo de los intereses de la empresa Odebrecht y esa acción corrió a cargo del titular de Pemex del momento. Hoy al grupo legislativo afín al gobierno actual le faltan 56 votos para aprobar la propuesta de contrarreforma energética, ojalá no se esté pensando en la misma estrategia de Lozoya, porque hay quien asegura que a su fantasma ya se le ha visto rondar por la LXV Legislatura, y hasta ahí porque como veo doy.