Matriarcado en México
Alberto Vieyra G. lunes 4, Oct 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
En épocas inmemoriales, la humanidad fue gobernada por el matriarcado, es decir, por las mujeres, quienes elegían quiénes serían los padres de sus hijos. Era la mujer la que lideraba las tribus.
La era del matriarcado terminaría con una revolución silenciosa en la que no hubo muertos, heridos, ni desaparecidos, simplemente que cuando las tribus nómadas decidieron sedentarizarse para cultivar alimentos y poseer animales y propiedad territorial, se invertirían los papeles y el hombre se convertiría en el jefe de familia o famulus, que quiere decir “familia de un solo hombre”.
En México, la era del matriarcado no está muy distante. Algunos documentos establecen que Atotoztli fue heredera y ejerció el cargo, según las investigaciones historiográficas recientes.
En el “Códice Ramírez” se establece que Moctezuma I gobernó junto a su hija, de 1440 a 1469.
“Relación de Genealogía” dice que, a la muerte de su padre, Atotoztli que quiere decir “pájaro del agua”, gobernó cuatro años (1469-1473) y luego fue sucedida por uno de sus hijos.
Y “Origen de los mexicanos” relata que la mujer gobernó con su esposo entre 1470 y 1482. Fray Toribio de Benavente, Motolinia, en Historia de los Indios de la Nueva España, dice que la mujer gobernó entre 1469 y 1481, y Francisco López de Gómara escribió que “Axayácatl fue rey, después de su madre”, y a éste le sucedió su hermano Tizoc y a éste también le sucedería su hermano Ahuitzotl. Esto quiere decir, que sus 3 hijos de Atotoztli fueron gobernantes en la cultura azteca. ¿Por qué hago historia? Mire usted:
La semana pasada, se produjo en la Ciudad de México la Claudia señal en la que el presidente Andrés Manuel López Obrador le levantó la mano a una mujer en señal de triunfo y de futurismo político-electoral y ello podría dar lugar a que en México retorne a la era del matriarcado, pues a todas luces está claro que la gran preferida de AMLO para las elecciones presidenciales del 2024 es Claudia Sheinbaum Pardo, hija de padres judíos. La Claudia señal produjo una revolución dentro de las filas morenistas y el desasosiego produjo que los medianamente ortodoxos como Ricardo Monreal se movieran inmediatamente para decir “aquí toy”.
Los grupos de la oligarquía política hacía el interior de Morena comenzarían a darse duro y hasta por debajo del agua, le están circulado al canciller Marcelo Ebrard un inconfesable asuntito que podría traerle serias dificultades políticas, igual que su papel protagónico en el macabro accidente de la Línea 12 del Metro, que curiosamente también involucra a la Jefa de Gobierno capitalino.
Si nos atenemos a que en la oposición no han crecido políticamente con estatura de presidenciales para 2024, estaríamos ante un escenario en el que Claudia Sheinbaum, quien también arrastra el macabro asunto del Colegio Rébsamen, donde se produjeron casi 30 muertos, estaría en primerísimo lugar para que el dedo sagrado de Palacio Nacional la elija para encabezar una nueva era de matriarcado político en México.
En el PAN, por ejemplo, solamente hay una figura que ha cobrado notoriedad porque le salió muy respondón a AMLO y se llama Ricardo Anaya, pero el alto mando panista ha dado una larguísima lista de presidenciables en los que en honor a la verdad parecen estar muy ojones para ser palomas, en esa larga lista no aparecen el ex gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, quien enfrenta a un escándalo político que lo exhibe como un vil raterillo y a su familia de vivir a costa del erario de los chihuahuenses. Ambos, Ricardo Anaya y Javier Corral, son enemigos de AMLO y éste utilizará todo el poder del Estado para evitar que le disputen el poder a su partido.
Por el PRI, no se ve a nadie con estatura de presidenciable y lo malo es que ese partido parece estar descabezado y sin jefe de jefes, por lo cual se vislumbra que Morena llegó para quedarse otros 6 años, a menos que ocurra un milagro de aquí a 2023.