Nuevas pruebas para detectar virus de Covid
Elsa Rodríguez Osorio, Salud miércoles 29, Sep 2021Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- 28 de septiembre, Día Mundial del Corazón
Actualmente, la población está familiarizada con las pruebas para detectar el virus de la pandemia de Covid-19, pues han demostrado su efectividad para frenar la propagación del virus y ahora no solamente existe la prueba PCR, sino también la prueba de antígenos, la cual puede ser nasofaríngea, nasal o de saliva. A pesar de que cada una tiene diferentes características, la conjunción de las tres generan un esquema de prevención vital, sobre todo durante la nueva normalidad en donde miles de personas regresaron al trabajo de oficina y los menores de edad a clases presenciales. Las ventajas de estos test es que detectan la presencia de Covid-19 a partir de un análisis de las proteínas del SARS-CoV-2 y no de su material genético. En este sentido, el material recolectado de la nariz o saliva puede ser analizado por los profesionales de la salud para obtener un resultado en menos de una hora. “Para una prueba de antígeno de Covid-19, lo ideal es hacer una toma nasofaríngea con la intención de poder recolectar la mayor cantidad de proteínas virales posibles, para poder tener un resultado positivo en caso de haber presencia de antígeno viral en la muestra. La calidad y la cantidad de células que se pueden tomar ayuda mucho a la precisión de la prueba”, afirma Federico Lozano Blackaller, CEO y fundador de Kabla, empresa dedicada a la distribución de dispositivos diagnósticos. El especialista precisa que el resultado de una prueba depende de la obtención de la mayor cantidad de proteínas virales en una sola toma, ante eso una muestra nasofaríngea suele ser la ideal; aún así, en algunas poblaciones esta muestra resulta ser muy incómoda y un poco invasiva, sobre todo cuando se trata de casos en los que hay que realizar esta prueba de forma frecuente. ¿Cuál es la mejor? Los expertos afirman que lo mejor es integrar pruebas nasales, nasofaríngeas y de saliva. Las pruebas nasofaríngeas son más sensibles a la presencia del virus, pero también más invasivas. En contraste, las pruebas nasales son un poco menos sensibles, ya que el material de muestra se extrae únicamente de la nariz, pero tienen la ventaja de que permiten una aplicación más frecuente, lo que las hace ideal para poblaciones en riesgo de contagio o niños. Por ejemplo, una persona que convivió en días recientes, con otra que dio positivo a Covid-19 podría hacerse una prueba nasal de antígenos, antes de realizarse una prueba de PCR. Si, tras la prueba nasal da positivo, entonces debería someterse a una cuarentena inmediatamente. El segundo paso sería confirmar el resultado de la prueba con una de laboratorio (PCR). “Las muestras de saliva son menos sensibles que una nasal o una nasofaríngea. También podrían llegar a tener utilidad en niños en edad escolar ya que se pueden aplicar de manera más frecuente y con un alcance mayor. Las nuevas variantes de la Covid-19 han sido un gran desafío para frenar la pandemia. En Estados Unidos, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, estiman que la variante Delta ya representa el 99% de los contagios. Estas nuevas cepas tienen un efecto en el funcionamiento de las pruebas, ya que generan picos súbitos de carga viral, lo que hace aún más compleja su detección. La única forma de combatirlos es realizando pruebas más frecuentes.
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El Día Mundial del Corazón se celebra el 28 de septiembre. Es uno de los órganos más importantes del organismo, ya que se encarga de llevar oxígeno y nutrientes a cada rincón del cuerpo. Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte a nivel mundial, según la World Heart Federation. En México, el Inegi señala que se presentan 218,885 fallecimientos anuales, lo que representa alrededor del 20% del total. Entre los principales padecimientos que afectan al corazón están los ataques cardiacos, hipertensión, angina de pecho, arritmias e insuficiencia cardiaca. Algunos factores de riesgo que impulsan estas enfermedades son la diabetes, obesidad, sedentarismo y colesterol elevado. Entre los hábitos que recomiendan la OMS, la Oficina de Prevención de Enfermedades y Promoción de la Salud y el Instituto del Corazón de Texas están: Ejercitarse por lo menos media hora diaria. Evitar el consumo de tabaco, pues éste acelera la frecuencia cardíaca, contrae las arterias principales y puede ocasionar alteraciones en el ritmo de los latidos del corazón. Controlar el colesterol. Los niveles altos de éste pueden conducir a un ataque cardíaco o incluso a un derrame cerebral. La obesidad favorece los padecimientos cardiovasculares como la hipertensión arterial o dislipidemia, que es la elevada concentración de lípidos en la sangre. Controlar el estrés. Éste puede aumentar la presión arterial y provocar un ataque al corazón. Incluso, puede llevar a un aumento del colesterol. Por ello es esencial conocer los niveles de estrés en tiempo real y mantenerlo bajo control. Algo que puede ayudar con estos nuevos hábitos es un dispositivo tech como la HONOR Band 6. Esta smartband ayudará a dar seguimiento a los entrenamientos diarios. Además, monitorea la frecuencia cardiaca en tiempo real las 24 horas del día, los 7 días de la semana, lo que ayudará a conocer aquellos momentos en que algo no anda bien.