Ayotzinapa, verdades a conveniencia
Guillermina Gómora Ordóñez martes 28, Sep 2021Caleidoscopio
Guillermina Gómora Ordóñez
La ancestral polémica acerca de quién es dueño de la verdad absoluta, encontró en el caso Ayotzinapa el mejor escenario para debatir sobre este misterio en el que la humanidad no ha logrado ponerse de acuerdo, pues cada quien la acomoda a sus intereses o realidad.
En lo que concierne a los trágicos sucesos registrados la madrugada del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, tenemos, para empezar, 43 verdades diferentes, contadas por los familiares de los alumnos desaparecidos; historias convergentes por su origen y fatal destino que los tiene en pie de lucha exigiendo la presentación con vida de estos jóvenes.
Sin embargo, todo parece indicar que, lamentablemente, vivos no regresarán, pues como lo hemos documentado en este espacio desde el 30 de septiembre de 2014, bajo el título “Guerrero arde”, el crimen organizado subordinado al narcotráfico se encargó de “levantarlos” y desaparecerlos.
Así lo publicamos: “durante la refriega aparecieron personas vestidas de negro encapuchadas que comenzaron a disparar a todo lo que se movía y a subir a los rijosos a camionetas que nadie logró identificar… Versiones extraoficiales señalan que en el lugar se encontraron cartuchos percutidos de AK-47, que sólo utiliza la gente al servicio del crimen organizado… Lo sucedido en Iguala, Guerrero, ha despertado el interés de quienes investigan los hechos por la forma en que se registraron y cómo han ido evolucionando, ya que uno de los muertos era líder del grupo de los normalistas y apareció desollado de una forma por demás inhumana, práctica común entre la delincuencia organizada cuando desea enviar algún mensaje”.
De entonces a la fecha, la cloaca se destapó y los pactos de corrupción e impunidad entre autoridades de los tres niveles y los narcotraficantes que controlan la región quedaron al descubierto.
El caso Ayotzinapa llegó al punto de no retorno, pretender arrogarse el derecho a poseer la verdad absoluta sobre lo sucedido en Iguala, es un acto impertinente que sólo genera dolor y confusión entre las familias de los 43 alumnos desaparecidos.
Hemos pasado de los hechos a un encarnizado debate sobre los dichos, en un vergonzante espectáculo mediático, devaluando los resultados concretos de las diversas investigaciones realizadas por la Fiscalía General de la República (FGR), los peritos de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y la Universidad de Innsbruck, en Austria.
En la conmemoración del séptimo aniversario de la noche de Iguala, con solo 3 de los jóvenes identificados, los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, reiteraron que ven voluntad, pero no resultados en las nuevas indagatorias sobre el paradero de sus hijos y criticaron el desdén que perciben por parte de la Fiscalía y el Ejército para esclarecer lo sucedido. Y al grito de “AMLO decía que todo cambiaría, mentira, mentira. La misma porquería” exigieron una respuesta.
¿Qué verdad se busca? ¿La verdad histórica, la verdad jurídica, la verdad política o la que más acomode o guste a los inconformes o al gobierno en turno? En el caso de los normalistas desaparecidos los hechos se politizaron y todo indica que no habrá argumento que satisfaga a las familias de las víctimas y funcionarios ya sea por cuestiones afectivas, morales, monetarias o electorales.
Hemos llegado al punto donde la realidad impuso su veredicto, los 43 jóvenes fueron desaparecidos y no volverán. Que cada quien se quede con su certeza: La verdad histórica, la verdad impuesta y la verdad que cada uno conoce en un diálogo de sordos.
VERICUENTOS
Monreal: destape y desmarque
Una vez más, Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena en el Senado, alzó la mano para contender por la Presidencia de la República. En San Luis Potosí, dijo: “Estoy preparado, estoy en la plenitud de mi lucidez, de mi inteligencia y de mi experiencia”. Afirmó que es la mejor opción para continuar el proyecto de López Obrador. Sin embargo, días antes, se desmarcó de la persecución presidencial en contra de los 31 integrantes de la comunidad científica que han sido acusados de diversos delitos. Llamó a la FGR y a la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, a actuar con moderación. Fiel a su estilo negociador, dijo: “Hacemos un llamado a la prudencia porque son momentos muy complejos en la vida nacional y no se puede ahondar más en las diferencias que existen en México… Si me preguntan de qué lado estoy, estoy del lado de la UNAM. Si me preguntan de qué lado estoy, estoy del lado de los científicos. Si me pregunta de qué lado estoy, estoy del lado de la justicia”. ¡Órale!
Plantón CNTE
Fiel a su ADN, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) instaló un plantón indefinido en Morelia, Michoacán. Los profesores de la Sección XVIII están a las afueras del palacio de gobierno, exigen el pago salarial pendiente desde el mes de julio, para más de 28 mil profesores con clave estatal. Su líder, Gamaliel Guzmán, exige la intervención del gobierno federal para resolver el problema, ante el cambio de gobernador en la entidad. Mientras, los estudiantes de Michoacán sin clases en ninguna modalidad, desde agosto pasado. ¡Uff!