Ignorantes y desmemoriados
Alberto Vieyra G. martes 28, Sep 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El 24 de agosto de 1821, se firmarían en Córdoba, Veracruz, los Tratados de Córdoba que declaraban la Independencia de México de España.
Los Tratados de Córdoba es un documento con diecisiete artículos que fueron desconocidos por el gobierno español. La Independencia de México sería firmada por el jefe político superior de la Provincia de Nueva España, Juan O’Donojú que ya no pudo ser virrey y por Agustín de Iturbide en representación del Ejército Trigarante, es decir que Iturbide llevaba la representación de Vicente Guerrero Saldaña, el jefe máximo del Ejército Insurgente. Este hecho daría pie a que el conservadurismo español le diera todo el crédito de la independencia de la nación azteca a Agustín de Iturbide y como premio lo convertiría en el primer emperador de México. Se trató de una serie de traiciones entre el mismo bando español que detestaba la monarquía.
¿Por qué entonces los politicastros ignorantes y desmemoriados conmemoran el 27 de septiembre como el día toral en que se consumó la Independencia de México?
Pues simplemente por ignorancia y olvido porque fue el 28 de septiembre de 1821, cuando se promulgó el Acta de Independencia o los Tratados de Córdoba y un día antes, es decir el 27 de septiembre, se conmemora el día de la entrada triunfal del Ejército Trigarante a la Ciudad de México.
Hay, sin embargo, otras dos fechas importantísimas que tanto politicastros como algunos historiadores pasan por alto: El abrazo de Acatempan ocurrido el 10 de febrero de 1821, con el cual, simbólicamente Iturbide y Vicente Guerrero Saldaña sellaban el compromiso de pacificar a México, haciendo que 3 siglos de yugo español quedarán atrás. Y la segunda fecha tiene que ver con el 24 de febrero de 1821, cuando el propio Iturbide proclamaba el Plan de Iguala que sentaba las bases para la Independencia de México.
Vicente Guerrero pasó con humildad a un segundo término, no por ignorante, como se asegura que era, no, sino porque era un hombre sencillo de campo, pero muy inteligente y además era masón, pero de esos masones que no buscan el protagonismo personal, como hoy ocurre con politicastros que no leen y que son muy mal asesorados por dizque estudiosos de la historia.
Lamentablemente, el actual Presidente de México, don Andrés Manuel López Obrador, y su séquito, una prole de politicastros mercenarios que lucran con el poder no tienen la cultura de la lectura y para colmo fingen demencia cuando se trata de cuestiones históricas.
Ya lo he dicho muchas veces que “la historia es la memoria de los pueblos” y que “un pueblo sin memoria, es un pueblo sin historia”. La historia está ahí y no hay que inventarla, ni torcerla como ocurre con AMLO que conmemora el 27 de septiembre como el día toral de la Consumación de la Independencia de México, cuando en realidad es el día 28 de septiembre, cuando se promulgan oficialmente los Tratados de Córdoba o el Acta de la Independencia de México.
Empero, España reconocería la Independencia de México hasta 1836 y habrá que recordar que, en 1829, los hispanófilos intentaría reconquistar México con una expedición de 500 soldados al mando de Isidro Barradas, quien intentaría desembarcar en Tampico, Tamaulipas, pero no contaba con que enfrentaría al entonces coronel Antonio López de Santa Anna Pérez de Lebrón, quien derrotaría a las fuerzas españolas y con ello iniciaría la leyenda de quien pasaría a la historia como el venerable quince uñas.