Desangelada, la sucesión del PAN
Ramón Zurita Sahagún miércoles 22, Sep 2021De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Las cosas en la oposición no transitan adecuadamente y menos porque los adversarios de Morena no encuentran los canales adecuados por los cuales puedan revertir la tendencia favorable hacia el partido gobernante.
Nada parece animar las filas de los partidos de la oposición, donde los resultados electorales del pasado mes de junio los dejaron tranquilos, con todo y que los números no les alcanza para competir en la elección presidencial del 24, ni siquiera yendo juntos PAN y PRI y el remedo de PRD que queda.
Las cuentas no cuadran a como esperan y aunque en la capital del país obtuvieron sus mejores logros con los triunfos en las alcaldías y las victorias en los gobiernos de Chihuahua, Querétaro y Nuevo León, el último no se puede considerar dentro de la alianza que conforman los partidos blanquiazul, tricolor y amarillo.
Dentro del PAN, que se convirtió en el segundo partido político nacional, la pequeña luz que se asomaba para su recuperación se extinguió en dos movimientos. El primero con la denuncia sobre Ricardo Anaya, quien pretende nuevamente la candidatura presidencial y en octubre tendrá su careo judicial y con el inminente triunfo de Marko Cortés quien seguirá como presidente de Acción Nacional.
Nada pudieron hacer sus adversarios internos, los que poco a poco se fueron extinguiendo y renunciando a su pretensión de competirle por la dirigencia nacional del partido.
Primero fue Francisco Domínguez, todavía gobernador de Querétaro, quien consideró que no había suelo parejo y prefirió abstenerse de participar y esperar mejor competir por la candidatura presidencial de 2024. Después, a la ex diputada y ex senadora Adriana Dávila no le alcanzaron los números para alcanzar el mínimo requerido para entrar en la competencia y Gerardo Priego nunca fue considerado como un verdadero aspirante, ya que cada contienda se anota como candidato a la presidencia y luego no participa, con todo y que obtienen algunos apoyos.
Marko Cortés se quedó solo como candidato único, sin oponente alguno y no es porque concite muchos respaldos, sino porque el PAN se quedó aislado, mudo y quieto ante la avalancha en que se convirtió Morena en la elección de 2018 y la sacudida en los estados del 21.
Los opositores de Marko catalogan la contienda interna por la presidencia del PAN como inequitativa, tal y como lo hizo en 2018 su adversario Manuel Gómez Morín, quien señaló, después de perder, que el proceso interno fue parcial, inequitativo y antidemocrático.
Y es que casi siempre la disputa por la dirigencia nacional panista ha sido sumamente competida, con una serie de personajes que quedaron frustrados al no ser electos. Casos concretos Carlos Medina Plascencia, Ernesto Ruffo y Roberto Gil, entre otros, quienes decidieron entrar en la competencia, sin resultados positivos.
Marko Cortés se apunta para continuar dirigiendo los destinos del PAN por tres años más, hasta la elección presidencial del 24, con todo y que los resultados electorales no se le dieron y perdieron la mitad de las gubernaturas que tenían.
El michoacano no es un líder respaldado en el PAN, donde lo ven como un mal menor y que asuma los riesgos que conlleva ser parte de una oposición desarticulada.
Dentro de la mediocridad existente entre la clase política, Marko Cortés es un mal menor que carece de carisma, lejos está de ser un buen tribuno, los debates no se le dan y los militantes han aprendido a convivir con él, a sabiendas de que su liderazgo no irá a ningún lado y que con la pasividad que le caracteriza poco se podrá hacen en los comicios presidenciales de 2024.
******
El regalo-bomba que causó dos muertes y varios heridos en Salamanca, Guanajuato, el pasado domingo, es una advertencia de hasta dónde pueden llegar los grupos delincuenciales. Cada vez son más atrevidos y con métodos que asustan, sin que la autoridad tome verdaderas cartas en el asunto, mientras los delincuentes dan muestra del armamento con que cuentan y se notan más atrevidos como son las incursiones en Tepalcatepec, Aguililla y otros municipios del país, mandan mensajes con su regalo-bomba y llegan a atentar en contra de un alto mando policíaco con más de 30 elementos en la principal avenida de la CDMX, los operativos de la Guardia Nacional, de la Marina y del Ejército dan palos de ciego, mostrando su falta de operatividad y eficacia.