Los que visten la mona
Alberto Vieyra G. miércoles 22, Sep 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿Alguno de mis gentiles amigos radioescuchas o lectores han vestido la mona para que otro u otros la bailen? Adivino que a muchos. Pero, por qué le hablo de los que visten la mona para que otros la bailen.
Mire usted. Don Andrés Manuel López Obrador le envío la semana pasada una carta al presidente norteamericano Joe Biden, exhortándolo a que el gobierno de Estados Unidos se sume al de la dizque gobierno de la “Cuarta Transformación” en el desastroso programa Sembrando Vida, aunque AMLO jura y perjura que es muy exitoso para contener la migración en Guatemala, Honduras y El Salvador.
Lo que AMLO quiere es que los Halcones de Washington vistan la mona para que él y otros politicastros en Centroamérica la bailen.
Desde ahora, se ve prácticamente imposible que el señor Biden vista la mona para que otros la bailen y menos en tratándose del mandatario mexicano, tan empeñado en conformar en América Latina un bloque parecido a la Unión Económica Europea, en el cual abundarían los gobernantes dictatoriales y tiranos, como es el caso de Cuba, Venezuela, Nicaragua, El Salvador, Bolivia, Argentina y los que se acumulen y todo para enfrentar económicamente y políticamente a Estados Unidos y Canadá. ¡Qué maravillosa ingenuidad de AMLO!
De propios y extraños es conocida la desastrosa relación que priva entre AMLO y Joe Biden quien se ha negado a entrevistarse con el mandatario mexicano, quien ha tenido desplantes poco diplomáticos como el no contestar las llamadas telefónicas del “número uno” del tío Sam pero, sobre todo, lo que tiene indignados a los norteamericanos son los coqueteos de AMLO con gobiernos comunistas en América Latina y su activismo tan descarado con los tiranos de Venezuela, Nicolás Maduro y de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
El pasado mes de julio, el dictadorzuelo cubano tuvo la mala fortuna de presentarse ante el mundo como un tirano, cuando miles de cubanos salieron a las calles para exigir libertad y el fin de la dictadura, advirtiendo que: “La orden de combate está dada, ¡a la calle los revolucionarios!”, convencido de que “nosotros vinimos aquí para, junto a los revolucionarios de este pueblo, demostrar que aquí la calle es de los revolucionarios y que aquí ningún gusano ni ningún mercenario nos va a tomar las calles”, pese a lo cual el gobierno mexicano, en vez de llamar al respeto de los derechos humanos, se solidarizó doblemente con la dictadura exigiendo al tío Sam poner fin al boqueo comercial, cuando todos sabemos que la mayoría de los productos que consumen los cubanos son de origen norteamericano y ruso y, desde luego, el petróleo venezolano.
Pero, además, invitado por AMLO a los festejos del 500 aniversario de la caída de la gran Tenochtitlán y el bicentenario de la consumación de la Independencia de México, el señor Díaz-Canel tuvo la desvergüenza de enfocar sus baterías contra nuestro vecino del norte y eso no les gustó nadita a los gringos, ni tampoco a los cubanos que esperan la solidaridad de los mexicanos para que de una vez por todas arribe a la isla cubana la era de la democracia electoral de a deveras. Por ahora, la tiranía de AMLO no permite pensar que Joe Biden vista la mona en Centroamérica para que otros la bailen y dejen de fluir éxodos y más éxodos de indocumentados hacia Estados Unidos.