Humillados y deportados
¬ Augusto Corro martes 21, Sep 2021Punto por punto
Augusto Corro
Miles de migrantes se exponen a las peores humillaciones y sufrimientos en su intento por llegar a Estados Unidos (EU).
Hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, mexicanos y, últimamente, haitianos decidieron dejar sus países de origen.
Por lo general, se trata de emigración forzada debido a la miseria y violencia que viven desde siempre.
Los gobiernos de los diferentes países centroamericanos y del Caribe nada hacen por sacar de la pobreza a sus gobernados.
Tampoco les interesa mejorar sus leyes para combatir con eficacia la delincuencia que los azota.
Los migrantes no encuentran otro camino que el de exponer la vida y el de padecer toda clase de sufrimientos.
En Haití, los fenómenos naturales (terremotos e inundaciones), la pandemia por Covid y los malos gobiernos tienen a sus habitantes sumidos en la miseria y la incertidumbre.
Parece que sus desgracias son interminables. Así se ve en las últimas imágenes de los haitianos en la frontera de México con EU.
Miles de migrantes isleños llegan a solicitar asilo, refugio o trabajo en el vecino país, pero en esa cantidad son deportados a sus pueblos. El fin de semana se reunieron en México mandatarios de diferentes países para “grillar”, como acostumbran.
De esa reunión no salió ningún pronunciamiento para tomar medidas para ayudar a Haití, el país más pobre del hemisferio.
Ni siquiera el presidente de EU, Joe Biden, suavizó su política migratoria para atender sin humillaciones a quienes acuden a él en busca de ayuda.
El gobierno mexicano se ve pasivo. Espera la luz verde de Washington para implementar su programa de reforestación en el llamado Triángulo Norte de Centroamérica.
Mientras, en la frontera sur, en Tapachula, Chiapas, se encuentran varados miles de migrantes de varias nacionalidades, principalmente haitianos.
El problema migratorio crece cada día y aún no se cuenta con la fórmula para resolverlo. ¿A quien responsabilizar de la crisis migratoria?
La violencia
El estado de Guanajuato es uno de los más violentos de México. La delincuencia organizada mantiene en el terror a la población.
El domingo en la noche, dos personas perecieron al estallar un artefacto explosivo en el exterior del restaurante La Barra 1904, en Salamanca.
Las víctimas fueron identificadas como el gerente del establecimiento, Mario Alberto Hernández Cárdenas, y su socio comercial, Mauricio Salvador Romero Morales.
La explosión provocó el pánico entre numerosas personas que se encontraban en los restaurantes y bares de la zona, así como en el casino cercano.
La Fiscalía general del estado emitió un comunicado en el que precisó que dos personas, que se transportaban en motocicleta, entregaron la caja explosiva que fue recibida por dos hombres.
El doble homicidio se suma a la cadena de hechos sangrientos que suceden en Guanajuato, como derivados de la violencia incontrolable.
En la mencionada entidad, los gobiernos municipal, estatal y federal asumieron una actitud contemplativa frente a los asesinatos, extorsiones y secuestros.
En el estado, se disputan la plaza, principalmente, los denominados Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Cártel de Santa Rosa de Lima.
Aunque en el hecho de Salamanca se empezó a especular que se trató de una extorsión por el “derecho de piso”.
En el 2020, Guanajuato registró el mayor número de masacres.
Según las estadísticas los gobiernos fueron rebasados en la lucha contra la delincuencia organizada. La violencia es la tarea que le falta por hacer al presidente López Obrador. Aún no se nota la presencia de la Guardia Nacional
La política obradorista de abrazos no balazos tiene tranquila a la delincuencia.
Está presente, pues, la inseguridad en diferentes regiones de México, sin la esperanza de que algún día termine.
¿Usted qué opina amable lector?