Saldo positivo
Ramón Zurita Sahagún lunes 20, Sep 2021De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
No fue lo que se esperaba, pero la reunión de la Celac no se puede considerar como un desperdicio, pues sirvió para que México se asomará nuevamente al mundo de la diplomacia continental, del que se apartó hace varios ayeres.
México fue durante muchas décadas el gran aglutinador de las comunidades del continente americano y en su sede se celebraron diversos encuentros entre naciones con diferendos.
Sirvió de sede para sendos encuentros entre grupos de gobierno y guerrilla y hasta recientemente del gobierno venezolano y los disidentes.
Siempre, un país anfitrión que se alejó de ese papel de conciliador o aglutinador desde finales de los años 90 del siglo pasado, cuando Ernesto Zedillo presidía el país y le siguieron Vicente Fox y Felipe Calderón que marcaron su distancia con Cuba, un país al que México protegió y auxilio en toda clase de problemas.
Cuba y el gobierno de Fidel Castro siempre fueron bien recibida y se le apoyaba con algunos insumos de los que la isla carecía, además de que el gobernante fue bien recibido en México y participaba en encuentros comunes y hasta multilaterales.
Nadie objetaba en la época de los gobiernos de Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid y Carlos Salinas los desfiguros que se cometían en la isla, por parte del gobierno de los hermanos Castro, situación que dio pie al exilio de grandes contingentes que se refugiaban en Miami y en el sureste de México.
Durante los 60 y 70 era común escuchar a los estudiantes universitarios ofrecerse para acudir a la zafra, sin importar la falta de libertades que se decía y se sigue diciendo carecían en Cuba. La aventura era lo primero y la solidaridad con el gobierno cubano, que no con el pueblo, era manifiesta.
Grandes cantidades de petróleo mexicano, medicinas y otros insumos viajaban de México hacia la isla y los médicos cubanos viajaban a México en una reciprocidad que de pronto ya no fue considerada necesaria y los médicos cubanos que en gran número llegaban a algunas entidades del país entraron en diversas categorías que no eran precisamente de bienvenida.
Cuando sucedían los conflictos que derivaron en el éxodo cubano, México guardaba silencio y no se alzaban voces de protesta, como sucede en la actualidad y eso que en aquel entonces se producían encarcelamiento de músicos, escritores, pensadores, lo que se remediaba con uno u otro asilo a algunos de los disidentes, pero pocos en realidad.
Con los venezolanos sucede algo similar y aunque la reciprocidad entre las dos naciones no era tan grande como la de México y Cuba, los gobernantes y ciudadanos venezolanos eran bien recibidos, hasta que llegó Hugo Chávez, quien vino a la toma de posesión de Vicente Fox y todavía anduvo algunos días por el país.
Chávez y su sucesor Nicolás Maduro entraron en conflicto estableciendo una dictadura y cambiando a su gusto la Constitución y demás leyes en Venezuela, lo que derivó en enfrentamientos con grupos que se resisten a ese tipo de gobierno, lo que les alejó como país de las naciones demócratas.
Durante todo ese tiempo, hablamos de la década de los 70 hasta acá, México se basó en su política de asilo, viniendo grandes contingentes de Chile, Argentina y otros países en los que se producían golpes de estado, revoluciones y todo tipo de asonadas.
La nación mexicana siguió siendo todo un ejemplo hacia fuera, aunque al interior continuaban los fraudes electorales, la represión y la corrupción imperante.
Ahora los enfrentamientos entre los grupos considerados democráticos y los autoritarios se han producido en la reunión del Celac y debido a eso se considera la reunión como un fracaso y más que todo de rechazo a la política mexicana, que nada tiene que ver en ese asunto.
México reafirmó su estilo diplomático y después de mucho tiempo se pudo celebrar conversaciones entre los Presidentes de distintas naciones, de la que algo bueno saldrá, ya que México requiere de recobrar ese liderazgo que tuvo en el pasado.
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41 elementos de la fiscalía general del Estado de Quintana Roo recibieron la acreditación del curso básico de análisis de información criminal, impartido por la Oficina Internacional de Asuntos Antinarcóticos y Procuración de Justicia de la Embajada de Estados Unidos en México. El propósito es el de profesionalizar al personal encargado de la procuración de justicia en el estado del sureste.