Atlas de riesgos, una necesidad para el país
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 20, Sep 2021Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Prohibir preventa y venta de proyectos habitacionales sin permiso, otra propuesta
Hablar de un atlas de riesgos es hablar de peligros propios de la naturaleza y también de situaciones de peligro causados por la mano del hombre, de ahí que hoy en día la prevención de desastres no sea una tarea menor en las actividades públicas y privadas, y eso conlleva a pensar en la necesidad del establecimientos de estrategias y programas dirigidas a la mitigación y prevención de efectos que puedan ser causa de algún daño material o físico de las personas.
Lo anterior viene a colación porque hace unos días la diputada federal Guadalupe Chavira de la Rosa, del grupo parlamentario de Morena, presentó a la LXV Legislatura una propuesta con punto de acuerdo, donde hace un exhorto a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y a la Coordinación Nacional de Protección Civil para que actualicen los atlas de riego del país, donde especifica que esta actualización se realice en los 2 mil 469 municipios y alcaldías, con ello prevendrán desgracias mayores por fenómenos naturales en México.
En su argumentación, la legisladora señala que, con datos del Centro Nacional para la Prevención de Desastres (Cenapred), “sólo 493 municipios y alcaldías de la República Mexicana cuentan con un atlas de riesgo actualizado a 2021, es decir sólo 20 por ciento de los municipios, siendo el Estado de México la única entidad que cuenta con ciento por ciento, por tanto se vuelve una obligación contar con esta actuación, para poder evitar en medida de lo posible pérdidas de vidas y futuros desastres como los acontecidos en fechas recientes, por desbordamiento de ríos, inundaciones provocadas por fenómenos naturales y terremotos”.
Ojalá las autoridades aludidas no echen en saco roto dicha solicitud, porque un atlas de riesgos es un instrumento de gran importancia en materia de protección civil y planeación urbana y la actualización de los mismos pueden ser no sólo de gran ayuda sino vitales para muchas poblaciones que cada año padecen diversos problemas que se les presentan y que son conocidos como fenómenos naturales.
Un atlas de riesgos no sólo permite enumerar las zonas susceptibles de peligro o describir los tipos de fenómenos naturales, como pueden ser sismos, huracanes, deslaves o inundaciones, no, también sirven para prevenir sus efectos y hasta para la toma de decisiones que permitan implementar las acciones y medidas adecuadas o de manera más eficaz y rápida.
Entonces trabajar en la actualización de dichos documentos, sin duda, significará para muchas comunidades del país, como bien lo señala la diputada Chavira, tener una mejor vida, con vivienda digna y la seguridad de las personas, tal como lo estipula la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre e incluso en nuestra Carta Magna habla de que todos tenemos derecho a disfrutar de una vivienda digna y a la seguridad. Que conste.
LAS CARTAS HABLAN.- Cabe señalar que el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) define que los atlas de riesgos son sistemas que integran información sobre fenómenos perturbadores a los que está expuesta una comunidad y su entorno, y entre otros objetivos, sirve para integrar información de diferentes instituciones del gobierno federal, estados, municipios y Ciudad de México; orientar los planes de desarrollo urbano; Valorar posibles escenarios de afectación por la presencia de algún fenómeno natural; gestionar el uso correcto del suelo para no construir en zonas de peligro; dar seguridad a las inversiones públicas y privadas ante eventos perturbadores; facilitar la emisión de Declaratorias de Emergencia y Desastre; mejorar los procesos de contratación de seguros de infraestructura estratégica como escuelas y hospitales.
Asimismo, el Cenapred destaca que estos documentos o cartografías sirven para conocer la frecuencia e intensidad de los peligros en el territorio; identificar los procesos físicos y sociales que genera el riesgo; visualizar proyecciones a futuro del impacto de un fenómeno; implementar medidas preventivas en infraestructura expuesta a un riesgo; estimar el costo del impacto de un fenómeno; estimar las necesidades de las áreas declaradas en emergencia o desastre; concientizar a la población sobre los riesgos a los que está expuesta; y para, orientar políticas públicas para disminuir el riesgo y, por lo tanto, los desastres.
VA MI RESTO.- Ya que estamos en temas del Poder Legislativo, en otro asunto que tiene que ver con situaciones de riesgo y su prevención, hay que resaltar también la propuesta de reforma a la Ley de General de Asentamientos Humanos, que presentó la diputada Blanca Araceli Narro Panameño, también de Morena, a fin de prohibir la preventa y venta de inmuebles para vivienda que no hayan demostrado tener la autorización correspondiente, como son los trámites de licencias construcción o de uso del suelo, de fraccionamiento, subdivisiones, fusiones, relotificaciones, condominios y para cualquier otra acción urbanística. Bueno, dos interesantes propuestas, muy necesarias por cierto, ahora esperemos que no se tarden mucho en aprobarlas y hasta ahí porque como veo doy.