La lucha interna panista
¬ Augusto Corro lunes 20, Sep 2021Punto por punto
Augusto Corro
Al Partido Acción Nacional (PAN) se le complicó la elección de su presidente nacional. Tras una serie de acciones calificadas de antidemocráticas, su actual líder, Marko Cortés, se convirtió en el único candidato a la dirigencia, así pues, se reelegirá. La organización blanquiazul desde las últimas elecciones presidenciales de 2018 perdió la brújula y, obviamente, el rumbo.
En las elecciones intermedias de junio, les fue mal a los panistas, aunque alcanzaron algunas victorias en la Ciudad de México, no fueron suficientes para erigirse como triunfadores. En la contienda electoral fueron acompañados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En general, los partidos de oposición enfrentan un sinnúmero de conflictos internos. Uno de estos es la reelección de su dirigente Marko Cortés, que dicho sea de paso, mantuvo a su instituto político sumido en la mediocridad. Con la idea de apoderarse del PAN no permitió que surgieran nuevos líderes.
En el presente, esa ausencia de dirigentes se llena con panistas reciclados como el “Jefe”, Diego Fernández de Cevallos, Santiago Creel, en vías de reverdecer laureles. El PAN se alejó de sus bases. Además, decidió participar en la lucha política, sin ideario alguno, divorciado de sus militantes.
Contra Marko Cortés
El próximo 24 de octubre se elegirá al presidente del partido, que, como se ve la situación, Marko Cortés, será reelecto. Es el único aspirante registrado. Sin embargo, sus adversarios no piensan quedarse callados. Los panistas Adriana Dávila y Gerardo Priego Tapia, ex aspirantes al cargo, anunciaron que impugnarán el proceso comicial ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Dijeron los inconformes que lucharán contra las prácticas antidemocráticas “que se han impuesto en el blanquiazul”. Coincidieron en que no lograron juntar las firmas para competir, porque los gobiernos estatales y municipales obligaron a los militantes a no dar sus firmas para apoyarlos.
Adriana Dávila, ex diputada blanquiazul, declaró que el PAN perdió su esencia igualitaria y ante ello se debe dar la lucha en pro de democratizarlo. Además, cuestionó que Marko Cortés reuniera 110 mil rúbricas de apoyo a su candidatura, porque ello implicaría haber recabado 9 mil por día, cuando eso es materialmente imposible.
Señaló la ex legisladora que lo anterior demuestra que se usó el aparato del PAN o se falsificaron (las firmas). Por ello, adelantó que solicitará a la comisión organizadora de la elección que se cotejen las firmas con el padrón de militantes.
Por su parte, Priego Tapia, ex diputado blanquiazul y excandidato a la gubernatura de Tabasco, dijo que es necesario reconstruir el citado instituto político, cambiar su sistema electoral porque es obsoleto y absurdo, “se trata de un modelo cuyo propósito es que quien está en el poder lo siga controlando o se le entregue a quien quiera”.
Hacia el 2024
Acción Nacional, como los otros partidos opositores que forman la alianza “Va por México”, no cuenta, por ahora, con un aspirante con la suficiente fuerza política para representarlo en las elecciones presidenciales de 2024. El único que sobresale es Ricardo Anaya, ex candidato presidencial, en 2018, autoexiliado en Estados Unidos.
El joven queretano se dice perseguido político y tiene un enfrentamiento constante contra el presidente López Obrador. Si Anaya es nombrado el representante blanquiazul, será importante conocer la opinión de los partidos de la oposición que pudieran participar en la alianza partidista en contra del obradorismo.
En este espacio, señalamos en otra ocasión, que la mediocridad de las fuerzas opositoras tiene sin preocupación alguna al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que se encuentra también, sumido en la pasividad total, con un líder como Mario Delgado, que mantiene dormido a su partido.
En fin, Acción Nacional está en un laberinto político y no encuentra la salida.
¿Usted qué opina amable lector?