139 millones de personas en el mundo con Alzheimer, en 2050
Elsa Rodríguez Osorio, Salud lunes 20, Sep 2021Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- Pérdida de memoria y diabetes pueden combatirse con Omega5
- Cuidados para menores con hipoglucemia o hiperglucemia
En este año, el Alzheimer, enfermedad que afecta la memoria a corto plazo en las personas de la tercera edad, se ha diagnosticado 1,225 mexicanos, 10% más respecto a 2020. Dicho padecimiento, también pone en riesgo la salud física y mental de los cuidadores mejor conocidos como “enfermos silenciosos”, por ello, el diagnóstico y tratamiento oportuno es clave para mejorar la calidad de vida de ambos. “El Alzheimer es la causa más común de demencia, los pacientes no sólo se enfrentan a problemas de memoria, sino a problemas conductuales que repercuten en sus cuidadores, como pueden ser: la falta de atención, poco control de sus impulsos, falta de agilidad, dificultad para orientarse o ubicarse, alucinaciones, apatía, depresión y ansiedad. “Es común que los principales síntomas se manifiestan a partir de los 60 años, por lo que se recomienda acudir al médico para realizarse estudios cognitivos. Normalizar los olvidos e ignorar la visita al médico puede traducirse en un diagnóstico tardío y en un tratamiento con menor efectividad”, afirma el neurólogo Carlos Manuel Guerra Galicia, director de PRISMA, Centro de Atención Interdisciplinaria en Parkinson, Movimientos Anormales y Demencias. Un adecuado manejo del tratamiento puede proporcionar a los pacientes y su familia bienestar e independencia durante periodos más largos. La Guía Práctica Clínica del IMSS 2017 “Diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de Alzheimer”, precisa que la rehabilitación farmacológica con el inhibidor rivastigmina ha demostrado eficacia desde etapas tempranas a severas. En la actualidad existe una presentación en parche de rivastigmina que, bajo prescripción médica, cambia la vida de los pacientes y sus cuidadores. Estudios han demostrado que reduce el trabajo del cuidador de 40.3% a 10.3%. Un estudio publicado por el Centro Nacional de Información Biotecnológica de Estados Unidos, afirma que el 70% de los cuidadores encuestados prefieren dicha presentación, pues permite una mayor adherencia al tratamiento y aumenta la autosuficiencia del paciente al retrasar el deterioro en actividades como leer, escribir, participar en juegos, prestar atención en conversaciones. “El Alzheimer no tiene cura, pero su manejo oportuno ayuda a que la enfermedad resulte más fácil y estable para quienes la viven de cerca”, dice. El Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, prevé que uno de cada tres personas enfrentará esta enfermedad en su círculo cercano, por lo que la prevención es fundamental. La OMS calcula que para el año 2050 habrá 139 millones de personas en el mundo con Alzheimer. Mientras que, en México, más de 350 mil personas lo padecen, y al año causa la muerte de 2,030 pacientes.
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El envejecimiento prematuro, la pérdida de memoria y la diabetes pueden combatirse con Omega5, nanoemulsionado que protege los daños oxidativos e inflamatorios celulares presentes en dichos padecimientos. En el aceite de semilla de granada se encuentra Omega 5 que favorece la generación de energía necesaria para las funciones y duración saludable de cada célula. En Israel, la doctora Ruth Gabizón del Centro Médico Hadassah, Jerusalem, logró colocar el aceite de semillas de granada dentro de nanogotas para poder alcanzar a todo el organismo especialmente el cerebro y evitar la progresión acelerada de enfermedades neurodegrativas.
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Para los niños y adolescentes con diabetes tipo 1 en edad escolar, los episodios de hipoglucemia e hiperglucemia son un riesgo latente con el que tienen que enfrentarse todos los días. El profesor o cuidador debe reconocer estos signos y aplicar las medidas de urgencia más adecuadas. Debe tener la información por escrito, proporcionada por los padres del niño. La Fundación para la Diabetes Novo Nordisk explica cómo manejar ambas situaciones en la escuela. La hipoglucemia sucede cuando el nivel de glucosa en sangre es bajo, es decir, por debajo de 65 mg/dl. los síntomas son sensación de hambre, dolor de cabeza, sudoración fría, cambio de carácter, temblores y dolor abdominal; así como dificultad para pensar o hablar, comportamientos extraños, visión borrosa, adormecimiento, mareos, puede llevar a la alteración de la conciencia, convulsiones e incluso caer en coma. Ante cualquiera de estos síntomas hay que comprobarlo con la medición de glucemia y proporcionarle al niño algo de azúcar. En el caso de hiperglucemia el niño no debe beber refrescos, ni colas, ni zumos, ni ningún líquido que contenga azúcar.