Triste oposición
¬ Luis Ángel García lunes 13, Sep 2021Por la Derecha..!
Luis Ángel García
La oposición le allana el camino a la 4T en la consolidación de su proyecto político y su permanencia en el poder para 2024. Tigre con patas de cartón resultó la Alianza por México y ahora evidencia la crisis del sistema de partidos de nuestra democracia. Un PAN que hace pasarela con la ultraderecha española y da oportunidad al Presidente para exhibirlos, el PRD como fantasma de la izquierda famélica sin proyecto y un PRI servil que acepta las migajas que le avienta el gobierno a cambio de conducirse con sumisión. De pena ajena, de no ser porque está en juego el futuro del país.
Los resultados en los pasados comicios en la CDMX parecían el preludio al despertar de la ciudadanía de la obnubilación que sufrió en el 2018 cuando escuchó el canto de la sirena y creyó en una visión que ofrecía el combate a la corrupción y la redistribución de la riqueza, no más pobres, todos con mejor nivel de vida. Pero no fue así, el votante castigó -al menos en la capital del país y en el Congreso- el engaño. Esa efímera borrachera de triunfo terminó en horrible cruda.
La Cámara fue escenario del encuentro de legisladores blanquiazules y tricolores con la nueva falange ibérica, la extrema derecha del partido Vox. Evento que no tuvo nada de extraordinario ni comprometía la soberanía nacional, pero en la mañanera se encargaron de magnificar la reunión y presentar a los panistas como fascistas, fue buen distractor el tema. Los herederos de Manuel Gómez Morín perdieron credibilidad y dieron pretexto a la 4T para erigirse en la opción liberal. No supieron hacer control de daños, hubo muy mal manejo de la crisis y seguramente perdieron adeptos.
El PRD es una organización que todos los días se desangra, sus legisladores emigran a Moreno, sus bancadas son raquíticas, pierden gubernaturas y carecen de ideólogos con propuestas.
Quien se voló la barda fue el otrora partidazo, el instituto que gobernó al país por ochenta años, sucumbió en menos de tres años. Primero, Peña Nieto, al día siguiente de los comicios de 2018, entregó la Presidencia, dejó de gobernar e hizo una entrega adelantada. Perdió el PRI varias gubernaturas, presidencias municipales y se quedó con una mini bancada. “Alito” empezó a coquetear con la 4T e instruyó a los legisladores rojos para que apoyaran las iniciativas presidenciales, formaron el bloque del “primor”. Algunas declaraciones del dirigente priista adelantaban la sumisión del partido. Con algo todavía de dignidad se sumaron a la Alianza por México, más bajo el paraguas del PAN que con candidatos propios.
Pero fue efímera la autonomía del tricolor, a pesar de que creció en diputados, ante la imposibilidad de que el Ejecutivo pueda sacar reformas constitucionales por no contar con la mayoría calificada, rápidamente el Presidente insinuó que podría comprar los votos del tricolor.
Mientras tanto, ya empezaron los chapulines en el Congreso y representantes populares del impresentable PVEM y rémoras del PT se pasaron a la bancada de Morena.
La cereza del pastel fue el anuncio presidencial de que el todavía gobernador priista de Sinaloa aceptará el cargo de embajador en España, seguramente como pago al favor de hacer todo lo posible para que ganara el candidato de Morena en el estado con la ayuda del narco. Eso también es corrupción, los partidos ya no representan posiciones ideológicas sino intereses políticos.
Así que la 4T va en caballo de hacienda, nada impedirá que avance el proyecto político de AMLO, quien a pesar de incumplir con sus promesas de campaña, seguirá con el engaño a los mexicanos, con la complacencia de una estéril oposición.