Los extremos son malos
¬ Luis Ángel García viernes 10, Sep 2021Por la Derecha..!
Luis Ángel García
La reunión fallida de los legisladores panistas con el partido ultraderechista español VOX permitió a los testaferros de la 4T revivir la imagen conservadora del blanquiazul y distraer a la opinión pública de los grandes temas nacionales. Sin embargo, las críticas al instituto político fundado por Manuel Gómez Morín no debieran sorprendernos. Su génesis reaccionaria y tendencia religiosa lo ha llevado a pronunciarse en muchos casos con intolerancia e incluso ha rayado en los límites de la ultraderecha mexicana del sinarquismo. Todos los extremos son malos y polarizan a la sociedad. Lo mismo el anarquismo de los Flores Magón, reivindicados por la 4T o los movimientos ultras del feminismo, así como los remedos de Anonymous de los vándalos mexicanos son igual de riesgosos que los derechistas ibéricos.
El error político de los panistas fue hacer público el encuentro con los europeos; seguramente tienen muchas coincidencias ideológicas, pero no se trató de una conspiración desestabilizadora, por lo que no es entendible que los apologistas del gobierno se rasguen las vestiduras y con actitudes moralinas, hipócritas, magnifiquen una banal reunión de derechistas. Se les olvida a los morenistas que es tan criticable este coqueteo con los nuevos falangistas como el recibir dinero del partido español Podemos, de Pablo Iglesias -a través de la empresa Neurona y ciertos testaferros-, participar en las reuniones del Foro de Sao Pablo y asistir a los encuentros con personeros de Chávez, Maduro o Morales, donde se pretende exportar la revolución bolivariana a otros países latinoamericanos, incluido el nuestro.
Los extremos, como todo fundamentalismo, son malos. La visión maniquea que tienen de la política lleva al antagonismo ciudadano, a la disrupción social, a la idea de que estás conmigo o contra mí. La historia tiene muchos ejemplos como los de Hitler en la Alemania nazi; Mussolini y sus camisas rojas; Franco y las falanges españolas; el populismo de Perón, Chávez, Maduro y Evo. Lo acabamos de ver con el triunfo del radical José Pedro Castillo Terrones en Perú, aun por la vía electoral se impone un personaje que polariza a la sociedad y mediante su proyecto maniqueo busca exterminar a la disidencia. Los talibanes son otro ejemplo de fundamentalismo a ultranza que mediante las armas y con el pretexto de la religión, polarizan a la sociedad y buscan desaparecer las resistencias.
En México, vivimos lo mismo, la visión maniquea de la 4T se materializa todos los días en “La mañanera”, donde se polariza, se estigmatiza, se condena, se expulsa del Paraíso a los contrarios, a los que no creen en un proyecto político, en una idea o programa que buscan imponer. Los nuevos fundamentalistas no necesariamente usan la violencia -aunque la amenaza está siempre presente como con el dictador Ortega en Nicaragua-, porque llegan con el respaldo del voto, pero radicalizan tanto a la población que la confronta. El discurso -son grandes oradores-, la narrativa oficial busca mantener un estado permanente de obnubilación de la sociedad, impone sus criterios, consignas y dogmas, no acepta la crítica ni debate ideas, se destruyen consensos.
Así que no debe distraernos el fugaz encuentro de los panistas con los nuevos fascistas españoles, preocupémonos por el maniqueísmo, el extremismo a que nos ha llevado la 4T. Evitemos la polarización y construyamos acuerdos.