Rechaza López Obrador abrir frontera a migrantes
Nacional jueves 9, Sep 2021
- Justifica los operativos de contención en Chiapas
El presidente Andrés Manuel López Obrador México afirmó que no puede abrir su frontera sur para el paso libre de migrantes porque violentaría sus leyes y pondría en riesgo a las personas centroamericanas indocumentadas que buscan llegar a Estados Unidos, por lo que continuarán los operativos de Migración para contener caravanas que intentan salir de Tapachula, Chiapas.
“Ojalá se comprenda, lo hacemos no sólo porque no se puede abrir la frontera y que pasen libremente todos, porque sería violar nuestras leyes, sino porque debemos cuidar a los migrantes. Aunque resulte paradójico, si nosotros permitimos que transiten al norte del país para cruzar, estamos corriendo muchos riesgos”, comentó en su mañanera.
Los enviados del gobierno mexicano expondrán este jueves a su contraparte estadunidense la necesidad de iniciar una nueva etapa en el tratamiento del fenómeno migratorio, con una visión distinta, que no se limite a contener el flujo de personas, subrayó el mandatario.
Señaló que el flujo de personas surge cuando “no tienen alternativas, no hay esperanzas en sus pueblos; entonces, ya es tiempo de iniciar una nueva etapa en la política en la materia, donde lo fundamental sea el desarrollo de los pueblos”.
Insistió en que Estados Unidos y Canadá requieren mano de obra para ser competitivos frente a otras regiones, como Asia, y no depender de aquellos para asuntos elementales, como compra de electrodomésticos.
De ahí que se requiere tener “una visión distinta”, ir a fondo, más allá de la contención de personas o de aplicar medidas coercitivas.
“Que se ofrezca trabajo, que se protejan los derechos humanos, es parte de lo que expongo con todo respeto al presidente Biden, quien ha tenido una actitud de apertura”, expuso.
En la propuesta mexicana se hará énfasis en ese punto y en la necesidad de emitir visas temporales de trabajo, así como retomar el compromiso de la administración Trump para invertir al menos 4 mil millones de dólares en Centroamérica, principal región expulsora, toda vez que el paso actual de haitianos por México es un caso excepcional, dijo, y en menor medida hay paisanos que buscan llegar a Estados Unidos.
No somos “peleles” de EU ni recibimos presiones, aclara el Presidente
El presidente López Obrador aseguró que su gobierno no recibe presiones por parte de Estados Unidos para detener el avance de migrantes rumbo a Estados Unidos por lo que, indicó, su gobierno no acepta presiones de ningún gobierno y que “no es pelele” o empleado del gobierno de Joe Biden.
“No hay un doble discurso, ayer leí un tuit de mi maestro y amigo Lorenzo Meyer diciendo y aprovecho para contestar de manera respetuosa, le tengo gran respeto y lo quiero, pero dice ‘por un lado, les llevan alimentos a Haití en barcos y por el otro los reprimen’ y dice su conclusión es ‘qué fuertes deben ser las presiones de EU para México’, le digo a mi maestro que nosotros no nos dejamos presionar por ningún gobierno extranjero, nosotros actuamos con apego a los principios de nuestra política exterior.
“A lo mejor él imagina que si se dieron estos casos en el sur es porque nos está presionando Estados Unidos, no aceptamos presiones de ningún gobierno. México es un país independiente, soberano y somos más libres que nunca. Sí tenemos esa situación que nos preocupa, estamos atendiendo, pero no es porque estemos de peleles o empleados del gobierno de Estados Unidos”, dijo.
En la conferencia de prensa matutina, el canciller Marcelo Ebrard recapituló algunos de los episodios de secuestro, tortura y/o abandono de migrantes que sumarían, tan sólo en tres casos ocurridos en días recientes, 750 indocumentados víctimas de grupos delictivos.
Por ello se requiere pasar a una nueva etapa, advirtió, para que la migración no sea mortal.
Ebrard confió en obtener una respuesta positiva en la reunión de alto nivel de este jueves e iniciar pronto con las inversiones en Centroamérica. Por lo pronto, dijo que está consciente de los campamentos de migrantes en la frontera norte del país, mayoritariamente de solicitantes de asilo en Estados Unidos que esperan aquí respuesta a sus procesos.