La sonrisa del Presidente
Alberto Vieyra G. lunes 6, Sep 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Voy a parafrasear al ilustre Mario Benedetti cuando decía: “Seré curioso, señor Presidente: ¿De qué se ríe, de qué se ríe?”. Eso se preguntan la mayoría de los empresarios y todos los mexicanos que no logramos palpar en dónde está la “Cuarta Transformación”, como no sea la destrucción del Estado de derecho y las instituciones a cargo de Andrés Manuel López Obrador.
AMLO, en su Tercer Informe de “desgobierno” que por cierto duró 56 minutos de cinismo con 88 mentiras, un desbordado optimismo y una permanente sonrisa idiota.
Yo le pregunto Presidente: ¿De qué se ríe, señor Presidente?, ¿Acaso de un presunto “ahorro” de un 1 billón 300 mil millones de pesos?, ¿Si están ahorrados, en dónde están, acaso compró usted medicamentos para los niños con cáncer? ¿Cuántos millones se destinaron a las vacunas contra el coronavirus? O ¿Dónde re canijos está el ahorro, cuando hemos visto a lo largo de 3 años de su encargo el negrerismo en su gobierno?, ¿Acaso se ríe usted de la millonada de remesas que envían nuestros connacionales a México cada año? Y ¿la inversión extranjera dónde está, señor Presidente? Cuando hay inversión, ésta se traduce en empleos y en bienestar para los trabajadores, ¿dónde está ese bienestar y esas empresas que han invertido en el desarrollo del país?…
Afirmar eso es un cinismo y una burla a todos los mexicanos. Debería usted dar gracias a esos compatriotas que envían su lana a sus familias y que son un importante sostén en la economía nacional que ya no se sustenta en el petróleo, sino en las remesas.
Entre las 88 mentiras esgrimidas por usted, señor Presidente destacan la privatización de empresas en el pasado y ese pasado al cual usted maldice y le echa la culpa de todo, pone usted las remesas como logro de su gobierno, hecha las campanas a vuelo por el aumento en los salarios mínimos que han disparado la inflación hasta en un 6%, habla usted de la fortaleza del peso mexicano que está sujeto a las variantes en las tasas de interés nacionales y de Estados Unidos, pero no porque su gobierno de confianza a inversionistas aztecas y de otras latitudes.
Usted, señor Presidente echa espuma por la boca cuando engaña a los mexicanos de que la deuda mexicana no ha aumentado en lo que va de su hilarante gobierno, caracterizado por la confrontación y la división de los mexicanos. Eso es mentira; de entrada, al cancelar usted el nuevo aeropuerto de Texcoco mandó a deuda bonos por más de 5 mil 800 millones de dólares que tendremos que pagar todos los mexicanos en los próximos 20 años y todo por su absurda terquedad de cancelar una obra que habría puesto a México a la altura de naciones de primer mundo. Pareciera, señor Presidente que su “Cuarta Transformación” de México significa la regresión de más de medio siglo del país.
Y en el colmo del cinismo, usted hace caravana con sombrero ajeno sobre la fortaleza y la solidez de la Bolsa Mexicana de Valores, asunto que tiene que ver con los especuladores del dinero y no con la “confianza” en su gobierno.
¿Acaso usted se ríe también por los más de 198 asesinatos dolosos en lo que va de su sexenio, herencia del crimen organizado? Dice usted que le preocupa Guanajuato ¿por qué el resto del país, donde hay gobierno morenistas y el crimen es imparable, no le preocupan? ¿y tampoco le preocupan los feminicidios que van al alza, igual que los secuestros?, ¿no le preocupan a usted los “gasolinazos”, el incremento en el gas que está por las nubes, en los artículos de primera necesidad como el aceite que de 30 pesos se elevó a más de 60, de eso se ríe usted, señor Presidente?
Y por eso y por todo lo demás merecía usted esos lambiscones aplausos por parte de los paniaguados invitados especiales a su tercer desinforme con 88 mentiras en 56 minutos. ¡Qué pena me da usted, señor Presidente!